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A cuatro días del cierre del canje de deuda se consolida el optimismo del Gobierno sobre el resultado de la operación. El presidente Néstor Kirchner instó a los ahorristas a aceptar la propuesta, porque “será la última”, mientras que el ministro Roberto Lavagna se limitó a decir que el canje “marcha con normalidad”. La aceptación en el mercado doméstico ya llega al 90 por ciento.
Kirchner consideró que el canje “está avanzando día tras día, paso a paso. Les digo que quedan cuatro días, que se presenten, porque no hay otra oferta”. “Se los digo con todo cariño, me duele en el alma, pero tenemos que venir a remediar el endeudamiento que generaron otros”, aseguró el Presidente (ver aparte).
Por su parte, Lavagna agregó escuetamente que “la marcha del proceso es normal y termina el viernes 25, como estaba previsto”.
El feriado en Estados Unidos habría incidido ayer en un escaso número de grandes operaciones, las que se esperan comenzarán a producirse en gran número a partir de hoy. La entrada en la recta final supone el ingreso de los grandes tenedores, como los fondos de inversión, que como se había previsto esperarían hasta último momento para entrar. Precisamente para evitar congestiones de última hora, algunos bancos anunciaron que cerrarían la recepción de los viejos bonos este miércoles. Independientemente de estas cuestiones formales, se esperan días agitados.
Las cifras de adhesión conocidas hasta el momento y las proyecciones de los bancos internacionales llevaron a que en Italia, la plaza que, al menos en el discurso, aparecía como más díscola comenzara a aceptarse que la operación será exitosa. Así lo reconoció el abogado Mauro Sandri, uno de los tantos autodenominados representantes de bonistas de la península.
Desde Londres, el ex presidente del Banco Central y actual funcionario del Banco de Inglaterra Mario Blejer aseguró que la aceptación podría llegar al 85 por ciento, la misma cifra que estimó el departamento de mercados emergentes del Deutsche Bank. Blejer se congratuló de haber previsto ya hace un año que el resultado final de la operación superaría el 80 por ciento. Al momento de explicar los números, con estricta lógica de banquero, sostuvo que “esto es una operación financiera, no es una operación ideológica”. Lo que potenció el resultado no fue “sólo la oferta en sí, sino algunos factores” externos. “La tasa de interés internacional está muy baja y la liquidez está muy alta”. Además, “la búsqueda de rendimiento y la toma de riesgo se encuentran en un nivel inédito, y los bonos de los mercados emergentes están en niveles muy altos”. El también ex funcionario del FMI agregó que “hubo un convencimiento por parte de los bonistas de que la vía judicial es bastante estéril y el Gobierno pudo convencer a la mayoría de ellos de que esto es más o menos lo que se podía pagar”, concluyó.
Ayer, el índice de acciones líderes Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cerró con un baja del 1,5 por ciento, hasta situarse en 1534 puntos. El freno se produjo luego de las fuertes subas de los días pasados que acompañaron la euforia por los buenos resultados del canje. El volumen de negocios operados en acciones totalizó 92,5 millones de pesos (31,5 millones de dólares), con un balance de nueve alzas, 41 descensos y nueve títulos sin cambios en su cotización.
En el mercado de divisas, el precio del dólar se mantuvo estable y cerró a 2,89 pesos para la compra y a 2,93 pesos para la venta.