EL MUNDO › JAMES EAGEN HOLMES ANTE LA CORTE

El asesino del cine se mostró aturdido

De aspecto confundido, el joven que mató a 12 personas el viernes miraba o bien ciegamente adelante o hacia abajo, a sus rodillas, y asentía como casi dormido durante los 12 minutos de la audiencia.

 Por Stephen Foley *

Desde Aurora, California

Los parientes de aquellos asesinados en una masacre cuando se exhibía la nueva película de Batman se enfrentaron ayer con el hombre acusado de desatar el caos. El cabello anaranjado le daba la apariencia del personaje Joker, a quien según le dijo a la policía estaba emulando. Vestido con el atuendo de un prisionero, sus manos y piernas atadas con cadenas, James Eagen Holmes fue llevado a la corte del Denver ayer para su primera aparición en lo que los fiscales dicen que podría ser una acusación de asesinato en primer grado que lo podría llevar a la pena de muerte.

De aspecto aturdido o drogado, miraba o bien ciegamente adelante o hacia abajo, a sus rodillas, y asentía como casi dormido durante los 12 minutos de la audiencia. Después de que el juez del Distrito, William Sylevester, le habló a Holmes de sus derechos y le preguntó si tenía algo que decir, el abogado defensor de Holmes, Dan King, contestó que su cliente no diría nada. El hombre de 24 años que abandonó el doctorado está acusado de abrir fuego en el cine Century 23 en el suburbio Aurora de Denver durante la exhibición de medianoche de El caballero oscuro asciende el viernes, cuando mató a 12 personas e hirió a otras 50.

Cinco miembros de familias que perdieron a sus seres queridos en la masacre se sentaron entre funcionarios del fiscal y los abogados de las víctimas sobre bancos, en el juzgado ubicado en el Centro de Justicia del condado de Arapahoe en Centennial, parte del área metropolitana de Denver. Una mujer joven sollozaba durante la audiencia, de la mano de una amiga. La hija embarazada de David Sánchez Katie escapó ilesa del cine, pero su marido, Caleb Medley, sigue en un estado crítico en el hospital después de recibir una bala en su cabeza.

“Te enoja un poco más”, dijo Sánchez después de la audiencia. “Tanta gente estará herida y dañada durante un largo período de tiempo.” Añadió que querría que Holmes fuera castigado con la muerte si fuera convicto. En Colorado, son las familias de las víctimas las que deciden si impulsar la pena de muerte en caso de un asesinato de primer grado. Carol Chambers, la fiscal del distrito, dijo que una decisión sobre si esto se convierte en un caso capital no llegará pronto y no será fácil. “Hay tantas cosas que las víctimas tienen que considerar, y buscar la pena de muerte es un largo proceso que impactará en sus vidas durante años.”

La corte también ordenó que ambas partes tuvieran acceso a los antecedentes académicos de Holmes de la Universidad de Colorado. La policía espera que éstos puedan proveer algunas respuestas a lo que convirtió a un tranquilo y aparentemente no amenazador estudiante de buenas notas en alguien que pudo pasarse meses construyendo un arsenal de armas, municiones y equipos antimotín, instalar una bomba casera en su departamento y salir a matar indiscriminadamente. La edad de las víctimas fluctuaba entre los seis y los 51 años, desde personal militar hasta trabajadores de restaurantes, hombres y mujeres: la única cosa que tenían en común era su entusiasmo por ver el estreno de una película taquillera.

Muchos miembros del público usaban las remeras de Batman en el velorio de las víctimas el domingo por la noche, una señal desafiante de que no permitirían que las acciones de un hombre armado perturbara el estilo de vida de una ciudad que es en sí misma la “ciudad absolutamente estadounidense”. El alcalde de Aurora, Steve Hogan, declaró: “Aunque nuestros corazones están destrozados, nuestra comunidad no lo está”.

La ciudad está determinada a mantener el foco, no en el hombre acusado de haber cometido la mayor matanza masiva de Estados Unidos, sino en mirar a los hombres y mujeres comunes que arriesgaron sus vidas por salvar la de otros.

El presidente Barack Obama, que pasó varias horas el domingo hablando con las familias de los muertos y los sobrevivientes, contó la historia de Stephanie Davies, de 21 años, cuya amiga Allie Young fue una de las primeras personas que recibió un disparo. Stephanie mantuvo una mano sobre el cuello de su amiga y llamó al 911 con la otra, manteniendo la presión sobre la vena abierta de Allie durante toda la odisea, antes de llevarla a una ambulancia. “Vale la pena pasar la mayor parte de nuestro tiempo reflexionando sobre los jóvenes estadounidenses como Allie y Stephanie, porque ellos representan lo mejor de nosotros, y nos aseguran que de esta oscuridad surgirá un día más luminoso”, dijo Obama. Fue un sentimiento compartido en una ceremonia por las víctimas, que tuvo lugar en Aurora el domingo por la noche. El gobernador de Colorado, John Hichenlooper, leyó los nombres de los muertos y después de cada uno la multitud cantó “Los recordaremos”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12

Traducción: Celita Doyhambéhère

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Imagen: EFE
 
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