EL MUNDO › KERRY CAPTURO CINCO ESTADOS Y COMPITE CON EDWARDS O CLARK

El príncipe contra el hombre común

El senador John Kerry se alzó con Missouri, el principal trofeo de las primarias de ayer, y con otros cuatro estados, pero John Edwards ganó Carolina del Sur y luchaba en Oklahoma, y Wesley Clark, ex comandante de la OTAN, lograba un sólido tercer puesto.

 Por Claudio Uriarte

John Kerry tiene todo el impulso que necesita para dirigirse a las dos próximas megaprimarias que quedan (el 2 y 9 de marzo), pero John Edwards le ha planteado un desafío, al erigirse en un representante del sur, de la clase trabajadora y de los humildes. Un wasp contra un red neck, para ponerlo en términos de clase, aunque el senador de Massachusetts sea un progresista católico en el molde de Edward Kennedy, y el de Carolina del Norte un abogado que fue pobre de joven pero se hizo millonario con la industria del juicio. Traducción provisoria: Kerry, si las cosas siguen así, debería ofrecerle la vicepresidencia a Edwards –quien por ahora insiste en que aspira al cargo número 1–, de modo de incorporar a su campaña a los sectores que se sienten más representados por la campaña populista del senador de rostro juvenil, pero nada asegura que Edwards no logre avanzar en las primarias del sábado en Michigan y el estado de Washington. Y el general Wesley Clark obtiene un importante tercer puesto.
De los siete estados que mantenían primarias y caucases ayer, Kerry ganó en cinco y obtuvo el más importante en términos de delegados, Missouri, aunque allí Edwards salió segundo. El senador de Carolina del Norte, por su parte, salió primero y por amplio margen en su Carolina del Sur natal y estaba anoche en empate técnico con el general Wesley Clark en Oklahoma. Howard Dean, la esperanza de anteayer, no hizo campaña en ninguno de los estados de ayer, y apuesta a las primarias del sábado y a las de la semana que viene en Tennessee y Virginia, de modo de recuperar impulso y financiamiento con vistas al “superjueves” del 2 de marzo –donde votan California y Nueva York, los mayores trofeos de la temporada, y otros siete estados– y a las cuatro primarias del 9 en Florida: Louisiana, Missisisppi y Texas. Pero ésta ya parece una apuesta perdida: de los 42 millones de dólares que tenía al empezar las primarias, el ex gobernador de Vermont ya ha perdido 40; y aun si California y Nueva York podrían haberlo votado de haber inaugurado ellas la temporada de primarias, la aplanadora de Kerry ya parece irresistible con vistas a las próximas megaprimarias. Clark, por su parte, y con su fuerte empate en Oklahoma y su posición de segundo tras Kerry en Arizona y Dakota del Norte, tiene todos los motivos para seguir adelante, pero Joe Liberman, que había apostado todo al pequeño estado de Delaware pero fue barrido también allí, formalizó su retiro de la carrera anoche.
De modo que el desafiante de Bush tiene a un desafiante: Edwards. En su intervención de anoche, el senador fue fiel a su estilo llano y a sus consignas directas: “Si el pueblo estadounidense me lanza contra George W. Bush, en noviembre próximo, yo les devolveré la Casa Blanca –prometió–. Quiero tomar un momento, en esta noche de extraordinaria celebración de una gran victoria política, para hablar un minuto de los millones de estadounidenses que no se irán a casa a dormir y a celebrar esta noche. Esta noche los vemos, los escuchamos, creemos en ellos. Los levantaremos, les daremos esperanza. Esta noche nos paramos en una encrucijada. ¿Tendremos un líder, un presidente que realmente entienda los problemas de la gente trabajadora? ¿Tendremos el valor de usar ideas nuevas, frescas, para resolver viejos problemas como la pobreza? ¿Tendremos la fortaleza y la convicción de hacer de esta visión de esperanza y optimismo una realidad?”. El candidato subrayó de vuelta sus credenciales “trabajadoras” diciendo que se dirigía hacia Detroit –sede de la industria automovilística– y que agradecía ya el respaldo de la AFL-CIO y la comunidad negra. De hecho, Edwards parece haber absorbido parte del electorado “blue collar” y sindicalista de Richard Gephardt, quien se retiró tras el caucus de Iowa. Y ayer, en una entrevista con la CNN, Kerry lució relativamente cansado y sin brillo, felicitando a Edwards, aunque recordando que se necesita una campaña de nivel nacional. Traducción: el desafiante del desafiante ganó sólo en su casa; vamos a ver qué pasa de aquí al superjueves. El general Clark presenta otro enigma. Edwards era el hombre del sur, pero ganó solo en Carolina del Sur. En cambio, el ex comandante supremo de la OTAN, que es de Arkansas y ha recibido más de un guiño de su coetáneo Bill Clinton, mostró tener cualidades competitivas fuertes en tres de los estados en juego ayer, y con menos recursos y capacidad de exposición nacional que el senador Edwards. Quizás se esté en vísperas de una lucha Clark-Edwards por el sur y por el oeste. La identidad del hombre encargado de atenuar y compensar la imagen de Kerry como el progresista aristocrático kennediano y clásico de Nueva Inglaterra aún no parece estar decidida del todo.

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John Kerry ayer con sus partidarios celebrando la victoria que todos anticipaban.
 
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