EL MUNDO › EL TITULAR DE DEFENSA, GEOFF HOON, COMPARECIO POR EL CASO KELLY

Buscando salvar el propio y jugado pellejo

En un intento por salvar su posición y su carrera política, el ministro de Defensa británico negó ante el juez del caso Kelly que hubiese una “conspiración” de su departamento para hacer público el nombre del experto en armas David Kelly como fuente de un polémico reportaje de la BBC en el que se acusaba al gobierno de haber exagerado las pruebas sobre el arsenal de Irak para justificar la guerra. Geoff Hoon, primer ministro del gabinete de Tony Blair que declara en la investigación del juez Brian Hutton, tiene todos los votos para ser la cabeza de turco de un caso que está empañando como ningún otro el mandato del líder laborista. Hoy le toca a Blair.
Cuando Kelly reconoció que había hablado con el periodista de la BBC, Andrew Gilligan, autor del polémico reportaje, el Ministerio de Defensa diseñó una estrategia para identificar a la fuente de la información, para ganar ventaja sobre la cadena pública, que se negaba a revelarlo. Como parte de esa táctica, negada por Hoon, Defensa emitió un comunicado en el que aseguraba que uno de sus miembros había sido la fuente de la información. La estrategia también pasaba por adoctrinar al personal del ministerio en caso de que alguien fuera interrogado por periodistas sobre el caso, para lo que se redactaron unos papeles con posibles preguntas y sus respuestas. En esos papeles, aunque no se enunciaba la identidad del doctor Kelly, se daban bastantes pistas y, cuando un periodista preguntó si era Kelly el informante, el ministerio se apresuró a confirmarlo.
Pese a ello, Hoon negó rotundamente la existencia de “un esfuerzo deliberado, de alguna clase de conspiración o estrategia o algún plan secreto para identificar al doctor Kelly. Eso es absolutamente falso”. Hoon quiso distanciarse de la redacción de esos textos, que daban a entender que Kelly era el hombre. Según relató al juez, esos papeles fueron redactados por los servicios de prensa de Defensa y no pretendían incluir información que pudiera ayudar a los periodistas a identificar al experto. Según su testimonio, esos documentos fueron elaborados para ayudar al personal de Defensa a afrontar las preguntas de los periodistas una vez que el ministerio hubo informado que uno de sus miembros había hablado con el periodista Gilligan. En resumen, que no hubo una campaña organizada para que el nombre de Kelly saliera a la luz.
Es más, en una declaración de casi tres horas, el ministro insistió en que en todo momento intentó proteger la identidad del científico y que se lo trató correctamente en el Ministerio de Defensa, una vez que se conoció que era la fuente del reportaje de Gilligan. En este sentido, aseguró que intentó que la comparecencia de Kelly ante el Comité de Exteriores del Parlamento, que tenía como objetivo que Kelly diera una versión distinta a la de la BBC para dejar en evidencia a Gilligan, durase sólo 45 minutos. Pese al intento de Hoon de salvar la cara, en la calle decenas de manifestantes expresaron su rechazo por el papel jugado por el ministro de Defensa en este espinoso asunto. Hoon fue recibido al grito de “te van a echar”, en los exteriores del Tribunal de Justicia de Londres donde se desarrolla la investigación de Hutton.
* De El País de Madrid.
Especial para Página/12.

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