ECONOMíA › RECLAMO DE CAME POR LOS MONTOS QUE COBRAN LAS TARJETAS DE CRéDITO

Piden reducir comisiones

Los bancos le cobran hasta el 3 por ciento a los comercios en concepto de comisión por el uso de las tarjetas. En lo que va del año, el comercio les transfirió a los administradores de los plásticos 13.250 millones de pesos.

Pequeñas y medianas empresas alertan sobre el doble efecto recesivo que tiene la actual política monetaria contractiva con la que el gobierno pretende domar la inflación. Previo al levantamiento de las restricciones a la compra de moneda extranjera, el Banco Central aplicó una fuerte suba en la tasa de interés para aplacar la demanda potencial de dólares. Pero el mayor costo del dinero redujo el financiamiento al consumo de las familias y productivo para las empresas. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) suman un nuevo efecto, los porcentajes que cobran los bancos a los comercios en concepto de comisión por el uso de las tarjetas de créditos y débitos, que alcanzan hasta al 3 por ciento, lo que encarece todavía aún más los costos para las pymes del segmento comercial. El titular de CAME, Osvaldo Cornide, se reunirá mañana con el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, para solicitar que se reduzca a la mitad ese costo. El comercio le transfirió a las administradoras de tarjetas comisiones por 13.250 millones de pesos en lo que va del año.

Junto a la suba en las tasas de interés, el titular del BCRA, Federico Sturzenegger, aplicó una serie de medidas tendientes a desregular el mercado financiero, como la eliminación de topes a lo costos crediticios y pisos a los rendimientos de los plazos fijos. También se flexibilizaron los límites a los cobro de comisiones. El resultado fue que, junto al sector exportador de granos y minera, los bancos fueron los principales ganadores del primer semestre. Según los balances presentados a la Bolsa porteña, los mejores resultados en el rubro financiero fueron para el Macro, que ganó en el segundo trimestre 1800 millones de pesos, con un aumento del 119 por ciento respecto de igual período del año pasado, y Banco Francés, que registró un ingreso 963 millones (44,4 por ciento).

La contracara de esto es un crédito más restringido debido al mayor costo para familias y para empresas. La semana pasada el Central bajó la tasa de interés de su Letra de más costo plazo a 29,75 por ciento, con un recorte de 25 puntos básicos. No obstante, la flexibilización impide que se traslade inmediatamente en el costo crediticio, el cual se ubica por encima del 45 por ciento anual promedio para préstamos personales y tarjetas de crédito. Según los últimos datos difundidos por el organismo monetario, el stock de préstamos privados en pesos acusa un leve crecimiento de 1816 millones de pesos, la tendencia declinante en el otorgamiento de nuevos préstamos se acentúa con el transcurrir de los meses. En marzo el crédito crecía un 31,8 por ciento interanual; en abril, un 29,8 por ciento; en mayo, 28,9 por ciento; en junio, 26,6; y julio, con un 24,2 por ciento. A contramano, los préstamos en dólares crecieron a 49 por ciento en julio interanual, lo que refleja mayor actividad del sector exportador de commodities, que toma créditos en divisas para prefinanciar sus ventas al exterior.

Las pymes son las más perjudicadas por la falta de préstamos, ya que no tienen capacidad de autofinanciarse o utilizar otros canales de acceso al crédito. Desde el sector también advierten sobre los mayores costos financieros que deben afrontar por el servicio de tarjetas de crédito y débito para sus clientes. Según señalan desde CAME, en la Argentina se paga entre 1,5 y 3 por ciento. “Es uno de los países que registra las más altas comisiones en la materia”, denuncian. En España son de 0,5 por ciento; Grecia, 0,9 por ciento; Italia, 0,95; Malasia, 1,31; Perú, 2 por ciento; Brasil y Chile, ambos 1,3 por ciento; Polonia, 1,65; Colombia, 2 por ciento; y Taiwán, 1,8 por ciento.

Cornide se reunirá mañana con el senador Pinedo para presentar un proyecto que reduzca las comisiones que las tarjetas de crédito y débito aplican a los comercios. “La modificación de la normativa vigente resulta necesaria porque la transferencia de dinero por parte de los comercios a los bancos por comisiones de pagos con tarjetas es excesiva en sí misma, a lo que se suma las primas que las entidades bancarias cobran por mantenimientos de cuentas y movimientos financieros”, explicaron desde CAME en un comunicado.

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El Banco Central flexibilizó los límites a los cobros de comisiones y afectó a los comercios.
 
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