ECONOMíA › BANCOS PRIVADOS NACIONALES Y PúBLICOS BAJAN LAS TASAS DE INTERéS DE LAS TARJETAS DE CRéDITO

Costos financieros que se desinflan

Adeba y Abappra anunciaron que los bancos asociados a esas cámaras aplicarán un máximo de 30 por ciento anual al financiamiento de saldos con tarjeta. Lo hicieron de manera voluntaria, aunque inducidos por el Central.

Los bancos privados nacionales y los bancos públicos y cooperativos anunciaron que establecerán una tasa máxima de 30 por ciento anual para el financiamiento de saldos con tarjeta de crédito. La decisión implica una reducción en los costos que deben pagar los usuarios desde el promedio de 40 por ciento anual que cobra el sistema en la actualidad, aunque algunas entidades, como el Banco Nación, el Credicoop o el Ciudad se encontraban en sintonía con el nuevo límite. Los bancos extranjeros agrupados en ABA no serán parte de la rebaja en las tasas, pero no se descarta que en los próximos días presenten algún “beneficio” para los usuarios de tarjetas de crédito vinculado con los pagos en cuotas sin intereses.

La medida presentada por las entidades Adeba y Abappra como una “autorregulación” fue inducida por el Banco Central después de algunas semanas de conversaciones. Todavía no hay fecha para su puesta en marcha, pero desde las cámaras aseguraron que los cambios comenzarán a regir cuando sus clientes reciban los próximos resúmenes. Hay alrededor de 24 millones de tarjetas de crédito en circulación, según informaron esas cámaras. Para Adeba, la medida “beneficia al 40 por ciento de los clientes”, mientras que desde una entidad extranjera consideraron que el alcance es limitado ya que “sólo” el 20 por ciento de los usuarios de los plásticos financia sus saldos.

La entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont celebró la decisión, pero no descarta avanzar sobre una normativa de mayor alcance como regular las tasas de los créditos personales, valor que se utiliza como referencia para fijar las tasas de financiamiento de saldos. “La decisión va en la dirección correcta para lograr que las tasas, costos y comisiones vinculados con el financiamiento al consumo estén en niveles razonables”, señalaron desde el BCRA.

La Ley de Tarjetas de Crédito dispone que el límite de los intereses compensatorios por financiación de saldos no pueden superar en más del 25 por ciento la tasa de los préstamos personales para clientes. Los bancos públicos y privados nacionales se comprometieron ayer a cobrar como máximo una tasa de 30 por ciento en los plásticos, aun cuando las tasas que cobran por créditos personales les permiten imponer costos más elevados.

Las tasas que aplican los bancos presentan una gran dispersión. Según los datos que suministran las entidades al régimen de transparencia del BCRA, los costos van desde el 25 por ciento del Nación hasta el 43 por ciento que cobran Coto y los supermercados de la compañía chilena Cencosud –Jumbo, Disco, Vea y Easy–. Las tasas más elevadas son exigidas por las mismas entidades que negocian con la Secretaría de Comercio Interior la creación de la Súper Card. Entre los bancos extranjeros que decidieron no ser de la partida hay amplias diferencias: el Santander cobra un máximo de 42,6 por ciento y el BBVA Francés impone el 36 por ciento. Por su parte, el Macro y el Galicia deberán bajar las tasas desde el 40 y 42,5 por ciento respectivamente. Otras entidades que tendrán que adecuarse son el Supervielle, Patagonia, Piano, Mariva y el Nuevo Banco de Santa Fe, entre otros.

Desde que el Banco Central comenzó a apropiarse de sus nuevos atributos regulatorios incorporados en la reforma de su Carta Orgánica se hizo más evidente la puja con el reticente sistema bancario para limitar y reducir las comisiones y tasas así como ofrecer más líneas de financiamiento para la producción. La última pulseada entre el Gobierno y los bancos giró alrededor de la Súper Card, o la reducción de las comisiones que cobran las tarjetas de crédito.

Para el titular de Adeba y presidente del Banco Macro, Jorge Brito, la decisión presenta una alternativa al plástico impulsado por Comercio Interior para prolongar el congelamiento de precios. El banquero consideró que la Súper Card “es una transferencia de los bancos al sector privado, que son los supermercados, lo cual no nos parece razonable” y señaló que “por eso nos juntamos las entidades para autorregularnos una tasa del 30 por ciento. Si hay que hacer un esfuerzo de los bancos, es para que lo perciba la gente”. La Súper Card prometió aplicar una tasa de financiamiento sobre saldos del 22 por ciento.

Los bancos extranjeros como el Santander o BBVA Francés decidieron no participar de la reducción de la tasa de “revolving”. “Estamos trabajando activamente en la implementación de una acción que tiene por objeto beneficiar a la totalidad de los usuarios de tarjetas de crédito. Así los clientes, tanto los que financien su pago como los que no, obtendrán un beneficio directo en todas sus compras de productos alimentarios básicos”, expresó anoche ABA a través de un comunicado.

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Las tasas actuales que aplican los emisores de plásticos promedian el 40 por ciento anual.
 
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