EL MUNDO › SUSPENDEN LA CAMPAñA DEL BREXIT EN GRAN BRETAñA PARA DESPEDIR A LA PARLAMENTARIA LABORISTA JO COX

Todo un país golpeado por un asesinato

La campaña se suspendió hasta el domingo. En otra señal de la gravedad del hecho, el Parlamento fue reconvenido de su receso por primera vez desde 2014 cuando debatió la posible intervención militar en Siria.

 Por Marcelo Justo

Página/12 En Gran Bretaña

Desde Londres

Un país de duelo hizo a un lado la campaña política más importante en décadas a raíz del asesinato de la diputada laborista Jo Cox. A cinco días del referendo no hubo actos políticos a favor o en contra de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), ni los habrá mañana ni, con casi toda seguridad, el domigo. En otra señal de la gravedad del hecho el Parlamento fue reconvenido de su receso este lunes por primera vez desde 2014 cuando debatió la posible intervención militar en Siria.

En medio de homenajes a la jóven diputada asesinada el jueves comenzaron a depuntar algunas definiciones más políticas con el tono mesurado que caracteriza a los británicos ante momentos trágicos. En la plaza central de Birstall, el pueblo de Jo Cox, el primer ministro David Cameron y el lider de la oposición, el laborista, Jeremy Corbyn depositaron una corona floral con el mismo ademán sombrío. “Nuestra nación está en estado de shock. Este es un momento de profunda reflexión. Valoramos nuestra democracia donde los diputados están en diálogo contínuo con sus representados. Así fue como mataron a Jo, una de nuestras más destacadas diputadas”, dijo Cameron. A su lado Corbyn reivindicó el derecho a la seguridad de toda la nación, pero apuntó un poco más allá. “La mataron en un despreciable acto de odio”, dijo Corbyn.

Esos dos temas dominaron la jornada: la seguridad de los diputados y los motivos del ataque. La policía exhortó a los parlamentarios a reforzar las medidas de seguridad en sus distritos electorales para evitar “copycats”, es decir, réplicas del ataque a Cox. Un diputado laborista, Ben Bradshaw, recibió llamadas amenazantes por las que se detuvo a una persona. En 2010, otro laborista, Stephen Timms, recibió dos cuchillazos en el abdomen de un extremista islámico, Roshonara Choudhry. El mismo Timms señaló a la BBC que había límites a las medidas de seguridad que se pueden adoptar. “No podemos blindarnos. Sería imposible llevar adelante nuestra labor”, señaló.

La seguridad en la Cámara de los Comunes es similar a la de un aeropuerto, pero en los “consultorios” que tienen los diputados en sus distritos es prácticamente imposible montar un sistema similar con detectores de metales y cacheo de personas sin alterar radicalmente la dinámica especial que rige la relación entre representantes y representados. En el sistema británico cada diputado representa un distrito electoral y tiene un consultorio (se usa el mismo término en inglés que para la consulta médica: “Surgery”) donde atiende los problemas o propuestas que pueda tener la población que representa.

Jo Cox salía de una de estas reuniones el jueves cuando la abordó su atacante, Thomas Mair, de 52 años y le disparó tres veces para luego acuchillarla. Una de las razones de su extrema popularidad era su accesibilidad en un distrito que tiene más 107 mil personas. Según los testimonios y mensajes recogidos a raíz de su muerte, en su distrito “que siempre podíamos contar con ella”, tanto fuera en una campaña por un cruce de calles como para salvar a un tradicional “Fish and Chips” del cierre.

Jeremy Corbyn puso el dedo en la llaga al hablar de una cultura del odio. En la casa de Thomas Mair se encontró todo tipo de parafernalia nazi que, sumada a su suscripción a “South Africa Patriot in exile”, una publicación sudafricana que se editaba en el Reino Unido, completan el perfil psicológico-político del lunático asesino de extrema derecha. Cox era apasionadamente pro europea: Mair y la extrema derecha tienen un rancio nacionalismo antieuropeísta y xenófobo.

Los Brexit han hecho eje en la inmigración convirtiéndola en una suerte de inminente amenaza nacional con la invasión de unas cinco millones de personas en los próximos cuatro años que hace urgente abandonar la Unión Europea. Uno de los líderes, el actual ministro de justicia, Michael Gove, señaló que millones de turcos van a aprovechar su incorporación a la UE para instalarse en el Reino Unido. El argumento Gove tiene un problema de base –Turquía no tiene ninguna posibilidad de incorporarse a la UE en los próximos 10 años–, pero ha calado como parte del nebuloso peligro que representaría la inmigración para la supervivencia laboral y social del sistema británico.

No todos los argumentos por el Brexit son delirantes o xenófobos. A derecha o izquierda se han presentado razones de peso, pero en la polarización de la campaña muchos de sus adalides han cruzado la raya. El asesinato de Cox, que siempre luchó por los derechos de los inmigrantes, los ha dejado mal parados. Aún así, en un mensaje publicado en el diario The Guardian, el esposo de Jo Cox, señaló que la clase política no tenía ni idea sobre cómo lidiar con el fenómeno inmigratorio. “Paralizados por el ascenso de la derecha populista, intentan neutralizarlos copiando sus argumentos. Lo único que consiguen es legitimizar ese punto de vista”, señaló Brendan Cox.

Difícil imaginar que el asesinato de su esposa ha cambiado este problema de fondo.

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El premier británico Cameron y el líder opositor Corbyn homenajearon ayer a la parlamentaria asesinada.
Imagen: Télam
 
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