EL MUNDO › EL CONSEJO VOTO A FAVOR DE ELIMINAR LAS SANCIONES A IRAK

Cuando la ONU legaliza a los okupas

El Consejo de Seguridad votó ayer a favor de la resolución 1483 que patrocinó EE.UU. para quitar las sanciones económicas a Irak, donde queda contemplado un rol mayor para Naciones Unidas. Pero el control económico y político de Irak es para los ocupantes.

Estados Unidos y sus aliados legitimaron su ocupación en Irak. El Consejo de Seguridad de la ONU votó ayer por casi unanimidad –con la ausencia de Siria– el fin de las sanciones comerciales que pesaban sobre Irak desde 1990. Así, el Consejo de Seguridad otorga a las fuerzas de ocupación angloestadounidenses el control de la economía y del futuro político de Irak. La votada resolución 1483 prevé que se levanten todas las sanciones menos las referidas al armamento y da mayor participación a Naciones Unidas –aunque no en la primera fase– en el proceso de reconstrucción de ese país del golfo, a siete semanas de finalizada la campaña militar.
De los 15 miembros del Consejo, 14 votaron a favor del proyecto de resolución presentado por Estados Unidos y Gran Bretaña, cuyos ejércitos derribaron el régimen del líder iraquí Saddam Hussein después de tres semanas de combate. Siria, único país árabe del Consejo, no participó en la votación y su ausencia se consideró como una abstención. Dicha resolución prevé que Estados Unidos y Gran Bretaña tutelen los ingresos derivados de la venta del petróleo de Irak, segundo país del mundo en reservas hidrocarburíferas, a través de un Fondo de Desarrollo para la Reconstrucción del país, hasta que tome posesión un nuevo gobierno iraquí elegido democráticamente.
También invita a la ONU a que participe en la puesta en marcha del futuro gobierno con un “representante especial” del secretario general del organismo, Kofi Annan. La primera fase de la reconstrucción de Irak no será protagonizada por la ONU, sino por la “autoridad” que han formado las potencias ocupantes, afirmó ayer el embajador de España ante esa organización, Inocencio Arias. No obstante, Londres y Washington se comprometieron ante el Consejo de Seguridad a informar cada tres meses de la evolución de la situación en Irak. Tras la votación, el embajador estadounidense en la ONU, John Negroponte, estimó que “después de una década al margen de la economía mundial, es hora de que el pueblo iraquí aproveche sus recursos naturales”. El presidente norteamericano George W. Bush se congratuló por la noticia, según dijo su vocero, Ari Fleischer. Más tarde, Bush comunicó que “Naciones Unidas tendrá un rol vital en la reconstrucción de Irak y en la transición hacia un nuevo gobierno”.
Desde París, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, calificó de “paso en la buena dirección” el voto positivo de Francia a favor de la resolución. “Debemos unirnos para ayudar al pueblo iraquí, pero ello no significa que las divergencias del pasado estén olvidadas”, advirtió Powell, en referencia a la oposición francesa a la guerra en Irak. El jefe de la diplomacia norteamericana afirmó que su país no castigará a Francia por su oposición a la guerra contra Irak, pero volverá a examinar su política con París. “Nos decepcionó que Francia no estuviera a nuestro lado” en Irak, dijo Powell, quien viajó a la capital francesa para participar en una cumbre de los cancilleres del G-8 (los siete países más industrializados más Rusia). Alemania, que también se opuso a la guerra, recibió con agrado el levantamiento de las sanciones: “Es una buena base para concretar la mejoría de las condiciones de vida de los iraquíes y estabilizar la situación política en Irak”, declaró el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer.
El representante de Gran Bretaña, Jeremy Greenstock, alabó las “negociaciones constructivas” que precedieron a la aprobación de la resolución, tras cuatro correcciones de los borradores presentados, con un voto que marca “el regreso al consenso” en uno de los temas políticos más complicados que enfrentó hasta ahora la ONU. Como último orador, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, elogió la unidad del Consejo y la calificó de indispensable para mantener la paz y seguridad internacionales. Agregó que “Naciones Unidas tendrá un papel importante en este esfuerzo internacional. Nombraré sin demoras a un representante especial”, concluyó. Bush enfatizó esto mismo para “trabajar juntos y ayudar a Irak a recuperarse de tres décadas de brutal dictadura”. Washington tiene en la mira como posible candidato para el puesto aldiplomático brasileño Sérgio Vieira de Mello, actual alto comisionado de la ONU para los derechos humanos.
Estados Unidos, Gran Bretaña y España, los promotores de la resolución, obtienen mucha más autoridad de la prevista por las convenciones de Ginebra de 1949 para los ocupantes.

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El embajador de EE.UU. ante la ONU, John Negroponte, y su par francés, Jean-Marc de La Sabliere.
 
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