ECONOMíA

La remarcadora está lista para después de la tregua de Pascuas

El Gobierno mostró como un logro que proveedores y supermercados postergaran hasta el lunes la pretensión de ajustar precios de 30 a 40 por ciento en alimentos. Ya están las nuevas listas.

 Por Claudio Scaletta

A pesar de los aumentos en alimentos que en promedio sumaron el 50 por ciento desde que se inició la devaluación, los precios actuales corresponden a un dólar de 2 pesos. Así se lo hicieron saber al Gobierno supermercadistas y grandes proveedores. Desde el Ministerio de la Producción pidieron una tregua en las remarcaciones hasta el fin de semana, cuando se darán a conocer nuevas medidas económicas que estabilizarán y, según el Gobierno, bajarán el valor de la divisa estadounidense. Si el lunes esto no sucede, será la señal de largada para trasladar a góndolas las nuevas listas de precios con subas de entre el 30 y el 40 por ciento.
La estampida del dólar del viernes pasado no generó dudas entre los principales proveedores de alimentos. Los supermercados no tardaron en recibir nuevas listas de precios con aumentos de hasta el 40 por ciento y con una significativa reducción en los plazos de pago. Además, previendo la continuidad de la depreciación de la moneda local, optaron por cancelar entregas ya comprometidas que tendrían que haberse concretado esta semana. Los cortes en la provisión están lejos de traducirse en desabastecimiento, pues las principales cadenas de supermercados trabajan con importantes márgenes de stocks. Sin embargo, tras la efímera tregua de Pascuas habrá que encontrar definiciones.
Por ahora, según reseñaron a Página/12 fuentes de las principales firmas proveedoras, el panorama es de una completa incertidumbre. El argumento es el de siempre. Con prescindencia de los costos de producción, la mayoría de los productos tienen o valores internacionales o insumos importados y, por eso, sostienen que sus precios necesariamente deben estar atados a la cotización del dólar.
Los supermercados, que en otro contexto no tendrían mayores reparos en limitarse a trasladar a las góndolas las remarcaciones de los proveedores, se enfrentan hoy a una decisión más compleja. La persistente recesión y caída de ventas con salarios congelados, presentan el peligro de que nuevas subas de precios depriman aún más las ventas.
Pero a pesar de que las grandes cadenas opten por culpar a los proveedores, la fuerte concentración de la distribución registrada en la última década dejó a los súper con el suficiente poder de mercado como para influir en los precios pagados a los productores. Esta última cuestión quedó evidenciada en las discusiones que derivaron en el controvertido “Código de Buenas Prácticas Comerciales” como solución de circunstancias a la relación entre las partes.
En la reunión mantenida ayer con los proveedores agrupados en COPAL y los supermercados –que en ausencia del titular de la Cámara, Ovidio Bolo, fueron representados por Alfredo Coto–, el Gobierno sólo pudo conseguir la firma de un compromiso con la tibia promesa de que no habrá remarcaciones hasta el próximo lunes, fecha presunta para la estabilización del mercado cambiario. Según argumentan desde Economía, el dólar a más de 3 pesos es ficticio y resultado de “turbulencias financieras”, turbulencias que quedarán neutralizadas por el paquete de medidas que el gobierno dará a conocer, a más tardar, entre el viernes y el sábado próximos.
Fuentes de Copal señalaron a Página/12 que la reunión de ayer tuvo por objeto acordar una solución que despeje la incertidumbre de precios. “A los precios actuales estamos perdiendo plata”, destacaron, porque “no podemos cubrir el costo de los insumos importados, que además, por el default de Argentina, tenemos que pagar al contado”. Sin embargo, en este punto reconocieron que las firmas multinacionales importan vía Brasil.
En tanto, una fuente de los supermercados señaló a este diario que los proveedores ya enviaron nuevas listas de precios con aumentos de entre un 30 y un 40 por ciento. “Hay de todo, algunos que realmente tienen mayores costos y los que siempre se suben”, se quejó. Además, los proveedores también demandaron plazos más cortos. Los ya tradicionales 90 días seredujeron en la mayoría de los casos a 20. Aunque los supermercados todavía pueden hacer valer su poder de compra, si el lunes el gobierno no logra estabilizar el dólar las precios en las góndolas dejarán de ser los mismos.

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Pablo Challú, secretario de Comercio, buscó una tregua con proveedores y supermercados.
 
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