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Luego del fracaso del referendo impulsado por el presidente de Colombia Alvaro Uribe, el proyecto que iba a permitir su reelección fue derrotado el martes por la oposición en el Senado. Todavía no se saben los resultados definitivos del referendo para decidir reformas constitucionales para combatir la corrupción y controlar los gastos estatales. Pero, según los escrutinios parciales, Uribe no consiguió el mínimo de votos necesarios –6,3 millones– para aprobarlo. Mientras, el ministro del Interior y de Justicia, Fernando Londoño, se encuentra en el ojo de la tormenta: varios políticos, entre ellos congresistas aliados a Uribe, exigen su renuncia luego de la derrota de la consulta popular del domingo, uno de los proyectos bandera del gobierno. Londoño asumió su responsabilidad por este fracaso y dijo que su cargo está a disposición del presidente.
El martes a la medianoche, un total de 44 senadores votó en contra del proyecto que le iba a permitir a Uribe ser reelegido frente a 36 que lo apoyaban. Después de la votación, el autor del proyecto en cuestión, el senador Hernán Andrade, dijo que el Senado quiso “cobrarse la derrota” de Uribe en el referendo y las elecciones municipales y departamentales del domingo, en las que el centroizquierdista Polo Democrático Independiente ganó la alcaldía de Bogotá. El proyecto pretendía reformar la Constitución de 1991, que prohíbe la reelección presidencial. Y algunos de sus impulsores querían aplicarla por primera vez, en caso de que fuera aprobada, en el 2006, para que Uribe se pudiera presentar a la reelección por otros cuatro años. De todos modos, los promotores de este proyecto anunciaron que volverán a presentarlo en la próxima Legislatura, que comienza a mediados del año que viene. Pero el aura de derrota en torno del uribismo es inequívoco.