El fin de semana culminó con cuatro muertes y más de medio centenar de heridos en Siria, luego de que el Estado reprimiera protestas multitudinarias en reclamo de la renuncia del presidente, Bashar al-Assad. Las manifestaciones se llevaron a cabo pese a que el sábado el mandatario prometiera públicamente levantar el estado de emergencia.

Los efectivos de seguridad comenzaron a disparar contra una multitudinaria concentración en Talbiseh, cerca del centro del país, que nació en la ceremonia velatoria de una de las víctimas de los disturbios sucedidos el día anterior. “Cuatro personas murieron, pero el balance podría ser más elevado. También hubo más de 50 heridos”, afirmó uno de los testigos a la prensa internacional. Según la televisión estatal, sólo un policía murió, en tanto que otros 11 resultaron heridos.

Estos acontecimientos se producen al día siguiente de que al-Assad prometiese la derogación en una semana de la ley del estado de emergencia, emblemática del régimen y en vigor desde hace casi medio siglo. En un discurso pronunciado el sábado, el mandatario anunció que una comisión jurídica elaborará una nueva legislación para acabar con la actual norma, que limita la rutina cotidiana de los habitantes de ese país, aunque volvió a insistir que el movimiento de contestación es provocado por una conspiración contra su país. La oposición juzgó insuficiente ese anuncio, mientras que desde Reino Unido, el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, saludó la propuesta de reformas: “Son necesarias y urgentes”. Además, reclamó al gobierno sirio sansiones para los responsables de las muertes de civiles durante el período de protestas.

En Sueida, bastión druso sirio al sur del país, cinco personas resultaron heridas ayer cuando partidarios del régimen dispersaron una manifestación en favor de la libertad en esa población y en otra reunión en un pueblo vecino, afirmaron militantes de los derechos humanos. Unos 400 manifestantes se reunieron en una plaza de ese pueblo para celebrar los 65 años de la independencia de Siria, gritando eslóganes por la libertad y contra el confesionalismo, según el militante de los derechos humanos Mazen Daruish, presidente del Centro Sirio para la Libertad de Expresión. Las personas fueron agredidas por partidarios del régimen, que los dispersaron golpeándolos con palos, según la fuente. Tres personas resultaron heridas y hospitalizadas, indicó Daruish.

Cerca de Sueida, en el pueblo de al Qraya, se impidió a una delegación de unas 150 personas celebrar el día de la Independencia, declaró la militante Muntaha al Atrash.

Siria vive desde el 15 de marzo un movimiento de protesta sin precedente contra el régimen del actual mandatario, cuya represión causó cerca de 200 muertes, según estiman las organizaciones humanitarias.