EL MUNDO › EL SUBCOMANDANTE ZAPATISTA CEDE LA DIRIGENCIA DEL MOVIMIENTO ARMADO

Marcos deja de ser el “sub”

El mítico guerrillero reapareció en público y dijo que su personaje ya no es necesario y que el relevo se da por cambios en el EZLN.

El líder del grupo insurgente mexicano Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el mítico Subcomandante Marcos, dijo que en adelante será el Subcomandante Galeano, en homenaje a un dirigente de su agrupación que murió este mes en un enfrentamiento armado con una organización campesina. “Declaro que deja de existir el conocido como Subcomandante Insurgente Marcos, el autodenominado subcomandante de acero inoxidable”, afirmó en un comunicado fechado divulgado ayer y publicado en el diario La Jornada de México. Fiel a su estilo enigmático, el líder zapatista anunció que cede la dirigencia del movimiento armado a uno de sus comandantes indígenas y explicó que su decisión no se debe a problemas de salud sino a cambios internos en la organización. Afirmó que desde su voz “ya no hablará la voz del Ejército Zapatista”.

Marcos reapareció nuevamente en público y sostuvo que a partir de ahora será el Subcomandante Galeano, que era el alias de José Luis Solís López, sargento del EZLN y funcionario del municipio autónomo zapatista de la zona, asesinado el 2 de mayo en un ataque –que también dejó 13 heridos– perpetrado por miembros de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos Histórica (Cioac). “Hemos venido, como comandancia general del EZLN, a desenterrar a Galeano, pensamos que es necesario que uno de nosotros muera para que Galeano viva”, dijo Marcos, y agregó que con su cambio de alias se propone burlar “a la muerte en la realidad”.

Enfundado en su habitual pasamontañas, Marcos apareció a caballo, junto a otros jefes del EZLN, en el acto de homenaje a Solís López realizado anteayer en el municipio Las Margaritas, en el sudeste del estado sureño de Chiapas. Allí saludó a “los medios independientes, autónomos o como se diga”, y anunció que más adelante divulgaría informaciones a través de Internet, reportó ayer el diario La Jornada. Tanto los líderes como todos los milicianos que formaban la guardia lucieron un parche negro en el ojo y, por encima de la tradicional capucha, un listón rosa del lado izquierdo y uno negro –en señal de duelo– del derecho.

Marcos llevaba, además, un guante negro con huesos dibujados en blanco y un machete en lugar de su habitual fusil. Lo último que se sabía hasta ayer del subcomandante insurgente era la declaración que divulgó el 29 de diciembre pasado con motivo del 20º aniversario de la irrupción del EZLN en la vida política de México, emergencia que tuvo lugar el 1º de enero de 1994, cuando los campesinos comandados por él coparon siete ciudades del estado de Chiapas.

El líder insurgente señaló que en acuerdo con dirigentes del EZLN se decidió que “Marcos deje de existir hoy” para ser sustituido por el comandante indígena Moisés, ungido como vocero del movimiento. “Por mi voz ya no hablará la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”, indicó el dirigente rebelde, en momentos en que se cumplen 20 años del surgimiento de la guerrilla que se ganó el reconocimiento de organizaciones de derechos humanos de varios países al denunciar violaciones a los derechos de las etnias autóctonas de México. Moisés, uno de los líderes del EZLN, fue ascendido de comandante a subcomandante de la guerrilla zapatista en febrero.

En el comunicado de más de diez páginas al que tuvo acceso La Jornada, Marcos disipa cualquier hipótesis sobre su estado de salud. “El relevo de mando no se da por enfermedad o muerte ni por desplazamiento interno, purga o depuración, se debe a cambios internos que ha tenido y tiene el EZLN”, precisó el integrante del EZLN. Hacía cinco años que Marcos –llamado en realidad Rafael Sebastián Guillén– no aparecía en público. Durante todo ese período circularon versiones sobre enfermedades que supuestamente lo aquejaban.

En julio de 2012, el ex comisionado del gobierno mexicano para el diálogo con el EZLN, Luis Alvarez, publicó un libro en el que aseguró que Marcos padecía cáncer de pulmón, información que hasta ahora no fue confirmada por la guerrilla. “Ni estoy ni he estado enfermo, ni estoy ni he estado muerto. Si alentamos esos rumores fue porque así convenía”, enfatizó Marcos en el comunicado. “El último gran truco del holograma (del Subcomandante Marcos) fue simular enfermedad terminal, e incluso todas las muertes que ha padecido”, remató el líder guerrillero. “Es nuestra convicción que para rebelarse y luchar no son necesarios ni líderes ni caudillos, ni mesías ni salvadores. Para luchar sólo se necesita un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización”, concluyó Marcos en la nota.

Nacido el 19 de junio de 1957 en Tampico, Tamaulipas, sus biógrafos manifestaron que su ideología viró del maoísmo a la corriente revisionista del marxismo del italiano Antonio Gramsci. Y luego, una vez que tomó contacto con los movimientos indígenas de Chiapas, hacia visiones revolucionarias posmodernistas.

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Imagen de Marcos a caballo en 2005.
 
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