ECONOMíA › ESCASA ADHESION A LOS BODEN 2005. AMPLIARAN EL MENU DE TITULOS A CANJEAR

Plata no hay, pero bonos no le van a faltar

El ministro de Economía relanzaría hoy el plan de canje de cuentas a la vista por bonos, ante el fracaso en la primera convocatoria. Sólo el 3 por ciento de los depositantes hizo opción. Las firmas podrán cancelar deudas bancarias con los nuevos Boden, como una forma de hacerlos más atractivos.

Roberto Lavagna anunciará esta tarde nuevas opciones para el Plan Bonos. Tras la escasa adhesión de la fase inicial del programa –no más del 3 por ciento de los ahorristas optaron por los Boden 2005–, el ministro quiere ampliar el menú de títulos públicos a canjear por los depósitos acorralados. Según trascendió, las empresas podrán pagar sus deudas bancarias con los nuevos Boden, lo que redundaría en una mejora en el precio de mercado de esos bonos y por lo tanto en un beneficio para los ahorristas. Junto con el relanzamiento del plan, Economía redoblará la presión para que haya “una urgente resolución política” para el tema de los amparos.
Los datos definitivos del canje por el Boden 2005 se anunciarán hoy a las cuatro de la tarde. Una recorrida de Página/12 por los principales bancos de plaza concluyó que la adhesión de los ahorristas fue muy pobre. En el Galicia, por caso, sólo el 0,5 por ciento de los depósitos en cuentas a la vista habilitados para el canje fueron canjeados. En los cálculos preliminares del Río-Santander, la proporción rozaba el 0,8 por ciento, lo mismo que en el HSBC. En el BBVA Francés habría alcanzado al 0,5 por ciento. Más importante fue el volumen canjeado en las entidades financieras suspendidas, como en el Scotiabank. En tanto, la cotización del dólar para la operación de canje rondaría entre 2,0 y 2,15 pesos.
En la city creen que el fracaso del Boden 2005 implicaría un mayor goteo del corralito, y por ende una mayor presión sobre el tipo de cambio, a menos que Economía adopte medidas adicionales. El propio Lavagna desmintió ayer que estuviera pensando en un canje compulsivo, tal cual lo reclaman los banqueros y el Banco Central. En cambio, allegados al ministro reconocieron que esta tarde se anunciarán nuevas opciones para tentar a los ahorristas. Una de ellas sería la posibilidad que las compañías paguen los créditos tomados con los Boden. De esa manera, la eventual mayor demanda elevaría el valor de mercado de los títulos, y los ahorristas se verían menos perjudicados. Otra cuestión evaluada anoche por el ministro era relanzar la posibilidad de adquirir autos nuevos con los Boden, una medida ya anunciada, pero nunca reglamentada por la oposición del BCRA. “Hay que dar oportunidad de usar la plata encerrada”, dijeron cerca de Lavagna a este diario.
La duda que tenía Lavagna era incluir esa medida a pesar de que implicaría un mayor drenaje desde el corralito. Un tema que lo preocupa. Anoche, cerca del ministro advirtieron, en diálogo con este diario, que podría darse una nueva escalada del dólar si no se encontraba una rápida “solución política” a los amparos judiciales. En este punto, existe coincidencia entre Economía y el Banco Central. En junio, la fuga de depósitos por los amparos trepó a 1008 millones de pesos. Según los datos que maneja Lavagna, ese monto resultó un 25 por ciento superior al promedio de los meses anteriores. Si bien los funcionarios no lo dicen en público, esperan que el Ejecutivo llegue a un acuerdo con la Corte Suprema para que los magistrados avalen el corralito. Lavagna le envió una carta a Aldo Pignanelli comentándole esta preocupación, antes de que el titular del Central tomara el avión rumbo a Basilea.
En la conferencia de hoy, seguramente, Lavagna se despegará del fracaso del Boden 2005. Para el ministro, la escasa adhesión al plan indica que “la gente no quiere bonos. Prefiere esperar a tener los pesos en la mano. Por eso es impensable un canje compulsivo al estilo Plan Bonex. Al contrario, debemos perfeccionar el sistema de opciones. Y en eso estamos trabajando”, razonó un funcionario en diálogo con Página/12.
El resultado del canje y la marcha del programa monetario comenzará a ser evaluado pasado mañana por una nueva misión técnica del Fondo Monetario, encargada también de analizar la futura reestructuración del sistema bancario. En vista del pobre resultado de la fase inicial del Plan Bonos, el subsecretario de Financiamiento, Leonardo Madcur, aseguró que “para los bonos de largo plazo hay mayor interés de los ahorristas”. El plazo para decidirse por los títulos o mantenerse con el depósito reprogramado termina el próximo martes 16. “Hay bastantes consultas en los bancos”, añadió el funcionario. Fuentes de diversos bancos extranjeros estimaron que un 15 por ciento de los ahorristas escogería los bonos. De ser así, el objetivo oficial quedaría igualmente insatisfecho: en el Banco Central estimaron que un 30 por ciento de los ahorristas se inclinará por el Boden 2012 y un 15 por ciento por el Boden 2007 en pesos.

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Los ahorristas prefieren esperar, aunque sea de rodillas, que le devuelvan sus depósitos. Los Boden no tuvieron adhesión.
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