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Anne Krueger abrirá grandes los ojos. Los acreedores se llamarán unos a otros para contarse la noticia. Los bancos de inversión revisarán números para pedir más comisiones. Todos querrán sacar provecho de la recaudación record de Argentina. El Gobierno lo sabe. Por eso ayer, al mismo tiempo que festejaba por el notable incremento de los ingresos tributarios, hacía esfuerzos por desalentar a quienes vendrán a exigir mayores pagos de la deuda. En enero se liquidaron impuestos por 7160 millones de pesos, un 27,8 por ciento más que en igual mes de 2003. “Es apenas el primer mes de un año en el que tenemos que cumplir una meta de recaudación optimista”, manifestó el secretario de Hacienda, Carlos Mosse, en un mensaje a Washington y a los tenedores de bonos en default.
Para reforzar su discurso, el funcionario hizo un anuncio que hará ruido: el impuesto al cheque podría bajar recién en el segundo semestre, pero no de manera significativa, aunque aumente el impuesto a los cigarrillos. Es una forma de mostrar que no sobran los recursos. “No hay ningún proyecto para reducir el gravamen a las cuentas corrientes en el corto plazo. Aunque reconocemos que puede estar causando dificultades por su alta tasa, trabajamos con el horizonte del segundo semestre para una eventual disminución”, indicó el responsable de la caja del Estado. Los economistas ultraliberales y los bancos criticarán esa decisión, ya que hace tiempo presionan para que se elimine ese tributo.
Mosse y el titular de la AFIP, Alberto Abad, fueron a la Casa Rosada a informarle a Néstor Kirchner acerca de los resultados de la recaudación, un hecho inusual que se explica por el record alcanzado. Después de una hora de reunión, los funcionarios se presentaron ante la prensa. Abad aportó un dato relevante para ponderar la información: los ingresos de enero superaron a los de mayo de 2003 –los más altos del año pasado– en 11 millones de pesos. “Es una señal importante porque en mayo las empresas liquidaron Ganancias y eso marcó el pico de la recaudación”, destacó el jefe de la AFIP.
En diciembre pasado ingresaron 6752,3 millones. Y en enero de 2002, en el peor momento de la crisis, la recaudación había ascendido a apenas 3411 millones. Desde aquel piso hasta el mes pasado, la suba fue del 109,9 por ciento. Página/12 consultó a Abad sobre si los recursos también son record en términos reales, ya que la suba de precios registrada desde la devaluación puede distorsionar la comparación. “Nunca hablamos en términos reales ni comparamos en relación al dólar”, desechó el funcionario, aunque luego indicó que la inflación pudo haber tenido impacto en 2002, pero el año pasado los precios subieron sólo 3,7 por ciento.
Para Abad, la recaudación subió por tres razones. La más importante, según valoró, es el crecimiento de la actividad económica. Eso se aprecia especialmente en lo producido por el IVA. En segundo lugar, se intensificó y mejoró la fiscalización, a lo que se agregó la aprobación del paquete de leyes antievasión. Y en tercer término, se percibe “un mayor nivel de cumplimiento voluntario por parte de los contribuyentes”. “En 2003 la evasión y la mora bajaron en 2750 millones de pesos”, agregó el titular de la AFIP, confiado en que este año se podrá seguir por ese camino.
En cuanto a la estructura tributaria, por ahora el Gobierno descarta una reforma que la haga menos regresiva. Los ingresos suben apuntalados por el IVA, un impuesto que pagan por igual ricos y pobres. El mes pasado, ese gravamen aportó 2489,7 millones –también un record–, con una variación interanual del 47,6 por ciento. Las devoluciones a los exportadores bajaron un 20,6 por ciento, pero Abad aclaró que fue porque “estamos al día y sólo quedan pequeños saldos técnicos”.
La presión del FMI y de los acreedores se redoblará a partir de estos resultados, que reflejan un mejor desempeño económico y la posibilidad del Gobierno de obtener un mayor superávit. Kirchner prometió ya varias veces que los pesos que tenga de más después de cumplir las metas con el Fondo se destinarán a la deuda interna. Es decir, a cubrir las necesidades sociales, en un país con un 50 por ciento de su población pobre. El secretario Mosse reveló que el superávit de enero cubre “la mayor parte” del compromiso fiscal del primer trimestre, de 1100 millones de pesos. Además, el colaborador de Lavagna precisó que la meta indicativa de recaudación para el primer mes del año era de 6630 millones de pesos. El resultado fue mejor en 530 millones.
Los impuestos que más aumentaron en su recaudación fueron Ganancia Mínima Presunta (136,4%), Bienes Personales (83%) y Derechos de Importación (69%). También mejoraron Ganancias (17%, por mayores anticipos) y el impuesto al cheque (17,7%, llegando a un record de 606,9 millones). Las retenciones a las exportaciones bajaron 3,7%, pero Abad descartó que sea un problema.