EL MUNDO

La Revolución Naranja en riesgo de teñirse de rojo

El domingo son las elecciones, en las que se espera que Viktor Yuschenko, líder de la Revolución Naranja, gane ampliamente en Ucrania. Pero hay denuncias de que el gobierno planea un baño de sangre.

Por Askold Krushelnycky*
Desde Kiev

Hay temores crecientes de que el día de las elecciones en Ucrania se vea frustrado por una orquestada campaña de violencia luego de informes de que matones progubernamentales están siendo abastecidos con pistolas y granadas de la base naval de Rusia en Crimea. El parlamentario opositor Grygory Omelchenko afirma haber recibido pruebas de que más de 300 rifles automáticos AK 47, así como granadas y explosivos, han sido entregados a grupos relacionados con políticos separatistas del este de Ucrania. Un vocero de la Flota Rusa del Mar Negro, con base en la península ucraniana de Sebastopol, negó las acusaciones.
Omelchenko, un ex oficial de la KGB de la era soviética y que también prestó servicios en el servicio de inteligencia ucraniano después de la independencia, dijo que había recibido su información de oficiales en funciones. “La intención es usar el derramamiento de sangre para desorganizar la elección de tal modo que sea declarada inválida”, dijo a este diario. Políticos separatistas del este de Ucrania amenazaron con declarar la autonomía y crear “unidades de defensa propia” después de que la victoria en las elecciones de su candidato Viktor Yanukovich, respaldado por el Kremlin, fuera anulada y se ordenara una nueva votación para el día después de Navidad. “Después (de la violencia) ellos argumentarán que cualquier nueva elección no debería tener ni a Yuschenko ni a Yanukovich como candidatos y arreglarán que gane alguno de sus candidatos.” Omelchenko, subjefe del Comité sobre Crimen Organizado y Corrupción del Parlamento, dijo que el plan contempla que oficiales policiales leales a Yanukovich y provenientes de su feudo oriental de Donetsk encabecen pequeñas bandas de criminales a los que se dará garantías de inmunidad.
“Irán en autos civiles, en caravanas de alrededor de 10 autos con cinco personas en cada uno –sostuvo–. Su misión será crear tanta violencia y caos como sea posible de modo que el gobierno declare nula la elección. Espero que si esta gente sabe que sus planes ya no son secretos lo pensará dos veces y tirará todas esas armas en un pozo o en una mina fuera de explotación.” Volodymir Lytvyn, titular del Parlamento ucraniano, declaró que el cuerpo legislativo pedirá a la Oficina General de la Fiscalía y al servicio de seguridad SBU que investigue estos informes.
Viktor Yuschenko, líder opositor prooccidental, aboga por entrar a la OTAN y a la Unión Europea, y el presidente ruso, Vladimir Putin, se ha empeñado con fuerza en evitar que llegue a la presidencia. Putin visitó Ucrania en las vísperas de las dos vueltas electorales en octubre y noviembre para inflar la popularidad de Yanukovich entre la gran minoría rusa del país y ha sido criticado por Occidente debido a su interferencia. También ha habido informes, incluyendo uno de Jane’s Intelligence, de que fuerzas especiales rusas han estado presentes en el país. Muchos de los asociados más próximos a Yuschenko sospechan que Rusia estuvo involucrada en el envenenamiento en septiembre pasado del líder opositor, que le dejó el rostro horrendamente chamuscado.
La oposición afirma que, como parte del plan de violencia, el gobierno ha intentado reemplazar al jefe de la policía civil y paramilitar en la capital, Kiev, con un general de Donetsk, Vladimir Vorobyov. Yury Pavlenko, parlamentario opositor y aliado muy próximo a Yuschenko, dijo que planes del gobierno para desencadenar fuerzas policiales paramilitares fuertemente armadas contra la democracia el mes pasado sólo fueron bloqueados por altos oficiales policiales de Kiev que se comprometieron a defender a los manifestantes de la oposición que fueran atacados. Sostuvo que la misma gente frustró el intento de instalar a Vorobyov en una reunión nocturna el viernes pasado. Y agregó: “Creo que quieren que empiece el derramamiento de sangre y que inicialmente las fuerzas especiales no hagan nada, para que luego ataquen a los partidarios de la oposición con el pretexto de restaurar la paz”.
Pavlenko dijo que, como parte del compromiso de la oposición con el gobierno el mes pasado, el presidente Leonid Kuchma debía despedir al ministro del Interior, Mikola Bilokon, acusado de fraude electoral masivo y de abuso de poder reiterado. En lugar de eso, se le permitió al general Bilokon que se tomara vacaciones, y Pavlenko cree que pronto será reinstalado en su cargo. “Bilokon ha probado en el pasado que es implacable y sabe que si Yuschenko se convierte en presidente será procesado. No tiene nada que perder y el peligro es que mucha de esa gente siente que no tiene nada que perder.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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Tártaros opositores de Crimea en una manifestación.
 
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