EL MUNDO › MEGAATENTADO TRAS EL TRASPASO DEL CONTROL DE BAGDAD A TROPAS IRAQUíES

De Zona Verde a zona roja

Un kamikaze hizo estallar un cinturón de explosivos en medio de un almuerzo de jefes tribales en un suburbio de la capital, que, al igual que la Zona Verde, era custodiado hasta hace dos días por el ejército de Estados Unidos.

Irak se vio conmocionada ayer por un atentado suicida en una reunión de jefes de tribus sunnitas, que dejó un saldo de al menos 23 personas muertas y otras 72 heridas. Esto sucedió un día después de que las tropas de Estados Unidos transfirieran a las fuerzas iraquíes la seguridad de un área clave de Bagdad, la llamada Zona Verde.

El kamikaze, identificado como Amin al Karghuli, que era buscado por la Justicia, hizo estallar el cinturón de explosivos que llevaba en medio de un almuerzo de jefes de tribus en Yusufiya, una pequeña ciudad a 25 km al sur de Bagdad, informó el general Qasem Ata, portavoz de las operaciones de seguridad en la provincia de Bagdad.

“Veintitrés personas murieron y al menos 72 resultaron heridas”, afirmó el general Ata. “El kamikaze pertenecía a la misma tribu que el jeque que había convocado el almuerzo y era un allegado del jefe de la tribu”, agregó el vocero militar.

Una fuente del Ministerio del Interior iraquí cifró los muertos en 30 y los heridos en 110. Por su parte, el ejército estadounidense señaló la existencia de 21 muertos y 33 heridos, según “un informe inicial no confirmado” pero elaborado a partir de “fuentes iraquíes”. Todos los muertos formaban parte de la misma tribu sunnita, según Ata.

La bomba estalló en la población de Yusufiya, unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, en la casa del jeque Mohamed Abdul Saleh al Kargouli, quien había invitado para el almuerzo a otros dirigentes tribales para superar las diferencias que existían entre ellos. La coincidencia en los apellidos del anfitrión del almuerzo y del suicida puede implicar un parentesco o su pertenencia a la misma tribu.

Entre las víctimas había representantes de la milicia progubernamental Consejos de Salvación, unos grupos de defensa creados en varias zonas de Irak para combatir a los rebeldes y que progresivamente están siendo incorporados a las fuerzas regulares. Informaciones precedentes hablaban de un consejo de “sahwa”, es decir, de ex insurgentes mayoritariamente sunitas que actualmente luchan contra Al Qaida en Irak.

Yusifiya está situada en una región mayoritariamente sunita, al sur de Bagdad, conocida con el triste nombre de “triángulo de la muerte” debido a la violencia que azotó esa zona en los últimos años. Los otros vértices de ese triángulo son las poblaciones de Mahmudiya y Latifiya.

Pese a una notable disminución de la violencia desde finales de 2007, los atentados siguen siendo casi diarios en Irak y la comandancia del ejército estadounidense considera que los grupos insurgentes y Al Qaida aún tienen capacidad de cometer “ataques de gran envergadura”. El 11 de diciembre, un atentado suicida en un restaurante cerca de Kirkuk (norte) causó 55 muertos y 95 heridos.

El atentado de ayer se produjo un día después de una serie de actos calificados oficialmente como “históricos” y que permitieron a Irak recibir zonas claves de Bagdad que hasta ahora estaban bajo control de las fuerzas militares estadounidenses. Entre las áreas transferidas se encuentra la llamada Zona Verde, el área más fortificada de Bagdad, de unos diez kilómetros cuadrados, donde están el gobierno iraquí, la delegación de la ONU en Irak y las embajadas occidentales. Irak también recibió de Estados Unidos un antiguo palacio presidencial del fallecido Saddam Hussein que estaba siendo usado como cuartel general de las fuerzas militares multinacionales y como sede provisional de la embajada de Estados Unidos.

“Tenemos el derecho de considerar esta fecha como un día clave para el restablecimiento de nuestra soberanía, y el comienzo de la recuperación de cada pulgada de nuestro suelo”, afirmó el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, al referirse a esos traspasos. Asimismo, las tropas británicas entregaron ayer a las fuerzas iraquíes el aeropuerto de la ciudad suroriental de Basora, una de las más estratégicas del país y la única puerta de acceso de Irak al golfo Pérsico.

La ONG británica Iraq Body Count subrayó en su último informe de la pasada semana que las formas de violencia evolucionan y que los “sahwa” son cada vez más el blanco de atentados. Según Iraq Body Count, 549 “sahwa” murieron entre octubre de 2007 y noviembre de 2008, sobre todo en atentados suicidas. En diciembre, 316 personas –entre civiles y policías– murieron en episodios de violencia en Irak. Esta cifra es la más baja desde hace casi tres años.

Un total de 6772 iraquíes murieron en 2008 frente a los 17.430 de 2007, según un balance establecido por la AFP basándose en las cifras ministeriales iraquíes.

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Un soldado observa tras la ceremonia de traspaso en la Zona Verde de Bagdad.
Imagen: EFE
 
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