EL MUNDO › OBEDIENCIA DEBIDA
LA SOLDADO HARMAN ADMITIO QUE LES ORDENABAN TORTURAR EN LA PRISION ABU GHRAIB

Hubo órdenes para torturar en Irak

Desmintiendo a Bush y Rumsfeld, una de las soldados acusadas de torturar a prisioneros iraquíes dijo que recibían órdenes “de oficiales de Inteligencia y de la CIA” de a quién torturar y a quién “dar de comer”. La confesión debilita la intención de hacer pasar todo por “excesos”.

Por Mercedes López
San Miguel

La orden para la unidad de la Policía Militar (PM) era clara: había que hacer que los prisioneros del penal Abu Ghraib “vivieran en un infierno”. El relato enviado por correo electrónico desde Bagdad al diario The Washington Post provino de Sabrina D. Harman, que integra el grupo de siete soldados estadounidenses acusados de torturar a presos iraquíes. La confesión de la mujer, cuya imagen aparece en la primera de la series fotográficas publicadas recientemente que han escandalizado a la opinión pública mundial, deja en evidencia que “no hubo excesos” de parte de “unos pocos soldados indisciplinados” –según palabras del presidente George W. Bush–, pues los efectivos respondían a una misión, con acciones sistemáticas.
“Traían uno o varios prisioneros por vez, ya encapuchados y esposados, el trabajo de la policía militar era mantenerlos despiertos, hacer que vivieran en un infierno para que hablaran en los interrogatorios, para lo cual no había reglas”, dijo al Post la soldado de 26 años, oriunda de Alexandria, en el estado de Virginia Este. Harman, reservista del ejército estadounidense, dijo que su unidad recibía órdenes de oficiales de inteligencia militar a cargo de la prisión de Abu Ghraib y de personas contratadas para realizar los interrogatorios. La oficial es la soldado que aparece sonriendo detrás de un montón de prisioneros iraquíes desnudos apilados en forma de pirámide, en una foto muy publicada por la prensa mundial, luego de que la emisora CBS News emitiera el 28 de abril las primeros retratos sádicos ante el dolor de los presos.
Según relató Harman, los que llevaban a los prisioneros a su unidad de policía militar eran oficiales de inteligencia del ejército, agentes de la CIA o los propios “civiles contratados”, y “ellos eran los que determinaban, con quiénes había que ‘ser buenos’ y con quiénes no”. “Si el prisionero estaba cooperando en los interrogatorios, entonces se le permitía conservar su mameluco y su colchón, y si pedía se le daban cigarrillos e incluso comida caliente. Pero si el prisionero no les daba lo que ellos querían, se le sacaba todo”, hasta que inteligencia militar “decidiera”, agregó. “El dormir, la comida, la ropa, colchones, cigarrillos, todo eso eran privilegios a cambio de información”, dijo, así de mecánico.
Esto corre el telón de la farsa de la administración Bush. El titular de Defensa y arquitecto de la guerra en Irak, Donald Rumsfeld, anteayer pidió disculpas, reconociendo su responsabilidad sobre los hechos. Pero en su declaración ante la comisión del Congreso no dio explicaciones. Dijo que se investigará lo ocurrido e incluso sugirió destruir la cárcel –como para borrar de una vez su propio infierno–. Fue sincero cuando señaló que “la historia no termina aquí” y hay muchas otras fotos y videos sobre vejaciones a presos. Pero Rumsfeld no podría desconocer que los mandos de la oficial Harman están violando las normas de la Convención de Ginebra sobre el trato a prisioneros de guerra. “La Convención de Ginebra nunca fue publicada, y ninguno de nosotros recuerda haber tomado una clase para leerla”, afirmó Harman. “La primera vez que la leí fue dos meses después de ser acusada. Leí todo, en particular todo lo que la prisión está violando. Es mucho”, reconoció.
Como en espejo con el hombre que mantuvo en la cartera de Defensa, no obstante todas las presiones para que lo despidiera, Bush también acusó a “un pequeño número de hombres y mujeres soldados estadounidenses” de cometer los abusos contra prisioneros iraquíes en Abu Ghraib. Dijo en su habitual alocución de los sábados: “Hemos visto imágenes vergonzosas de prisioneros sometidos a abusos y humillaciones”. El también pidió disculpas. Sin embargo, el escándalo inmediatamente afectó la frágil ventaja de que gozaba en los sondeos. La última encuesta de Gallup muestra a su rival demócrata, John Kerry, en alza y cabeza a cabeza con el actual mandatario, a menos de seis meses de la elección presidencial en Estados Unidos. En el futuro cercano, por ejemplo, la fecha del 30 de junio de traspaso de poder a los iraquíes, seguramente estará más bajo amenaza de lo que está hoy en la posguerra de Irak –ironía que se la llame posguerra cuando es un escenario de guerra–. Será peor cuanto más se sepa que los abusos son generalizados. Como dijo Rumsfeld, aparecerán más fotos, testimonios, denuncias.
Harman no dio detalles sobre las torturas ni el nombre de quienes las ordenaron. Además, se negó a contestar preguntas sobre los cargos de que está acusada. Según un documento de acusación citado por el Post, Harman está acusada de filmar a prisioneros a los que se les ordenaba desnudarse y masturbarse y de atar con alambres las manos de un prisionero encapuchado al que obligaba a permanecer de pie sobre una caja asegurándole que sería electrocutado si se caía de ella. Además, Harman está acusada de tomar fotos del amontonamiento de prisioneros y de un cadáver. La madre de la soldado, Robin Harman, dijo que su hija sacaba las fotos para exponer los abusos en la prisión, a pesar de que le había aconsejado no involucrarse.
Harman llevó las fotos a su casa en Virginia durante una licencia de dos semanas en noviembre. Un investigador del ejército confiscó la computadora portátil de Harman y un CD con fotos en enero, declaró al Post la chica con la que comparte departamento. Son siete los reservistas de la policía militar acusados de torturas. La soldado Lynndie England, de 21 años –que aparece en una foto arrastrando a un prisionero iraquí desnudo por medio de una correa– fue acusada de maltrato a un detenido.
La administración Bush se prepara para la pronta publicación de nuevas fotos y la divulgación de un video de la cárcel Abu Ghraib. Según el canal NBC, las nuevas imágenes son mucho más aberrantes de las que se vieron hasta ahora. Muestran desde soldados norteamericanos violando a una prisionera iraquí, soldados dando golpizas a un iraquí, grabaciones de violaciones de jóvenes iraquíes hasta “acciones incorrectas” –según el canal– infligidas a cuerpos muertos. En una de ellas volverá a aparecer la soldado Harman. Cómo olvidarla.

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Harman, un colega y una pila de prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib. Las humillaciones y maltratos fueron sistemáticos.
 
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