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La Banca Nazionale del Lavoro (BNL) se despega de la Argentina. Desde Roma, su consejo directivo comunicó oficialmente que suspendió sus inversiones en la Argentina. Y determinó “retirarse progresivamente de las residuales marginales inversiones presentes en el área latinoamericana”. Sin embargo, Carlos Martínez, director de la entidad financiera desestimó, en diálogo con Página/12, que esa decisión signifique que el BNL se vaya de la Argentina.
Para el grupo italiano, sus negocios en la Argentina representan el 10 por ciento del total a nivel global. “En este país no somos marginales ni residuales”, señaló Martínez. “No nos vamos”, reiteró, buscando diferenciarse de otros grupos extranjeros que ya pegaron el portazo, como el canadiense Scotiabank y el francés Crédit Agricole. Otra alta fuente de la entidad financiera dijo a Página/12 que la casa matriz estaría evaluando las ventas de algunas de sus filiales en Latinoamérica. En la lista figurarían la sucursal en Brasil, en primer lugar, y la uruguaya, en segundo. Entre ambos puntos trabajan apenas 100 personas, mientras que en la Argentina lo hacen unas 2600. La fuente admitió que como “marginal y residual” podría incluirse a la compañía de seguros Juncal, que saldría a la venta en los próximos meses. El plan de achicamiento abarca acciones a aplicar entre este año y 2005.
El fundamento central de la decisión de los italianos fue muy concreto. No quieren que las calificadoras de riesgo internacionales les bajen el pulgar degradándoles las notas. Eso ya les ocurrió a otros grupos financieros en el pasado cercano. La causa: su alta exposición en la Argentina de la crisis. Al grupo BNL le importa, y mucho, que no le vaya a ocurrir nada malo ya que se encuentran en medio de un proceso de fusión con su colega Monte dei Paschi. “Se despegan de la Argentina para mostrarse sanos en medio de las negociaciones”, comentó un financista cercano a la entidad italiana.
A diciembre del año pasado, el BNL se ubicaba décimo en el ranking por depósitos, con 2130 millones de pesos-dólares. Y esta semana se informó que fue una de las entidades más exitosas en el Plan Bonos, con un 34 por ciento de adhesión, por un total de 450 millones de pesos, lo que le permitió sanear su balance.
Para desactivar cualquier posibilidad de irse del país, en el BNL argumentan dos cosas: el fuerte vínculo comercial con las empresas de origen italiano (la más grande es Fiat Auto) y el pago de 65 mil jubilaciones de ciudadanos italianos todos los meses. “Tienen un mercado cautivo. Sería sorprendente que lo dejaran”, apuntó un analista.
“Nuestra intención es participar de la reforma del sistema financiero”, agregó el directivo Martínez, con la intención de dar una fuerte señal de que se quedarán en la Argentina. Durante la crisis, el BNL no recibió redescuentos por parte del Banco Central y contaría con liquidez suficiente para enfrentar una eventual corrida. “Esperemos que eso no suceda”, se esperanzó Martínez. Por la crisis, el banco previsionó en su balance un total de 1100 millones de pesos.