[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Como era previsible y tal como lo adelantó este diario, el Gobierno extendió el feriado cambiario y bancario para hoy y mañana, dejando abierta la posibilidad de ampliarlo al viernes. Por lo pronto, en Economía informaron que recién el lunes próximo comenzarán a regir las nuevas medidas. ¿Para qué anunciaron el paquete si todavía no podía implementarse? En el Banco Central contestaron que “todavía faltan dictar decretos que completen las medidas dadas a conocer el domingo”. Aclarando, además, que “aunque estas medidas se den a conocer antes del jueves, los bancos se demorarán hasta el lunes para poder implementarlas”.
Las medidas a aplicar implican, entre otras cosas, la flexibilización del corralito, la pesificación total de la economía y la liberación del mercado de cambios, aunque con tantas restricciones de libre tendrá poca. Entre otras, se destaca el “techo” para la compra libre de dólares en las casas de cambio sin tener que realizar una declaración jurada. Se estudia que aquellos que compran más de 1000 dólares deberán justificar esta adquisición en cumplimiento de las normas de ley de lavado de dinero, pero Economía y el Banco Central evalúan ampliar la necesidad de realizar esa declaración por parte de los compradores de montos menores.
Además, el Gobierno y los bancos acordaron restringir las bocas de expendio de dólares en los centros urbanos. Con el ingenuo argumento de que “la gente pensará que le están vendiendo los dólares de los depósitos que no le devolvieron”, los funcionarios llegaron a la conclusión de que lo mejor sería sacar del mercado a los bancos como oferente de divisas. Esa medida sólo derivará en la proliferación de arbolitos y cuevas, generando un mercado negro mucho más voluminoso que el vigente.
El comunicado del Banco Central señala lo siguiente: “Disponer feriado cambiario para el día 6 y 7 de febrero de 2002, manteniendo la vigencia del feriado cambiario establecido, con habilitación de las siguientes operatorias siempre que –salvo los casos expresamente previstos– implique la utilización de pesos o movimientos en pesos:
1. Servicio de pago de jubilaciones y pensiones.
2. Retiros de efectivo de las cuentas en las que se acreditan remuneraciones y haberes previsionales y de otras cuentas, con sujeción a los límites de extracción que resulten aplicables en cada caso.
3. Transferencias de cuentas de empleadores a cuentas de trabajadores para acreditar remuneraciones.
4. Cobro de facturas de servicios públicos e impuestos, en las siguientes modalidades: efectivo, extracción y simultánea aplicación del importe, tarjeta de débito y cheque.
5. Recepción de depósitos en efectivo y en cheques.
6. Transferencias entre cuentas en pesos, de un mismo o distintos clientes y en una misma o distintas entidades.
7. Servicios de cajas de seguridad.
8. Débitos directos en cuenta para el pago de servicios públicos, impuestos y otros conceptos.
9. Liquidación de operaciones realizadas por clientes a través de redes de cajeros automáticos y compras en comercios, mediante tarjetas de débito y de crédito, con registro en las cuentas de clientes.