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El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, informó que funcionarios de su cartera junto con técnicos de Techint y de las provincias involucradas en la traza del Gasoducto del Noreste Argentino (GNA) trabajan para poder iniciar su construcción en marzo próximo. El funcionario explicó que “en este momento estamos haciendo el ajuste de la traza y cerrando detalles menores del acuerdo que acaba de firmarse hoy”. La construcción del gasoducto, oficializada ayer, incorporará a la red de gas natural a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones, y avanzará en la integración regional energética hacia Bolivia y Brasil.
“Desde el punto de vista geopolítico, el gasoducto es una inversión muy importante. Hay países hermanos que están muy interesados en esta inversión, es decir que (el proyecto) va cerrando para adentro y para afuera”, afirmó el presidente Néstor Kirchner en el acto de firma del Acuerdo Federal que viabiliza su construcción.
Durante la ceremonia realizada en Casa de Gobierno, y tras recibir un informe técnico de manos de Paolo Rocca, presidente de Techint (empresa encargada de la construcción), Kirchner abogó por un proyecto estratégico para todos los argentinos. “Me cansé de escuchar durante la década del ‘90 las políticas estratégicas que marcaban los grandes pensadores del neoliberalismo argentino, que derivaron en un quiebre total de Argentina, (que abrazaron) dogmas u ortodoxias que necesariamente dejan fuera a muchos sectores”, enfatizó el primer mandatario.
A su turno, Paolo Rocca explicó que este proyecto financiado mayoritariamente por el Grupo Techint “es una fuerte apuesta a una nueva Argentina”. El titular de uno de los grupos económicos que más se han beneficiado con la nueva ecuación de precios relativos que marcó la devaluación indicó que en la construcción del gasoducto trabajarán alrededor de 5000 obreros y técnicos en un período de 28 meses, creando empleo directo e indirecto en un área muy amplia del país.
El Acuerdo Federal rubricado ayer otorga al Ministerio de Planificación Federal, a siete provincias (Salta, Santa Fe, Formosa, Chaco, Entre Ríos, Corrientes y Misiones) y a Techint, 45 días para analizar el proyecto e identificar las normativas aplicables y determinar fuentes de financiamiento. Posteriormente, en un plazo de 120 días, deberán aprobarse los instrumentos que viabilicen la ejecución del proyecto.
El proyecto apunta a llevar gas natural a las regiones del país que hoy no lo tienen y adicionalmente aumentar la oferta para el resto, inicialmente completando la gasificación de Salta, Santa Fe y Entre Ríos.
Más adelante se avanzará en la integración energética del Mercosur, ya que el ducto reforzará la interconexión con Brasil, la que a través de Puerto Alegre y San Pablo terminará vinculándose con Bolivia y creará un vínculo con Paraguay.
El ramal principal, de 1500 km de longitud, unirá los yacimientos de Salta con el sur de Santa Fe, atravesando las provincias de Formosa y Chaco. A través de 1000 km de ramales provinciales o secundarios se conectará a las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones. El gasoducto troncal demandará una inversión de 680 millones de dólares en cañería, mientras que para las 11 estaciones compresoras (de bombeo) se destinarán otros 350 millones. Los ramales provinciales requerirán los 250 millones de dólares restantes. En una primera etapa, el tendido permitirá transportar 10 millones de m3/días de gas natural, duplicando ese volumen en una segunda etapa.