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El ministro de Economía y Energía de Chile, Jorge Rodríguez Grossi, afirmó que la Argentina debe “sincerar” sus tarifas internas de gas. “Es imposible que en un esquema privado, como es el caso del gas argentino, se pueda aumentar la producción y se puedan aumentar las inversiones si quienes están arriesgando su dinero en esa aventura saben de antemano que van a perder plata”, opinó, cuestionando sin eufemismos la posición del gobierno argentino desde 2002 a la fecha.
La reacción del funcionario chileno es un reflejo de la reacción que provocó en Santiago la advertencia argentina de que podría interrumpir las exportaciones de gas para satisfacer la demanda interna. Rodríguez, siguiendo la interpretación de las empresas petroleras, explicó ayer en la capital trasandina que la crisis se produjo “porque se devaluó el peso y se congelaron las tarifas, entonces para la gente consumir gas es extremadamente barato y para los productores no resulta rentable”.
El ministro chileno había estado reunido en el fin de semana en Buenos Aires con el canciller, Rafael Bielsa, y autoridades del área energética. Al regresar a su país, señaló que “la Argentina, está mucho más preocupada que nosotros, ya que si no arreglan esta situación todo el proceso de crecimiento económico se va a frustrar”. Pero al mismo tiempo, dijo que el tema es “preocupante” para Chile, ya que genera desconfianzas. “Esto es una sombra en el camino de integración en el que hemos estado empeñados hace tantos años”, se lamentó.
Sin embargo, señaló que la crisis argentina no significará problemas de abastecimiento eléctrico en Chile. “Desde hace dos años el Gobierno viene tomando medidas para enfrentar una crisis en el hidrocarburo argentino”, indicó. “Instamos a las distribuidoras a instalar plantas para usar gas licuado volatilizado, y a las generadoras a que se convirtieran a petróleo, de manera que al final los sistemas tengan menos vulnerabilidad por cortes en la Argentina”. Sin embargo, recalcó que Chile va a seguir comprando gas natural argentino.
Las autoridades chilenas pidieron ayer tranquilidad a la población y aseguraron que no habrá desabastecimiento de electricidad ni gas. Lo hicieron a través de un comunicado oficial en el que se asegura que las medidas tomadas “permiten garantizar a la ciudadanía que tanto el suministro de gas residencial y, principalmente, el eléctrico no debieran afectarse por los contratiempos que genere la crisis del gas en la Argentina”.
Chile importa más de un 90 por ciento de su consumo de gas desde la Argentina, y el 37 por ciento de su generación eléctrica depende de ese combustible. La posibilidad de enfrentar racionamientos en los servicios eléctricos llevó a la Cámara de Diputados en Chile a convocar al ministro de Economía a una sesión especial que celebrará mañana. También el Senado consideraba realizar una sesión extraordinaria, para conocer las medidas del Gobierno.