ECONOMíA

Los sueldos en blanco le ganan a la inflación, el resto pierde por mucho

Según el Indec, por primera vez desde la crisis, en agosto volvieron a caer los salarios en negro. Empleados informales y públicos corren muy atrás de los precios. En el Ministerio de Trabajo desautorizan los números del organismo oficial.

 Por Maximiliano Montenegro

El índice salarial que elabora el Indec aumentó 1,52 por ciento en agosto y acumula en lo que va del año 14 por ciento. Así, al igual que en el 2004, los salarios reales crecen o, en otras palabras, los salarios nominales le ganan a la inflación. Sin embargo, la situación no es pareja para todos, porque mientras los sueldos en blanco lideran por lejos esa carrera, los haberes en negro y los públicos vienen muy rezagados. Más aún, según el Indec, en agosto, por primera vez desde el 2002, los salarios “no registrados” habrían caído 0,9 por ciento; y, revirtiendo la tendencia iniciada el año pasado, este año vuelven a perder poder adquisitivo. Vale recordar que los empleados en negro constituyen casi la mitad de los ocupados en el sector privado. En el Ministerio de Trabajo desestiman esa información y aseguran que el índice salarial que confecciona el instituto oficial de estadísticas no mide adecuadamente la evolución de los ingresos en el sector informal de la economía.
El aumento del índice salarial oficial no es una buena noticia para todos, ya que de él depende también el CVS (Coeficiente de Variación Salarial), con el que se actualizan los créditos hipotecarios para vivienda única tomados antes de la devaluación. En agosto, dicho coeficiente subió 2,05 por ciento y en los primeros ocho meses del año suma un 16 por ciento.
Como se dijo antes, el índice de salarios creció 1,52 por ciento en agosto. Pero en Argentina la segmentación del mercado laboral determina que existen trabajadores de primera y de segunda y sus remuneraciones varían notablemente según el sector de que se trate:
- La mejora de los salarios en blanco fue del 2,27 por ciento y ya aumentaron en el año 18,5 por ciento. Si la comparación se hace desde la salida de la convertibilidad, la suba computada por el Indec es de 78 por ciento, es decir, 10 puntos por arriba del avance del índice de precios al consumidor (68,8 por ciento).
- Muy diferente es la situación de los trabajadores en negro. En agosto, el índice cayó 0,9 por ciento pero, como se verá más adelante, esa información es cuestionada por el propio Ministerio de Trabajo. Como sea, desde enero habría crecido apenas 4,4 por ciento, y desde diciembre de 2001 sólo 22,7 por ciento.
- En una situación similar estarían los empleados públicos. Si bien el índice mostró un incremento del 1,37 por ciento en agosto (merced a los aumentos otorgados en diversas reparticiones y organismos descentralizados de la administración nacional), el repunte en el año fue de 8 por ciento (similar a la inflación), y desde la devaluación de sólo 21,5 por ciento.
- Así, tanto los trabajadores en negro como los empleados públicos perdieron más de un tercio del poder de compra que tenían antes de la salida de la convertibilidad, cuando no su posición económica no era precisamente holgada.
- Para peor, siempre de acuerdo con la información del Indec, los trabajadores en negro estarían de vuelta en el tobogán, desalentando toda expectativa de progreso. A diferencia del año pasado, cuando sus ingresos empezaron a “ganarle” a la inflación, en el 2005 vuelven a resignar poder adquisitivo.
En el Ministerio de Trabajo desautorizan las cifras del Indec. “Ese índice de salarios está mal elaborado, no sirve. Tiene un defecto en su estructura que ya conversamos con los técnicos del Indec, pero todavía no lo modificaron”, dijo a este diario un funcionario que responde al ministro Carlos Tomada. “No tiene ninguna lógica que caigan los salarios en negro, justo después del anuncio de aumentos en el salario mínimo, que si bien son para el sector formal, siempre tiran para arriba las remuneraciones en negro”, agregó. “Las remuneraciones de los trabajadores no registrados durante este año crecen tanto como las de los no registrados. Eso es lo que arrojan los datos de la encuesta permanente de hogares, sobre los cuales no hay controversia”, explicó la fuente.Según el funcionario, que prefirió mantener el anonimato para no desatar un conflicto institucional, los técnicos del Indec “hacen un galimatías estadístico para calcular los salarios en negro” que no reflejaría la realidad.
Al margen de los salarios, los funcionarios de Trabajo destacan, además, una importante caída en el empleo en negro, que todavía alcanza al 46 por ciento de los ocupados en el sector privado.
“De los puestos netos creados en el último trimestre, el 90 por ciento son en blanco”, afirman. Y ensayan los siguientes argumentos para explicar la tendencia:
- El patrón de crecimiento de la economía: “Hoy está mucho más volcado a industria, liderado por empresas de mayor visibilidad. Cuando era un patrón más de servicios o cuentapropista, como durante la salida del Tequila, era lógico que se expandiera el negro. De hecho, en la industria la tasa de informalidad es la mitad que en el resto de la economía”.
- El boom de ventas motorizado por la clase media: “En el comercio se reactivan negocios formales, como supermercados, casa de ventas de electrodomésticos o sho-
ppings, donde el negro es mucho menor que en el resto de los comercios”.
- La recuperación de la tasa de ganancia de las empresas: “Como no pueden negrear el 80 por ciento de su facturación, al registrar más ventas inexorablemente deben declarar más gastos, como salarios, para pagar menos Ganancias”.

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Ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Enojado con el índice de salarios del Indec.
 
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