ECONOMíA › EL PRESIDENTE DISPUSO SUBAS DE 4000 MILLONES EN EL GASTO SOCIAL

Donde hay necesidad no hay ajuste

Néstor Kirchner obligó a postergar en 24 horas la presentación del proyecto de Presupuesto 2004 al Congreso para corregir personalmente algunas partidas. Fuerte aumento de recursos para Desarrollo Social y Planificación.

 Por David Cufré

Néstor Kirchner dejó en claro que los temas que considera clave para su gobierno sólo avanzan si reciben su aprobación personal. Eso fue evidente la semana pasada en la negociación con el FMI, y lo mismo ocurrió ayer con el proyecto de presupuesto para 2004. En ambos casos, el Presidente hizo correcciones a las propuestas elevadas por Roberto Lavagna, que tensaron la relación. Kirchner regresó desde Santa Cruz a la Capital Federal bien entrada la tarde y se encerró con Alberto Fernández para revisar el texto de la ley una última vez y para hacerle algunos retoques antes de girarlo al Congreso. El tiempo que le llevó ese trabajo conspiró contra el envío del proyecto al Parlamento, postergando el trámite para hoy, un día más tarde de la fecha tope estipulada por ley. Pero Kirchner quería asegurarse que hubiera un refuerzo de partidas para las áreas sociales, la educación y la cartera de obras públicas, a fin de neutralizar la idea de que el próximo año habrá que hacer un duro esfuerzo fiscal para cumplir con el FMI. El monto total de los recursos adicionales para dichas áreas asciende a 4289 millones de pesos, a los que se agregan otros 527 millones para otros rubros presupuestarios.
El dato que más destacó el Gobierno es que el Ministerio de Desarrollo Social tendrá un incremento en su presupuesto de 982,3 millones de pesos. El aumento es sustancial, del 62 por ciento. En total, Alicia Kirchner dispondrá de 2567,8 millones de pesos, contra 1585,5 millones asignados para su cartera este año. La suba demuestra que una de las prioridades para 2004 será desarrollar una red de contención social más firme que la actual, bastante débil según la visión de especialistas en la materia. El hecho de que más de la mitad de la población se encuentre debajo de la línea de pobreza desde hace más de dos años compromete al Gobierno, que trata de actuar en consecuencia.
De los 982,3 millones de aumento para Desarrollo Social, 960,2 millones serán para activar planes sociales, mientras que 17,2 millones irán para el Consejo de la Niñez y la Familia, 8 millones para el Instituto de Asociativismo y 12,8 millones para el Instituto de Asuntos Indígenas.
Los parámetros generales del Presupuesto reflejan una economía en recuperación: un crecimiento del 4 por ciento, contra un 6 por ciento de este año. Lavagna adoptó como estrategia la contraria a la de sus antecesores: en lugar de exagerar las proyecciones, se aferra a la moderación. De hecho, para este año había pautado un crecimiento del 3 por ciento, la mitad del que finalmente se registraría. La cotización promedio del dólar se proyecta en 2,86 pesos, casi en línea con su valor actual.
La inflación, por otra parte, se estima en 10 por ciento. El dato revela que el Gobierno contempla un ajuste en las tarifas de los servicios públicos. El superávit primario (por la diferencia entre ingresos y gastos del Estado, sin tomar en cuenta los pagos de la deuda) se fijó en 3 por ciento del PBI. La cifra coincide con lo estipulado en la Carta de Intención del acuerdo con el FMI. El PBI, en tanto, se estima en 420.000 millones de pesos, por lo que el superávit primario será de 12.600 millones. Otro dato importante es que se anticipa un aumento de la recaudación del 10 por ciento, hasta estirar los ingresos a unos 80 mil millones de pesos.
Es gracias a ese incremento en los recursos que el Gobierno contará con fondos para elevar algunas partidas. Si el superávit primario no fuera tan alto, el gasto social podría subir más. La opción era tensar todavía más la cuerda con el FMI, aunque ciertamente no era una tarea fácil. Kirchner igualmente se preocupó en reservar fondos para atender la emergencia social y para financiar obras públicas, a fin de mantener con combustible a la economía.
El Ministerio de Planificación Federal e Inversión Pública tendrá 1003 millones más que este año, con un total de 3380 millones. La suba, del 42por ciento, también es considerable. En particular, la Secretaría de Obras Públicas contará con 1991 millones de pesos, 611 millones (44 por ciento) más que este año. Julio De Vido podrá implementar un programa federal de infraestructura después de varios intentos fallidos en el pasado, especialmente durante el gobierno de Fernando de la Rúa.
Otra cartera favorecida es la de Educación, Ciencia y Tecnología. Cada una de las áreas privilegiadas son las que más castigos sufrieron durante los ‘90. El Presupuesto es, en ese sentido, toda una demostración política del rumbo que definió el Gobierno. Daniel Filmus administrará 3697,7 millones de pesos, 610 millones más que en 2003 (incremento del 19,7 por ciento). La Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva ganará 55 millones, hasta los 120 millones.
Finalmente, el Ministerio de Trabajo experimentará la mejora más fuerte. Su presupuesto total será de 25.295 millones de pesos, con una ganancia de 1693 millones con respecto a este año (7 por ciento). El dinero se utilizará para mantener el aumento a jubilados y subsidios a los mayores de 70 años que se otorgaron a mediados de año. En las planillas complementarias que recibirá el Congreso se informará si también habrá un aumento para los planes Jefas y Jefes de Hogar. En cambio, el Presupuesto no contempla incrementos en los salarios de empleados públicos. Los diputados tomarán contacto hoy con el proyecto y el Gobierno espera su aprobación definitiva en un par de meses.

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