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La línea blanca separa a los empresarios de Brasil y Argentina

Hoy se reunirán en Buenos Aires para negociar un pacto de cupos. Sony Brasil adelantó que suspende envíos de televisores. Roberto Lavagna busca bajar el nivel de la confrontación.

Los empresarios brasileños y argentinos del sector electrodomésticos intentarán hoy, bajo el auspicio de ambos gobiernos, encaminar la crisis iniciada la semana pasada. Los argentinos jugarán de local y anoche, antes de que sus colegas del país vecino emprendieran vuelo hacia Buenos Aires, lanzaron una advertencia: “Que vengan con números razonables”, reclamó Hugo Ganín, en representación de los fabricantes de artefactos a gas. Veinticuatro horas antes del comienzo de las tratativas, la multinacional Sony tiró un bombazo: aseguró que se paralizaron sus ventas de televisores y electrónicos a la Argentina por las últimas restricciones implementadas por el Gobierno.
El anuncio lo hizo el titular de Sony Brasil, Minoru Itaya. Justificó la decisión en que Roberto Lavagna impuso un arancel específico del 21 por ciento a los televisores que llegan desde Manaos, la ciudad franca brasileña. “(La medida) cambia completamente nuestra competitividad”, argumentó el empresario al realizar el anuncio.
Sony Brasil exportó a la Argentina por 3 millones de dólares el año pasado y preveía ventas por 15 millones para el 2004. Itaya quitó relevancia a esa expansión. Descartó despidos en la planta brasileña –aun en el caso de que no pudiesen redireccionar esos envíos–, ya que se trata de un volumen de ventas muy bajo. Sony, no obstante, es una de las marcas líderes en la Argentina. Mientras tanto, desde la filial argentina dejaron trascender que el abastecimiento desde San Pablo era, por el momento, normal.
En conferencia de prensa, el ministro Lavagna dedicó tiempo a bajarle el tono a la pelea con Brasil. Se mostró optimista de que los empresarios encuentren una solución y puso como ejemplo lo sucedido en el rubro textil a comienzos de año. Después de que el Gobierno anunciara medidas de protección para esa industria, luego los fabricantes sellaron un acuerdo bipartito que puso fin a la disputa. “Esperamos estar en condiciones de levantar las restricciones a los electrodomésticos”, apuntó el titular del Palacio de Hacienda.
Ante la insistencia de los periodistas brasileños, Lavagna minimizó las tensiones con el socio en el Mercosur. “No hay ningún conflicto”, definió, tras lo cual insistió con la postura mostrada en los días anteriores: “Cuando dos países tienen intensas relaciones comerciales, como los nuestros, ocurren este tipo de situaciones” (de tensión), reseñó. Acto seguido, calificó de “fábula” la interpretación de que existe un conflicto entre ambos países que podría terminar con el Mercosur. Esta fue la manera del ministro de salir al cruce de varios medios brasileños que dieron por muerto al Mercosur en sus últimas ediciones.
La decisión de que sean los privados quienes intenten una solución de la puja comercial fue lanzada el último jueves, en medio de la cumbre presidencial del Mercosur. Esa instancia dejó en suspenso la aplicación de las medidas de protección.
La reunión de los empresarios contará con la presencia de funcionarios de máximo nivel de ambos países. Por el lado argentino se sentará a la mesa el secretario de Industria argentino, Alberto Dumont. Desde Brasilia viajará el secretario de Desarrollo, Marcio Fortes.
La posición de los argentinos quedó expresada con dichos de Ganín, de la cámara de artefactos a gas: que el tope a las cocinas brasileñas sea equivalente al 18 por ciento del mercado, del 30 por ciento en heladeras y del 20 por ciento en lavarropas.
Según las cifras oficiales, en la actualidad las cocinas brasileñas abarcan el 30 por ciento del mercado, relación que salta al 51 por ciento en el caso de los lavarropas y al 62 por ciento en las heladeras. La idea de los empresarios argentinos es retrotraer las proporciones de productos brasileños a lo que sucedía durante los años ’90.
Desde el punto de vista político, los empresarios brasileños criticaron ácidamente al gobierno de Lula da Sila. Lo están acusando de “exceso de diplomacia”. “Me extraña que aún no tengamos una reacción mucho más firme.Tenemos que endurecer y marcar posición”, dijo el vicepresidente de Philco Brasil, Claudio Vita, a la agencia de noticias italiana Ansa. La empresa CCE, líder en Brasil, reclamó a Lula “ir hacia adelante”. Un reclamo similar partió desde Electrolux. Defienden un mercado que les está siendo muy provechoso: el año pasado colocaron en Argentina nada menos que medio millón de lavarropas, heladeras y cocinas.

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Lavagna apuesta a que el sector privado de electrodomésticos alcance un acuerdo como los textiles.
 
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