ECONOMíA › LA OEA APROBó POR ACLAMACIóN LA REALIZACIóN DE UNA REUNIóN ESPECIAL PARA TRATAR EL TEMA DE LOS FONDOS BUITRE

Una causa común de todo el continente

Todos los países aceptaron la propuesta argentina, incluido Estados Unidos. La representante de ese país advirtió que el tema es llevado por la Justicia norteamericana, que “es independiente del gobierno de los Estados Unidos”.

Desde Nueva York

El canciller Héctor Timerman y el ministro de Economía, Axel Kicillof, concurrirán este jueves a la Organización de Estados Americanos (OEA) con el objetivo de seguir acumulando apoyos internacionales en el marco de la disputa judicial con los fondos buitre por el pago de la deuda externa. El Gobierno logró aprobar por aclamación la visita de los funcionarios a la OEA en una asamblea del Consejo de Representantes Permanentes realizada ayer. Todos los países aceptaron la realización de la reunión de consulta de los ministros de Relaciones Exteriores americanos, incluido Estados Unidos, aunque la representante de ese país advirtió al Consejo que el tema es llevado por la Justicia norteamericana, que “es independiente del gobierno de los Estados Unidos”, y que no debería verse como “interferencia en el funcionamiento de los tribunales domésticos” de su país. Por otro lado, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ofreció invitar a representantes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Cepal, entre otros actores relevantes en materia económica y financiera, para que aporten su visión del tema.

“La cuestión que hoy afecta a mi país es urgente y de interés común para todos los Estados americanos. Se trata de una cuestión que excede los aspectos financieros, es una cuestión de política internacional que tiene implicancias y consecuencias de índole global y sistémicas. Hoy se ha puesto en jaque a la Argentina. Sin embargo, cualquier país que deba enfrentar en el futuro una reestructuración de su deuda podrá estar en la misma encrucijada”, aseguró el representante de la Argentina, Julio César Ayala, al exponer los fundamentos para la convocatoria a los cancilleres. Precisamente, en el artículo 61 de su Carta Orgánica, la OEA prevé como requisito para convocar a la reunión de ministros de Relaciones Exteriores que exista un asunto de “naturaleza urgente” y de “interés común” para los Estados miembro, condiciones que fueron reconocidas por todos los delegados que intervinieron en el encuentro.

La propuesta de Argentina es abordar el jueves, al igual que ya se hizo en la reunión del G-77+China realizada la semana pasada en la sede de las Naciones Unidas, “la cuestión reestructuración de la deuda soberana y sus consecuencias sistémicas”. En aquel momento recibió un contundente respaldo, similar al que en semanas anteriores obtuvo del Mercosur, la Unasur, la Celac y otros foros internacionales. La visita de Kicillof y Timerman a Washington se produce en un contexto diferente: luego de una nueva audiencia con el juez Thomas Griesa y con la noticia de que el próximo lunes habrá un encuentro entre la delegación del gobierno argentino encabezada por el ministro de Economía y los abogados de los fondos buitre, bajo la mediación del special master Daniel Pollack.

“Concretamente, la decisión judicial favorece a un 1,6 por ciento de los bonistas que están especializados en litigar y pone en riesgo la reestructuración de deuda aceptada voluntariamente con el 92,4 por ciento de los acreedores”, afirmó Ayala, quien ratificó la voluntad argentina de “honrar sus deudas con el ciento por ciento de los acreedores de manera justa, equitativa y legal”.

La posición argentina recibió el respaldo claro de Brasil, cuyo representante se refirió al fallo de Griesa como “un precedente extremadamente peligroso”; de Bolivia, que insistió en los alcances negativos para Sudamérica; y de Chile, que se solidarizó y condenó la resolución judicial. “La OEA, como principal foro de América, no puede guardar silencio frente a estas circunstancias”, sentenció el delegado de Perú, quien recordó también la solidaridad de su país en disputa de soberanía sobre las islas Malvinas.

“La solidaridad de Argentina con Venezuela y Venezuela con Argentina lleva más de 200 años. Se ha remontado por encima de las montañas andinas”, arrancó con su estilo caribeño Roy Chaderton Matos, que aprovechó para recordar un comunicado firmado por el presidente Nicolás Maduro: “Venezuela denuncia una tendencia a limitar la capacidad de los Estados soberanos en la consolidación y búsqueda de acuerdos con sus acreedores colocando en riesgo la economía de los países y condenando el derecho al bienestar y el desarrollo de los pueblos. Exige el respeto a la soberanía y la independencia de los pueblos de los países de la región y de todas las víctimas de estos mecanismos a nivel mundial”.

Uno de los más efusivos fue el representante de Ecuador, quien acusó al máximo tribunal norteamericano de poner “en riesgo a todo el sistema financiero internacional y a la estabilidad macroeconómica de la Argentina”. El embajador ecuatoriano advirtió sobre la orden del tribunal a un banco estadounidense para que primero pague a “los acreedores especuladores” antes que a aquellos que accedieron a reestructurar su deuda de buena fe. “Es insólito, nefasto y sin precedentes en el derecho internacional”, dijo y remató: “Estamos en el reino de la supremacía absoluta del capital sobre el ser humano y sobre la soberanía de los Estados”. Además, el delegado del gobierno de Rafael Correa llamó a crear un sistema financiero regional para “cortar los tentáculos de la gobernanza financiera mundial”.

Además de esos países, también expresaron su apoyo Uruguay, México y Guatemala, entre otros. El secretario general de la OEA pidió la palabra para “expresar su solidaridad con la República Argentina por la situación en la que se la ha puesto con esta decisión insólita”.

Hubo sólo dos diferencias. La primera, cuando tomó la palabra Margarita Riva-Geoghegan, de Estados Unidos: “Este es un tema que es llevado por el sistema jurisdiccional, que es independiente del gobierno de los Estados Unidos”, explicó la representante alterna. En ese sentido, Riva-Geoghegan pidió que la OEA no sea vista como “interfiriendo en el funcionamiento de los tribunales domésticos”. Con una posición moderada, la delegada del gobierno de Barack Obama aclaró que no se iba a oponer a la participación de Kicillof y Timerman, aunque dejó constancia para la versión taquigráfica que, de haberse realizado una votación, su país se habría abstenido de votar. Y que, además, pretendía insertar una nota al pie porque el proyecto de convocatoria a la reunión no había sido entregado con el suficiente tiempo de anticipación. De todas maneras, Riva-Geoghegan dijo que Estados Unidos alienta a las partes a lograr una solución y ratificó su “compromiso con el crecimiento y el desarrollo”.

La segunda diferencia, más pequeña, vino por parte de Canadá y Jamaica, que reclamaron explicaciones respecto del segundo párrafo de la resolución, donde dice que la reunión del jueves será para escuchar a la delegación argentina y “acordar las medidas que convenga adoptar”. La cuestión se resolvió cuando desde la secretaría general de la OEA explicaron que esas “medidas” se refieren a cuestiones de procedimiento.

Finalmente, la resolución argentina fue aprobada por aclamación, por lo que el gobierno argentino se encamina a sumar un nuevo e importante apoyo internacional.

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La participación de los ministros Héctor Timerman y Axel Kicillof fue aprobada por aclamación.
 
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