EL MUNDO › FRANCISCO PASó POR SORPRESA POR PIETRALATA, DONDE VIVEN INMIGRANTES

El Papa visitó una villa miseria de la periferia

El papa Francisco realizó ayer una visita sorpresa a la villa miseria de Pietralata, en las afueras de Roma, donde viven inmigrantes de varias nacionalidades, entre ellas rom (gitanos de origen rumano) y latinoamericanos. Rezó un Padrenuestro y los bendijo antes de la cita que tenía prevista en la parroquia de San Miguel de Arcángel, a unos 300 metros de allí.

“Fue un momento muy bello, muy conmovedor”, dijeron los hombres de la vigilancia del Papa a los periodistas al referirse a la visita fuera de protocolo de Francisco. Durante el encuentro, el pontífice rezó un Padrenuestro en español junto a los latinoamericanos y los bendijo, informó el director de la sala de prensa del Vaticano, Federico Lombardi.

“¿Cuántos de ustedes hablan español?”, dijo bromeando mientras chicos y grandes se le echaban encima, riendo y llorando. “¡Todos, todos!”, le respondieron los 150 latinoamericanos de la villa rodeada por un muro, donde habitan también polacos, eritreos, rusos y ucranianos. Llegó corriendo al lugar el párroco de la iglesia proletaria de San Miguel Arcángel, padre Aristide Sana, que estaba esperando la llegada del pontífice junto con cientos de parroquianos y miles de fieles.

El Papa visita como obispo de Roma los templos de la ciudad, y ayer por la tarde estaba programado su encuentro con los católicos de Pietralata. Pero como le informaron que había una villa miseria cercana a la parroquia, habitada además por una mayoría de latinoamericanos, decidió hacer una ligera desviación y pasar primero a saludar a sus hermanos menos pudientes, los favoritos de una Iglesia “pobre y para los pobres”, como Bergoglio repite continuamente.

En la visita a la parroquia, donde fue recibido con alegría por los fieles, Jorge Bergoglio compartió momentos con los enfermos y los sin techo que reciben asistencia de la comunidad de San Egidio, los niños bautizados en el último año y sus padres, y además conversó con grupos scout y jóvenes que hacen catecismo.

Al responder a un niño, Francisco hizo una consideración sobre la guerra y sobre lo que significa en el corazón del hombre: “Hoy hay guerra en Ucrania, en Africa, porque existe el odio. ¿Y quién siembra el odio? ¿Jesús? No, Jesús siembra la paz, el amor. Cuando sientan en el corazón odio, celos, envidias, estén atentos, porque esto viene del diablo”, afirmó.

Después de confesar a algunos fieles, como hace en cada visita a las parroquias romanas, celebró misa e invitó a los presentes a “dejarse predicar por Jesús y dejar curar nuestras heridas”. A modo de broma, preguntó: “¿En qué canal de televisión habla Jesús? Te habla en el Evangelio. Y esto es un hábito que nosotros todavía no tenemos. Ir a buscar la palabra de Jesús en el Evangelio. ¿Firmamos? Hagámoslo, porque nos hará bien a todos”, dijo antes de subir al vehículo que lo trasladó de regreso al Vaticano.

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“Fue un momento conmovedor”, dijeron sus custodios.
Imagen: AFP
 
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