EL MUNDO › VARSOVIA INSINUA QUE PODRIA RETIRAR SUS TROPAS

El dominó ya llega a Polonia

Por José Comas y J. M. Calvo *
Desde Berlín y Washington

El primer ministro de Polonia, Leszek Miller, que dejará el cargo el 2 de mayo tras el ingreso del país a la Unión Europea, ha sembrado la confusión al poner por primera vez en tela de juicio la continuidad de las tropas polacas en Irak. Miller, un ex comunista reconvertido a la socialdemocracia, declaró que no se puede ignorar la decisión de España: “No podemos cerrar los ojos ante la decisión de retirar sus tropas, pero no debemos actuar de forma aventurera”. La decisión “deberá ser muy meditada y, sobre todo, condicionada por el desarrollo de los acontecimientos”.
Miller sostiene que la decisión no podrá ser precipitada y que habrá que consultarla y meditarla, “pero el problema existe y el hecho de que otros países se vayan no puede ignorarse”. El aún premier añadió: “No puedo decir cuándo dejaremos (Irak), pero estoy seguro de que el nuevo primer ministro dirá algo más preciso”. Aseguró que su sucesor en el cargo, Marek Belka, explicará la estrategia a seguir en su primer discurso en mayo. El encargado de las relaciones internacionales en la oficina de Miller, Tadeusz Iwinski, fue más lejos que su jefe en unas declaraciones al periódico Irish Times. Iwinski afirma que la decisión de Zapatero influye sobre los planes de Polonia y hasta fin de año las fuerzas polacas “probablemente se reducirán de forma considerable”. Las palabras de Miller contradicen en parte las declaraciones del pasado fin de semana del presidente de Polonia, Alexander Kwasniewski, quien lamentó la decisión del primer ministro de España, José Luis Rodríguez Zapatero, de retirar las tropas, lo que no facilita la misión de Polonia en Irak. Entre Miller y Kwasniewski existe desde hace años una rivalidad y enemistad más o menos manifiesta. La mayoría de los polacos, según sondeos de opinión, pasada la euforia del inicio de la guerra hace un año, rechaza hoy día la presencia de sus soldados en Irak.
La Casa Blanca insistió ayer, a pesar del goteo de pésimas noticias, en que la llamada coalición encabezada por Estados Unidos se mantiene fuerte, pese a las bajas anunciadas estos días. De los 34 países que contribuyen a la posguerra de Irak con medios y fuerzas muy desiguales frente a los 135.000 soldados desplegados por EE.UU., tres han anunciado la salida de sus tropas antes del 30 de junio, fecha prevista para el traspaso de soberanía a un gobierno iraquí designado por Estados Unidos: España –1300 soldados–, Honduras –376– y República Dominicana –300–. Tailandia, que podría ser el siguiente, ha advertido que retirará sus 451 médicos e ingenieros militares si son atacados. El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, prefirió ver ayer el lado bueno de las cosas: “Apreciamos los fuertes apoyos recibidos en apoyo del pueblo iraquí”. El portavoz se refería, sobre todo, al Reino Unido, Japón, Italia y Portugal, entre otros. McClellan se mostró convencido de que habrá una nueva resolución de la ONU “que podría ayudar a otros países a participar” de enviar tropas. Ese es el segundo temor de Washington, que el deterioro de la situación y los anuncios de retirada impidan la entrada de tropas de refresco de otros países.
El premier británico, Tony Blair, mantiene sus 7500 soldados en el sur de Irak, aunque descarta por el momento enviar refuerzos. Australia, que retiró 350 de sus 2000 soldados en Irak, mantiene su compromiso con los restantes. Lo mismo que Japón, donde existe una fuerte oposición ciudadana a la presencia de tropas japonesas en Irak, pese a que su misión no es militar. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo ayer que Italia seguirá en el país hasta que se haya completado la misión, más allá del 30 de junio: “Tendremos que quedarnos después del 30 de junio. Si no la situación puede deteriorarse a algo parecido de lo que vimos en Kosovo”. Una idea que cuenta con pocos adeptos. En una encuesta on line realizada ayer por el diario La Repubblica, el 60 por ciento desea una retirada inmediata, como la ordenada por el presidente del gobierno español, un 27 por ciento opta por esperar al 30 de junio antes de tomar una decisión y el 13 por ciento está de acuerdo con Berlusconi, esperar hasta que se logre la estabilización del país.
Tras los anuncios de retirada de Honduras y la República Dominicana, sólo El Salvador –374 soldados en Najaf– se mantiene. El presidente electo de El Salvador, Elías Antonio Saca, quien asume el poder el 1º de junio, declaró ayer en Managua que apoya la decisión del gobierno de Francisco Flores de mantener las tropas salvadoreñas en Irak por lo menos hasta el 30 de ese mes.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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