EL MUNDO › MEXICO TAMBIEN SE OPONE A ESTADOS UNIDOS EN LA ONU

Los manitos no dan la manito

México se opuso al ultimátum de Bush para el desarme iraquí, por lo que Washington se queda cada vez más solo en la ONU.

Hace varios días que el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dice lo mismo que ayer: que confía en conseguir los nueve votos necesarios para que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe la segunda resolución con el ultimátum a Irak para comenzar la guerra la semana que viene. Y hace varios días que el tablero del Consejo muestra lo contrario. Ayer fue México el que siguió a Chile en estimar que el plazo del desarme para el próximo lunes “no tiene por qué ser inamovible”, acercándose a las posiciones de Francia, Rusia y China. Y si se consiguieran los nueve votos, las autoridades rusas dijeron ayer que seguirán a Francia en la utilización del poder de veto. El canciller francés Dominique de Villepin inició ayer una gira por Camerún, Angola y Guinea-Conakry, tres de los países que sufren la presión de ambos bandos en el Consejo. “Si no se reúnen los votos, el presidente está listo para actuar”, declaró la consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice.
El proyecto de segunda resolución sería sometido a votación mañana, pero si las cuentas dan tan mal para Estados Unidos, Gran Bretaña y España, es probable que ni siquiera ocurra esto, para evitar que la posición norteamericana quede una vez vapuleada en el seno de la ONU, como cuando el mismo Powell presentó las supuestas pruebas de las armas de destrucción masiva que poseería Irak según Estados Unidos. Si la Administración Bush decide terminar ya con un regateo diplomático que está perdiendo, la única razón por la que se demorará el ataque es por la eventual aprobación del Parlamento turco del paso de las tropas norteamericanas por su territorio para abrir un frente norte contra Irak (ver nota aparte).
De los 15 votos del Consejo de Seguridad, Estados Unidos tiene cuatro a favor, cinco en contra y seis aparentemente indecisos. Pero los países latinoamericanos presentes en el organismo, incluidos en esta última categoría, en realidad ya se inclinaron. Primero fue Chile, que anteayer dijo que el plazo hasta el 17 de marzo para el desarme iraquí dado por el proyecto de resolución es “insuficiente”. Y ayer fue México, cuyo presidente Vicente Fox declaró que el plazo “no tiene por qué ser inamovible. Es obvio que Irak no se puede desarmar antes del 17”. Los países africanos del Consejo ya fueron presionados por Estados Unidos, pero no dan signos claros de ceder a apoyar la segunda resolución, y el canciller francés viajó a estos países para reafirmar el bloque antibélico.
Powell advirtió que un veto francés tendría “un efecto serio” sobre las relaciones entre Francia y Estados Unidos, “al menos a corto plazo”. La revista Time publicará hoy que el presidente ruso, Vladimir Putin, confió a su colega George Bush que en lugar de vetar se abstendrá si se llega a producir la votación. Pero esto no es consistente con las palabras duras que utilizó ayer el canciller ruso Igor Ivanov, quien dijo que la ofensiva norteamericana “será una violación a la Carta de la ONU”. Ni tampoco con portavoces del Kremlin, quienes dijeron que Putin conversó con su colega francés Jacques Chirac y mantuvo un pleno acuerdo con él.
En Irak, otros seis misiles Al Samud 2, junto con componentes del sistema de guía y control, fueron destruidos ante los ojos de los inspectores de la ONU. El jefe de los inspectores de armas nucleares, Mohammed El Baradei, tiró por elevación a Estados Unidos al decir que su equipo recibió informes de inteligencia sobre armas nucleares iraquíes “que se revelaron falsos”, según publica hoy el diario Allgemeine Sonntagszeitung. Los inspectores presentaron ayer un informe a Irak con los puntos centrales de cómo debería seguir el desarme.
Sin embargo, ante la inminencia del ataque norteamericano, la ONU también ordenó a su personal militar en la frontera entre Irak y Kuwait que abandone la región. Autoridades de Arabia Saudita confirmaron informes sobre movimientos cerca de la frontera con Irak, pero se esforzaron por aclarar que son acciones de rutina y que no implica que el país esté permitiendo la acción norteamericana más allá de las bases que efectivamente Estados Unidos tiene allí. “Me preocupa la marcha difícil y solitaria de mi hijo”, declaró ayer George Bush padre a la revista Time. Es que esta Guerra del Golfo será muy distinta a la que él libró.

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“Creo que tenemos los nueve votos necesarios”, dice Colin Powell.
La particular interpretación del secretario de Estado norteamericano.
 
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