EL MUNDO › EN UN DISCURSO ANTE EL PARLAMENTO TURCO, OBAMA UBICó A ANKARA COMO UN ALIADO DE WASHINGTON

“No estamos en guerra con el Islam”

El presidente norteamericano le dirigió la frase al mundo musulmán. De visita en Turquía, habló de la matanza de los armenios y de las dificultades de la minoría kurda. Y pidió a la Unión Europea que admitiera a ese país como miembro.

 Por Patrick Cockburn *

Desde Estambul

“Me gusta Obama porque es medio musulmán, y todos aquí odiaban a Bush por lo que hizo en Irak”, dijo Kassim, un conductor turco, mientras pasaba delante del palacio otomano sobre el Bósforo, donde Barack Obama debe hablar hoy. Obama ya hizo un esfuerzo por restaurar a Turquía a su posición previa como aliado clave de Estados Unidos en la región. Las relaciones se agriaron después de que los turcos se negaran a unirse a la invasión de Irak de 2003 liderada por Estados Unidos.

Ayer, en un discurso ante el Parlamento turco, Obama buscó a Turquía como aliado y al resto del mundo musulmán, asegurando que Estados Unidos “no está y nunca estará en guerra con el Islam”. Kassim ya había decidido que no importaba cuál era la religión de Obama. Lo que importaba era si sus políticas “muestran que quiere lo mismo que queremos nosotros”. Esta actitud es un cambio radical con la de unos años atrás, cuando una encuesta de opinión mostró que sólo el 9 por ciento de los turcos tenía una opinión favorable de Estados Unidos.

En su discurso al Parlamento de Ankara antes de viajar a Estambul, Obama también le pidió a la Unión Europea que admitiera a Turquía como miembro. Francia se ha opuesto fuertemente a su inclusión y el entusiasmo por entrar en la UE ha caído también entre los turcos. Sin embargo, el objetivo de larga data de unirse al bloque europeo es importante para que Turquía sea menos autocrática y para reducir el rol del ejército turco en la toma de decisiones cruciales.

Obama tocó temas polémicos como el genocidio de Armenia de 1915 y los derechos de la minoría kurda de Turquía. “Mis opiniones son públicas y no las he cambiado”, dijo durante una conferencia de prensa con el presidente Abdula Gul, refiriéndose a su compromiso durante la campaña electoral por la presidencia de Estados Unidos de describir como un genocidio la matanza de los armenios durante la Primera Guerra Mundial.

La palabra que Obama no usó ayer fue “genocidio” y elogió a Turquía por llegar a un acuerdo con Armenia y por reabrir la frontera que estuvo cerrada desde la guerra de Armenia con Azerbaiján en 1993. Obama mostró la misma delicadeza en referirse a los kurdos turcos, elogiando las señales de mayor tolerancia oficial hacia ellos, como por ejemplo el canal de televisión en idioma kurdo. Pero luego rápidamente denunció a las guerrillas del PKK kurdo, contra las que el ejército turco peleó una larga guerra, como “terroristas”.

Los líderes turcos estaban sorprendidos de que Obama, quien había demostrado poco interés en Turquía previamente, hubiera elegido visitar su país al final de su gira europea. El factor decisivo probablemente fue la ubicación geográfica de Turquía, ya que tiene fronteras en común con Irak, Siria y Georgia. Un 70 por ciento de las provisiones de Estados Unidos a Irak pasa por puertos o espacios aéreos turcos o viaja a través de caminos turcos. Con las rutas de abastecimiento militar estadounidense a Afganistán a través de Pakistán cada vez más amenazadas, el uso del espacio aéreo y las bases aéreas turcas son nuevamente importantes.

El primer ministro turco, Recep Tayyipo Erdogan, ya había mostrado su interés por llevarse bien con la nueva administración de Estados Unidos al retirar el veto de Turquía para el nombramiento del primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, como secretario general de la OTAN. Turquía objetaba su nombramiento porque no se había disculpado por las caricaturas del profeta Mahoma, publicadas en una revista danesa en 2005. Desde entonces, Rasmussen ha prometido ser más cuidadoso con las sensibilidades musulmanas, una promesa que probablemente tendrá que cumplir, a sabiendas de que Turquía tiene el ejército más grande en la OTAN, después de Estados Unidos.

Obama cumplió ayer el ritual de visitar la tumba de Mustafá Kemal Ataturk, el fundador del Estado secular turco, y hoy visitará la mezquita de Santa Sofía, la gran iglesia bizantina en Estambul y la vecina mezquita Azul, y también hablará en una conferencia patrocinada por la ONU para reducir las divisiones religiosas y étnicas.

La habilidad del ejército para manipular el Estado desde bambalinas no desapareció, pero no es tan fuerte como antes. Y aunque la crisis financiera internacional está teniendo un efecto en la economía turca, todavía no ha tenido un impacto devastador. Uno de los principales fracasos de George Bush cuando invadió Irak fue no convencer a los turcos de que le permitieran establecer una fuerza de invasión estadounidense en el país. Durante los siguientes cinco años, Turquía llevó adelante políticas más amigables con Irán, Rusia, Sudán y Hamas. Los turcos están ahora deleitados al descubrir que sus políticas son muy similares a las que adoptó Obama.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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