EL MUNDO › EL PRESIDENTE FRANCéS LE DIO STATUS DE INTERLOCUTOR POLíTICO AL LíDER GUERRILLERO DE LAS FARC

Sarkozy le pidió a Tirofijo por Betancourt

Además de dirigirse al “señor Marulanda”, el presidente francés le pidió a su par colombiano que cese las operaciones militares en el Sur para mandar una misión humanitaria que atienda a Ingrid Betancourt, que se encuentra en huelga de hambre y rehúsa medicamentos.

 Por Eduardo Febbro

Desde París

Un nuevo mensaje del presidente francés dirigido al jefe de las FARC y una misión médica francesa rumbo a Colombia parecen acelerar un desenlace que puede conducir a la liberación de la franco-colombiana Ingrid Betancourt y de otros dos rehenes cuyo estado de salud es alarmante. Por segunda vez en los últimos tres meses, Nicolas Sarkozy se dirigió al jefe histórico de las FARC con el tono de “Señor Marulanda” y con un contenido que hace de Marulanda un interlocutor político posible. Sarkozy le dice a Marulanda: “Espero de usted una prueba de humanidad sin la cual todo se volverá a empantanar de nuevo. Puesto que basta con una decisión de su parte para salvar a una mujer de la muerte y preservar la esperanza de todos los que siguen detenidos, tome esa decisión, libere a Ingrid Betancourt”.

El presidente francés agrega en el mensaje que la mujer secuestrada hace más de cinco anos “está en peligro de muerte inminente, no tiene fuerzas para resistir un cautiverio interminable que se hunde en la tragedia”. Ayer martes, el presidente del comité de apoyo a Ingrid Betancourt (CSIB), Arnaud Mangiapan, reveló que según fuentes relativamente seguras Ingrid Betancourt “empezó una huelga de hambre el 23 de febrero”. Esta información completa un relato semejante difundido el lunes 31 de marzo por la cadena radial Caracol. La emisora, basándose en fuentes de los servicios secretos, asegura que la ex candidata presidencial estaba en huelga de hambre y rehusaba tomar los medicamentos. En el texto grabado por el jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy, invita abiertamente a Manuel Marulanda a pensar un esquema en función de una negociación política futura, de la cual Francia se hace partícipe y garante. Sarkozy constata que las liberaciones de los rehenes que se produjeron desde principios de año “hicieron renacer la esperanza” y luego asegura que esas mismas liberaciones “demostraron que era posible desbloquear la situación” y que, por consiguiente, “es preciso sacar partido de esa dinámica”. Sarkozy interpela a Marulanda diciéndole que “torne comprensible” su discurso, que abra “perspectivas para la paz” y que no pierda la oportunidad porque “ahora usted tiene cita con la historia”. En esa cita eventual, el mandatario advierte: “Francia está y estará movilizada para un acuerdo humanitario. No deje pasar la ocasión que se presenta. Sería un error político grave además de una tragedia humanitaria”.

Sarkozy no puede ser más explícito con la forma en que le tiende la mano al “Señor Marulanda”. Su intervención pública se suma al avión con equipos médicos que Francia envió “por las dudas” el fin de semana pasado a la Guyana y a la conversación que Sarkozy mantuvo ayer con el presidente colombiano, Alvaro Uribe, y durante la cual le anunció que París enviaba a Colombia una misión humanitaria. Sarkozy le pidió que suspendiera las operaciones militares en el sudeste del país a fin de que el éxito de la misión para atender a Ingrid Betancourt y otros rehenes no se vea comprometido. Uribe respondió de inmediato a esa solicitud y anunció que aceptaba la propuesta de Sarkozy: “Una vez nuestras autoridades competentes sean informadas por la misión humanitaria sobre las coordenadas del sitio donde deben ingresar (...), suspenderemos allí las acciones militares”, dijo Uribe luego de haber hablado por teléfono con Sarkozy.

París no precisó si la misión ya estaba rumbo a Colombia, pero el secretario de Estado francés para Ultramar, Yves Jégo, declaró a una emisora francesa que había medios aéreos listos en Guyana para intervenir “en cuanto se produzca un signo”. Durante la última semana los signos de algo inminente se han multiplicado sin que, hasta ahora, se haya movido algo verdaderamente concreto. La Federación internacional de comités Ingrid Betancourt admitió que tenían muchas informaciones, pero que no llegaban a “verificarlas”.

La única voz que emergió de las FARC es la de Iván Márquez, uno de los hombres de las FARC que participó en todo el proceso de la liberación de los rehenes y que estuvo en Caracas en el Palacio de Miraflores junto a Rodrigo Granda, el hombre de las FARC que Uribe liberó a pedido de Nicolas Sarkozy. En una entrevista de Márquez difundida hace unos días por la Agencia Bolivariana de prensa ABP, Márquez cita a Marulanda y dice que el operativo del ejército colombiano organizado en Ecuador y en el cual murió el número dos de las FARC, Raúl Reyes, complicó “seriamente” las cosas. Según Marulanda citado por Márquez, al matar a Reyes las autoridades colombianas “comprometieron gravemente el intercambio de prisioneros y la paz”. Iván Márquez también revela ahí que el ataque contra el campamento donde se encontraba Reyes hizo fracasar “un encuentro con la delegación francesa para explorar la liberación de Ingrid”. Si hoy hay negociaciones en curso, la discreción es un muro impenetrable. Sin embargo, trascienden algunas señales que marcan una ruta.

Ayer, el primer ministro francés, François Fillon, reafirmó lo que había puesto sobre la mesa el domingo pasado: la posibilidad de que, dentro del intercambio, Francia reciba a guerrilleros de las FARC actualmente presos en Colombia: “Entre las propuestas que hicimos está la que consiste en recibir en el territorio francés a miembros de las FARC prisioneros del gobierno colombiano bajo el estatuto de refugiados políticos”.

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Sarkozy se dirigió directamente al líder de las FARC y le pidió que facilitara la liberación de la rehén Ingrid Betancourt.
Imagen: AFP
 
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