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Zapatero logró la reforma jubilatoria

El mismo día en que se conocieron los últimos datos de la desocupación en la península, que ya alcanza a más de cuatro millones y medio de personas, los sindicatos acordaron con el gobierno un nuevo régimen “gradual y flexible”.

El gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero aprobó ayer la reforma del sistema de pensiones acordada con los sindicatos y la patronal que elevará la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años de forma progresiva. La regulación, que deberá pasar por el Congreso, donde los socialistas, en principio, ya cuentan con apoyos suficientes para su aprobación gracias al respaldo de los nacionalistas catalanes, vascos y canarios, entrará en vigencia el 1º de enero de 2013.

El Consejo de Ministros dio luz verde al proyecto de ley después de que el Ejecutivo socialista consiguiera alcanzar ayer un “principio de acuerdo” con los líderes de los dos grandes sindicatos españoles, la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), por un lado, y la federación patronal, que será rubricado el 2 de febrero.

El objetivo es “fortalecer el sistema público de pensiones para garantizar que la gente que tiene ahora 35, 40 y 45 años pueda tener pensiones hasta el final de sus vidas”, afirmó el vicepresidente primero y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en rueda de prensa tras la reunión de gabinete. “Estamos muy satisfechos con el trabajo que hemos hecho todos en conjunto, y con los objetivos que hemos alcanzado”, manifestó. Se trata de un acuerdo “flexible” que contribuirá a la recuperación económica y que transmitirá confianza dentro y fuera de España, añadió.

“La reforma está hecha para sostener el sistema público de pensiones cuando se incorporen las generaciones más numerosas de nuestra historia a partir del año 2025”, señaló, a su turno, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, quien destacó que se actúa con previsión teniendo en cuenta que todas las sociedades envejecen.

Asimismo, Gómez subrayó que la reforma está pensada para que “los trabajadores coticen durante más tiempo, pero no para que las pensiones sean más bajas”. Una de las claves del nuevo modelo es la “flexibilidad” y la “gradualidad”; y que la reforma “no afecta a los pensionistas actuales”, añadió.

El presidente del gobierno personalmente consiguió salvar el principal punto de desacuerdo con los sindicatos, el retraso de la edad legal de jubilación, proceso que culminará en 2027 tras un período transitorio.

El proyecto de reforma contempla elevar la edad de jubilación a los 67 años de forma gradual a partir de 2013 a razón de un mes y medio más cada año hasta 2027. Sin embargo, se introduce el concepto de “carrera de larga duración”, que permitirá que las personas con 38,5 años cotizados puedan seguir jubilándose a los 65 años.

En cuanto a la jubilación anticipada, aumenta la edad para adherirse a ella, que pasa de 61 a 63 años, mientras seguirá rigiéndose por coeficientes reductores que variarán en función de los años cotizados.

Otra de las claves es que se modifica el período de cómputo –la parte de la vida laboral que se tiene en cuenta para calcular la pensión–, que pasa de los últimos 15 años a los 25 años. El período de cómputo se incrementará también de forma gradual en el plazo de diez años, hasta llegar a los 25 años en 2023.

Otra de las novedades es que los jóvenes podrán sumar hasta dos años cotizados cuando realicen prácticas, investigación o cuando estén terminando sus estudios universitarios. Durante cuatro años podrán “rescatar dos años de cotización” de forma retroactiva previo pago.

En tanto, las mujeres que interrumpen su carrera laboral por el nacimiento de un hijo podrán sumar 9 meses de cotización por cada uno de ellos y un máximo de 24 meses. Aunque sólo aquellas que tengan carreras laborales de larga duración.

Tanto la Unión Europea (UE) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) solicitaron al gobierno español que aborde una reforma del sistema de pensiones, en el marco de un plan de ajuste para reducir el déficit y para sacar al país de la crisis. Bajo advertencia y en medio de la presión de los mercados, Zapatero se comprometió públicamente a aprobar la reforma con o sin apoyo de los sindicatos.

El acuerdo llega cuando se conocen nuevas cifras negativas del desempleo en España, que cerró el año 2010 con 4.696.000 desocupados, un 20,33 por ciento de la población activa, la tasa más alta desde 1997, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

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El propio presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, gestionó las negociaciones.
Imagen: EFE
 
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