EL MUNDO

Una mano del amigo americano para el latinoamericano más amigo de W.

Alvaro Uribe, presidente de línea dura de Colombia, es el principal aliado de la estrategia antiterrorista de George Bush en América latina. Y volvió a probarlo ayer.

El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, realizó ayer una visita relámpago a Bogotá, durante la cual se reunió con el presidente colombiano Alvaro Uribe, varios de sus ministros y altos mandos militares. La visita del jefe del Pentágono supuso el despliegue de un impresionante operativo de seguridad en el que participaron 13.000 hombres, entre militares y policías. En los últimos tres años, Estados Unidos ha concedido a Colombia cerca de 2000 millones de dólares en ayuda militar. Antes de partir, Rumsfeld ofreció una conferencia de prensa en la que anunció que se reanudarán en Colombia los vuelos contra aeronaves sospechosas de narcotráfico.
Rumsfeld llegó ayer a Bogotá para una visita oficial de seis horas, en medio de un estricto y amplio dispositivo de seguridad. El jefe del Pentágono arribó a las 11.00 a la base del Comando de Transporte Aéreo Militar (Catam) en el aeropuerto El Dorado de la capital colombiana. Las operaciones aéreas en esa terminal fueron cerradas durante algunos minutos mientras aterrizaba el avión en el que viajaba el alto cargo estadounidense. Para garantizar su seguridad en la capital de 6,8 millones de habitantes, se dispuso cerca de 13.000 miembros de la fuerza pública a lo largo de los desplazamientos que haría.
En el centro de la ciudad, donde se halla la Casa de Nariño, sede de la presidencia colombiana, y donde Rumsfeld se reunió con el jefe de Estado, Alvaro Uribe, había un fuerte control de patrullas del ejército y la policía. Tres helicópteros sobrevolaron la zona del aeropuerto internacional de la ciudad y acompañaron al secretario de Defensa y a su comitiva a lo largo de los recorridos que realizaron. Pasado el mediodía, el alto funcionario fue a la sede del Ministerio de Defensa, en el oeste de Bogotá, y participó en un homenaje a los combatientes colombianos en la guerra de Corea a mediados del siglo pasado.
El gobierno presidido por Uribe presentó un informe detallado de los avances de la política de seguridad democrática –programa bandera de este Ejecutivo– y un pedido de ayuda técnica para “meter el acelerador”, como dice la ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, y “obtener resultados más contundentes” contra la guerrilla. La idea es obtener equipos de inteligencia de alta tecnología que permitan liberar tropas de la vigilancia de las infraestructuras petroleras y eléctricas. “El propósito –dice la ministra– es meterse en lo profundo de la selva, donde se encuentran los cabecillas de las organizaciones ilegales, golpear sus estructuras, demostrar que no hay lugares vedados para la fuerza pública y no dejarles ningún camino distinto salvo buscar una salida política.” Y habla de un plazo para cumplir este objetivo: 18 meses.
El senador de izquierda democrática Antonio Navarro dijo que la visita de Rumsfeld marca la vigencia del sesgo de fuerza de la ayuda norteamericana a Colombia. “No se puede decir que no se necesite esta ayuda, pero el conflicto de este país no se resuelve a la fuerza y mucho menos sólo con la fuerza”, añadió.
A la tarde, en un hotel del norte de la ciudad, cercano al principal complejo militar de Bogotá, Rumsfeld ofreció una conferencia de prensa en la que señaló que el presidente George W. Bush aprobó la reanudación de los vuelos de interdicción y que se esperaba que hiciera el anuncio formal en las próximas horas. “Creo que es importante. Sirvió antes y sirve ahora. Hay muchas maneras en las que se puede mover el comercio ilegal, por tierra, aire o mar. Y si no prestamos atención a la vía aérea, ésta se convierte en el método preferido”, dijo a la prensa. Rumsfeld no quiso comentar si los aviones estadounidenses de vigilancia monitorearán y apoyarán la interdicción de vuelos sospechosos de transportar armas a los grupos rebeldes colombianos, al igual que drogas. Pero dijo que “mucho de esto es cuestión de semántica. Las mismas personas hacen las dos cosas, narcotráfico y terrorismo, y luchan contra el gobierno democrático del pueblo colombiano”.
El programa fue suspendido en 2001 luego de que un avión militar peruano, apoyado por una aeronave estadounidense de vigilancia, derribó una avioneta en la región amazónica matando a la misionera norteamericana Virginia Bowers y a su hija Charity. Tras su visita a Bogotá, Rumsfeld viajará a Honduras.

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El presidente colombiano, Alvaro Uribe (der.), recibe al jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld.
 
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