EL MUNDO › EL PREMIER GRIEGO ENFRENTA UN VOTO DE CONFIANZA EN EL PARLAMENTO

Papandreu prueba su confianza

La posición más dura llegó de la mano de la Unión Europea, en su pedido de que Atenas aplique más medidas de austeridad a cambio de la ayuda financiera. Decenas de miles de manifestantes rodearán el Parlamento esta noche.

 Por Daniel Howden *

Grecia se enfrenta a un drama político mientras el gobierno, a su vez, se enfrenta hoy a un voto de confianza en el Parlamento con el telón de fondo del ultimátum que le dio la Unión Europea para que aplique más medidas de austeridad, a cambio de los préstamos que el país necesita para evitar un default. Los ministros de Finanzas de la eurozona les dieron a los gobernantes socialistas de Grecia dos semanas para aprobar nuevos paquetes de ajuste o pierden una entrega de 12 mil millones de euros del rescate del año pasado y un nuevo paquete de rescate de 110 mil millones de euros (ver Página/12).

La posición más dura que se temía de la UE aumentó aún más la temperatura política en Atenas, donde se espera que decenas de miles de manifestantes rodeen el Parlamento antes del voto de esta noche. Se espera que Giorgos Papandreu, el primer ministro de Grecia, sobreviva al voto de confianza, a pesar del enojo público por lo que se consideran pedidos injustamente duros que vienen junto a los préstamos necesarios para repagar la inmensa deuda del país.

“La probabilidad de un voto de no confianza es muy remoto”, dijo el economista griego, Yannis Stournaras, profesor de Economía en la Universidad de Atenas. “Se puede suponer que el gobierno aprobará el voto y el paquete de reformas de mediano plazo también será aprobado.”

Las controvertidas medidas requeridas por la UE y el Fondo Monetario Internacional a cambio de un nuevo rescate incluyen recortes de gastos aún más profundos, más aumentos de impuestos y un ambicioso programa de rápida privatización.

Sin embargo, a un año del primer rescate de Grecia, la deuda nacional es del 150 por ciento del PBI, y la economía todavía está luchando. La verdadera incertidumbre se enfoca en la segunda votación del 28 de junio, donde el debilitado gobierno deberá conseguir que su escasa mayoría parlamentaria vote las impopulares medidas exigidas por la UE y el FMI.

El economista griego y popular bloguero, Yannis Varoufakis. acusó a los pesos pesado de la UE, Francia y Alemania, así como al Banco Central Europeo de proferir “increíbles amenazas” para proteger sus propias instituciones financieras que están muy expuestas por la deuda griega. La amenaza de dejar de rescatar a Grecia, si se lleva a cabo, provocaría una reacción financiera en cadena, sostuvo Varoufakis, que “significaría que el euro sería historia en una semana”.

El problema para muchas de las instituciones financieras es que, irónicamente, deben tener bonos emitidos por los gobiernos de la eurozona como supuestos bienes ultraseguros en reserva. El FTSE 100 (índice bursátil de Londres) cayó a su nivel más bajo en tres meses, y los mercados cambiarios en Europa se replegaron, aunque la moneda única se recuperó más tarde en el día cuando renacieron las esperanzas de un acuerdo.

Jean-Claud Juncker, que preside el grupo de ministros de Finanzas de la eurozona, siguió insistiendo en que un tratado estaba en perspectiva y que la deuda griega seguía siendo sostenible a pesar del veredicto de los mercados. Pero subrayó que Atenas tendría que aprobar el nuevo paquete de recortes, el aumento de los impuestos y bajas en las ventas en el mercado de valores antes de que se dieran las ayudas con nuevos préstamos.

“La aprobación del Parlamento griego es absolutamente esencial y tendrá que llegar a tiempo para que podamos tomar una decisión el 3 de julio”, dijo Juncker ayer.

El nuevo ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos –miembro de la vieja guardia, que fue promovido para fortalecer al partido gobernante la semana pasada–, dijo que el gobierno aprobaría tanto el voto de confianza como las medidas de austeridad.

“El objetivo primordial es de-sarrollar una clara relación de confianza, para estabilizar la situación y hacer el desembolso de la quinta cuota”, dijo. “El tiempo político ha sido muy resumido. Cada día tiene una gran importancia y por lo tanto no podemos darnos el lujo de perder ni una hora.”

Apagones escalonados comenzaron anoche en algunas áreas de Grecia cuando el personal de la empresa pública de electricidad del país –que se enfrenta a una privatización según las nuevas medidas– comenzó una huelga de 48 horas como oposición a la venta.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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La posición más dura que se temía de la UE aumentó aún más la temperatura en las calles de Atenas.
Imagen: AFP
 
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