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Página/12
en Brasil

Por Darío Pignotti
Desde San Pablo

Los colores tenues, la iluminación suave y el tipo de muebles que ambientan el despacho de la alcaldesa de San Pablo, Marta Suplicy, tienen un aire inequívocamente femenino. Ese mismo refinamiento se respira en todo el palacio del centro paulistano ubicado a metros de “Crackolandia” (reducto de consumo de crack) y a minutos de la Avenida Paulista, donde mora el poder industrial y financiero de Brasil.
La psicoanalista Marta Suplicy dice haber gobernado “cuatro años con sensibilidad femenina, pero también con el coraje necesario para enfrentar a las mafias enquistadas” en esta metrópolis de contrastes salvajes, donde es “tan grave la miseria de los 2,2 millones de favelados como de la resistencia de los ricos a ceder algunos privilegios”. Suplicy, que concedió una entrevista exclusiva a Página/12, está en el centro de la escena nacional al candidatearse para un segundo mandato este domingo. El triunfo en San Pablo la convertiría en la mujer más poderosa de Brasil y, según admitió, le abriría camino para ser la primera presidenta en 2010.
Hoy, en las elecciones más populosas de Occidente, 120 millones de brasileños irán a las urnas para elegir 5562 intendentes y, sobre todo, emitir su juicio sobre Luiz Inácio Lula da Silva, al promediar su mandato presidencial. Es por ese dato político que, a pesar de las críticas, Lula decidió entrar de lleno en la campaña respaldando a “Marta, la mejor intendente que tuvo San Pablo (por quien) pido un voto de confianza en estas elecciones”. Los estrategas del PT decidieron esa jugada sabiendo que una derrota de Suplicy ante la socialdemocracia del ex presidente Fernando Henrique Cardoso implicaría un traspié para la ambición de reelegir a Lula en 2006.
En San Pablo, primer colegio electoral con 7,7 millones de votantes, se libra la madre de todas las elecciones. La última batalla fue el jueves cuando Suplicy y José Serra (Partido de la Socialdemocracia Brasileña), en un virtual empate técnico, cruzaron acusaciones en el debate de cierre. La oficina de Suplicy es un hervidero y la entrevista con este diario se interrumpe a cada minuto: un asistente llega con sondeos, otro le acerca a la intendenta un memo posiblemente con ataques de la oposición. “Histérica” y “arrogante” le espetó Serra a Suplicy, quien contraatacó calificando a su adversario como “machista e ignorante”.
–Por la temperatura de la campaña, estas elecciones más parecen federales que municipales. ¿Es así?
–Las elecciones municipales acabaron federalizadas pese a que los “tucanes” (apelativo de los socialdemócratas) quisieron evitarlo porque temen enfrentar al presidente Lula, que está con un alto astral respaldado por los buenos indicadores económicos que la población percibe bien. Después de pasar un primer año difícil (recesión en 2003) en 2004 tendremos un crecimiento de 4,5 de PBI nacional y el presidente ya anunció la creación de 1.400.000 empleos nuevos en el primer semestre. Por eso creo que tenemos que ganar y seguir avanzando; es lo que necesitamos para consolidar lo que se ha hecho con esfuerzo en San Pablo y lo que está haciendo el presidente en Brasil. Una derrota posibilitará el retorno del proyecto neoliberal de Cardoso.
–Usted fue acusada de hacer “terrorismo electoral” al sugerir que Lula no pasará fondos a Serra.
–Ellos están haciendo terrorismo electoral con apelaciones machistas para golpearme en mi condición de mujer, pero sobre todo porque ellos están disputando ahora en San Pablo las elecciones de 2006. Para el PSDB ganar la mayor ciudad de Brasil es una cuestión de vida o muerte.
–Usted critica la “herencia neoliberal” dejada por Cardoso (1995-2003), pero Lula no se aparta de ese recetario.
–No se puede comparar de esa forma. Lula recibió una situación complicadísima y tuvo que enfrentarla: fue muy difícil para él no aumentar el salario como soñó toda la vida. Pero ya comenzamos a ver la luz al final del túnel, y ahora entramos en la etapa del desarrollo y el crecimiento.
–A pesar del endeudamiento, usted gastó “exageradamente”, dice la oposición. Eso es contradictorio con la austeridad de Lula. ¿Cuál es la verdadera forma de gobernar del PT?
–No veo contradicciones entre la Unión y nosotros. Pero estoy segura que en San Pablo tenemos el gobierno más petista de Brasil. Conseguimos poner en práctica todo lo que el programa electoral del PT prometía, estamos haciendo una gestión volcada hacia la población más frágil y eso no es fácil en una ciudad gigantesca que opuso muchos obstáculos. Creo que los señores del FMI nos aprobarían porque honramos nuestras deudas pero sin dejar de hacer política social, ni dejar de ser creativos y osados.
Suplicy invitó a este corresponsal para que la acompañe hasta los estudios de Duda Mendonca, el gurú de los marketineros brasileños recordado en Argentina por haber inspirado el eslogan “Menem lo hizo”. Durante la entrevista, Suplicy reiteró varias veces la expresión “revolucionario”, un término que parecía archivado del léxico petista.
–¿Se trata de una estrategia de marketing?
–No. Hallo que nuestra labor de gobierno, por ejemplo en el área educativa, es verdaderamente revolucionaria. Nadie ha hecho lo que hicimos nosotros al crear los Centros Educacionales Unificados (CEU, sigla que también significa “cielo”). Nadie había levantado complejos en la periferia, donde al mismo tiempo hay escuela, cine, piscinas, teatro, canchas de fútbol, de skate donde se forman orquestas de música popular y académica, donde el alumno pobre puede estudiar inglés gratis. Y eso para toda la comunidad de lunes a lunes. Le puedo asegurar que en los 21 barrios donde construimos CEUs la vida comunitaria cambió, y aunque me critiquen diciendo que son caros, ya he prometido que construiré otros 24 complejos si soy reelecta, y no los voy a levantar junto a las autopistas como para la postal: seguirán siendo elegidas las zonas más necesitadas.
–La oposición dice que con tanto dinero se hubieran podido construir muchas escuelas modestas.
–Es un pretexto porque no tienen argumentos. Nosotros decimos que la población más desprotegida merece recibir lo mejor, merece ser gratificada y tiene derecho al placer. En los barrios del Este los jóvenes no tienen alternativas, viven en casas pequeñas, la TV encendida permanentemente, sin ninguna opción de placer, entonces va al “boteco” y al rato lo invitan a delinquir por dos monedas. Esa región del Este paulistano debiera ser vista por todos antes de hablar con el desprecio con que se habla. Tiempo atrás fuimos allí en helicóptero con el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra; recuerdo que se quedó mudo al ver la terrible situación.
–Si fuera reelecta intendenta, ¿pensaría en postularse a la presidencia en 2010?
–No es pecado soñar con ser la primera mujer presidenta del Brasil; quien es intendente de San Pablo es candidato a cualquier cargo en Brasil, pero ahora no es el momento de pensar, prefiero ir paso a paso: ahora lo importante es terminar lo que comenzamos a hacer hace cuatro años cuando fuimos electos por primera vez para gobernar San Pablo. Tengo 59 años, cuando comencé en la política a los 48 tampoco pensaba llegar a donde llegué ahora y no sabía que adoraría ser intendente, aunque no digo que adoro la política. Estoy gustando más de la política pero no sé si seguiréen la política toda la vida. Me agradan muchas otras cosas, gusto de mi profesión, de escribir teatro, me gusta vivir. Eso me diferencia de los hombres que hacen política, porque ellos sólo viven de política y si no tienen política se mueren. Yo no soy así, para mí la política es gratificante, pero la vivo sin neurosis. Tampoco la vivo a lo Henry Kissinger, que decía que la política es afrodisíaca.