ECONOMíA › LAS PROVINCIAS ACEPTARON LA PRIMERA EXIGENCIA DE LA MISION DEL FMI

Una bandera histórica del Fondo Monetario

El FMI está a punto de conseguir que haya una sola meta de déficit fiscal que englobe a Nación y provincias. Así, forzaría a las provincias a efectuar un drástico ajuste, que si no se cumple debería ser compensado con más recorte en la Nación.

 Por David Cufré

Una de las demandas históricas del FMI está a punto de ser cumplida. Jorge Remes Lenicov avanzó ayer en un acuerdo con las provincias para establecer metas de déficit fiscal globales. Es decir, hacia adentro la Argentina será un país federal, pero hacia afuera, asumirá un carácter unitario. A partir de ahora, los acuerdos con el organismo de crédito fijarán una sola meta de déficit, que integrará la evolución fiscal de la Nación y de los distritos del interior. De este modo, el FMI consigue que el gobierno central asuma el rol de auditor de las administraciones provinciales, un mecanismo de presión más eficiente para que los gobernadores practiquen los ajustes reclamados desde Washington.
“Nos han informado sobre la nueva modalidad de negociación con el Fondo Monetario Internacional para que haya un acuerdo conjunto sobre el déficit fiscal que englobe a la Nación y las provincias”, explicó el ministro de Economía de Córdoba, Juan Schiaretti, tras el encuentro con Remes Lenicov. Otros dos ministros provinciales confirmaron a Página/12 que hubo acuerdo en el nuevo mecanismo. Hace años que el FMI persigue el objetivo de una pauta de déficit fiscal consolidada. José Luis Machinea fracasó en su intento de convencer a los gobernadores de pasar a ese esquema cuando asumió como ministro de Economía de la Alianza, y previamente tampoco había tenido éxito Roque Fernández.
El FMI está obsesionado en la solvencia fiscal de las provincias. Uno de los puntos centrales de esta nueva ronda de negociaciones con el organismo es el ajuste en el interior y el retiro de patacones, lecor y demás cuasi monedas. Al fijar una meta unificada, el FMI se asegura que la Nación forzará a las provincias a mantener sus cuentas en orden. Y si no lo hace, deberá tener superávit para compensar el déficit de los distritos díscolos. Por tanto, en Washington se desentienden del tema y se limitan a controlar que la meta global se cumpla de acuerdo a lo convenido.
Desde las provincias se daban dos explicaciones para este cambio de postura histórico, por el cual los distritos del interior acceden a las imposiciones del organismo. Una versión surgió de los ministros que tienen sus cuentas en orden, como La Pampa, San Luis o Salta. Decían que están dispuestos a someterse al examen del FMI porque tienen equilibrio o superávit fiscal y que por ende no tiene sentido trabar la negociación. Del otro lado, en provincias como Buenos Aires, Córdoba o Río Negro, su situación es tan complicada que no tienen muchas más opciones que hacer los deberes para aspirar a un eventual socorro financiero.
Antes de reunirse con Remes Lenicov, los ministros de Economía de Buenos Aires, Gerardo Otero, de Córdoba, Juan Schiaretti, y de Santa Fe, Juan Carlos Mercier, mantuvieron encuentros en privado y por separado con la misión del FMI. Los dos primeros fueron los que recibieron los mayores cuestionamientos. Otero se defendió y contraatacó. Dijo que a pesar de la crítica situación social en la provincia, la administración Solá reducirá el déficit fiscal de 2900 a 1100 millones de pesos. Pero sostuvo que “ni nuestra provincia ni ninguna otra puede eliminar los bonos”. Por el contrario, le anticipó que la provincia pidió autorización a la Legislatura para emitir otros 500 millones de patacones, que se sumarán a los 1800 millones ya emitidos y a los 280 millones que se imprimirán en las próximas semanas.
Mercier, en tanto, sostuvo que Santa Fe no emitió bonos y que mantiene constante su deuda en los últimos dos años. Tanto él como Schiaretti le tiraron la pelota al gobierno nacional por no poder encaminar la situación económica, lo que impacta en sus distritos.
En la reunión con Remes Lenicov, los temas salientes fueron los que siguen:
- Coparticipación. Los ministros provinciales, con los de las provincias más grandes y La Pampa a la cabeza, reclamaron la coparticipación de las retenciones y del impuesto a las empresas beneficiadas con la pesificaciónde sus deudas. Remes Lenicov aceptó la coparticipación de este último gravamen, que será aprobado en breve por el Congreso, pero se negó a distribuir lo que se recaude de retenciones.
- Eliminación de cuasi monedas. Remes Lenicov planteó la necesidad de retirar los bonos provinciales, pero no fijó plazos. Su intención es conseguir apoyo financiero del FMI para que haya respaldo a una emisión de 5000 millones de pesos. Las provincias que no emitieron bonos exigen una compensación.

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Remes y su vice, Jorge Todesca, se reunieron con sus pares de las provincias.
 
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