ECONOMíA › ECONOMIA BUSCA EVITAR PRESIONES PARA
NEGOCIAR ENDURECIENDO EL DISCURSO

“Sin el FMI también puede haber vida”

La sentencia fue pronunciada por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, ante una concurrencia de banqueros y analistas financieros. Es una forma de decir que la Argentina no está obligada a sentarse a negociar.

 Por Claudio Zlotnik

“Puede haber vida sin el FMI. Aun reconociendo que esa vida puede ser difícil.” La aseveración, pronunciada ayer por Guillermo Nielsen al cierre de un seminario que reunió a los principales financistas, sin dudas marca el tono de las inminentes negociaciones con el organismo. Leonardo Madcur, otro de los funcionarios de la mesa chica del Palacio de Hacienda, fue más allá: aseguró que Economía cuenta con los recursos para pagarle al Fondo Monetario todos los vencimientos de este año, por lo que no habría ningún apuro en cerrar trato.
Los funcionarios que negociaron la reestructuración de la deuda, con Roberto Lavagna a la cabeza, participaron ayer de un seminario organizado por el diario especializado El Cronista, justamente, para analizar aquel proceso. En ese marco, se hizo un repaso de toda la negociación. Y los funcionarios de mayor rango político aprovecharon para lanzar fuertes críticas al FMI y a las asociaciones de acreedores. No se hicieron referencias a qué sucederá con los bonistas que rechazaron el canje, un 14 por ciento del total. El Fondo Monetario viene reclamando que se los incluya en una solución.
En su discurso, el ministro de Economía fue crítico del organismo (ver nota aparte). Pero el más duro fue Nielsen. El secretario de Finanzas dijo que una de las lecciones que había dejado la crisis argentina es que “cualquiera sea la postura que adopte el FMI (de ahora en más), debe ser coherente y predecible. Fue lo que faltó en el caso argentino, desde el principio hasta el final del proceso”.
El amplio salón del Hotel Hilton estaba completo por alrededor de 300 financistas que habían sido invitados para analizar la reestructuración de la deuda. Seguían con atención el discurso leído por Nielsen. Algunos sonreían con los párrafos más ácidos. Curiosamente, había banqueros y operadores que parecían aprobar las partes más duras. Como cuando reveló que “algunos directores del FMI buscan utilizar al organismo” para lavar las responsabilidades políticas en sus respectivos países. Sin entrar en detalles, hacía referencia a directores como el italiano, que expuso las posiciones más duras contra la Argentina en medio de las presiones de los pequeños bonistas de su país.
Al momento de las conclusiones, Nielsen dijo que “la falta de apoyo” del FMI a la reestructuración de la deuda “demuestra que puede haber vida sin el FMI. Aun reconociendo que esa vida pueda ser difícil. Esto se ve no sólo por el éxito del canje sino por la vuelta gradual y responsable de la Argentina a los mercados financieros”.
Previamente, Madcur, secretario de Coordinación Técnica, había sugerido que el Gobierno dispone de caja para cumplir con el Fondo sin necesidad de apurar un acuerdo. “No hay una limitación en lo financiero”, aseguró. Al respecto ofreció algunas precisiones: “Si se siguen superando las pautas de recaudación se podría modificar el Presupuesto a través de un DNU (decreto de necesidad y urgencia) y pagarle al FMI con fondos propios”.
Sin contar los pagos surgidos por la deuda reestructurada, el Gobierno precisa financiamiento por unos 5700 millones de dólares hasta fines de año. De ese total, las obligaciones con el Fondo alcanzan a 1700 millones, a los que deben sumarse 800 millones de deuda impostergable con el Banco Mundial y el BID.
Ya está establecido que una pequeña porción se conseguirá en el mercado voluntario de crédito. Justamente, esta tarde Economía colocará en el mercado 1000 millones de pesos en Boden 2014. Se espera que la tasa real ronde el 5,7/5,8 por ciento anual. El programa monetario ya aprobado incluye otros 2000 millones de pesos y 1000 millones de dólares. Una parte de este total ya se colocó. “Las emisiones de deuda son algo muy estratégico, que se va decidiendo en función de cómo está el mercado”, señaló Madcur, desechando dar precisiones sobre la estrategia oficial. El Gobierno está dispuesto a jugar cada vez más fuerte en tanto el FMI insista con sus condicionalidades (dejar caer la cotización del dólar y aumentar las tarifas) para firmar un acuerdo.

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Lavagna y Nielsen,
distendidos, al ingresar al seminario sobre la deuda.
 
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