EL MUNDO
Pyongyang en el centro de la gira asiática de “Condi”
En el tramo final de su periplo por Asia, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, insistió con el asunto nuclear norcoreano. Asimismo transmitirá a Pekín que baje tensiones con Taiwan.
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, dijo durante su visita a Seúl que Estados Unidos no tiene ninguna intención de atacar Corea del Norte, al tiempo que instó a la nación comunista a tomar una “decisión estratégica” para cerrar el conflicto nuclear. Por otro lado, Rice transmitió su deseo de que China contribuya a bajar las “tensiones” provocadas por la ley antisecesión adoptada el pasado lunes, que prevé un posible recurso de la fuerza en caso de la independencia de Taiwan.
Corea del Norte estuvo en el centro de las conversaciones que la secretaria de Estado norteamericana mantuvo con los mandatarios de Corea del Sur, Japón y China, en la primera gira por Asia de la funcionaria desde que asumió su cargo. Rice dijo que si bien EE.UU. no planeaba iniciar una acción bélica contra Pyongyang, tampoco iba a esperar “eternamente” a que se llegase a una solución del conflicto por su programa atómico. Además aclaró que EE.UU. sólo está dispuesto a establecer conversaciones directas con Corea del Norte en el marco de la “conversación a seis bandas”, en la que toman parte China, Corea del Sur, Rusia y Japón.
La jefa de la Cancillería se reunió ayer con el presidente surcoreano, Roh Moo Hyun, y con los ministros del Exterior, Ban Ki Moon, y de Defensa, Chung Dong Young, después de haber visitado Japón donde renovó su llamado a Corea del Norte para que abandone su programa nuclear y apeló a China, como principal aliado del régimen de Pyongyang, para que persuada al líder Kim Jong Il de reanudar las negociaciones a seis bandas. Rice afirmó ayer en Seúl antes de viajar a Pekín que Washington no tenía “absolutamente ninguna intención de atacar” a Corea del Norte. Además pidió a Bruselas que no levante el embargo a la venta de armas a China, decretado en 1989 después de la masacre de Tiananmen. “Creemos que no es oportuno”, declaró Rice a la prensa en Seúl. “Existen inquietudes sobre el aumento del gasto militar, y potencialmente sobre el poder militar chino y el aumento de la sofisticación” de su arsenal, añadió. Además, reiteró el deseo de EE.UU. de que China busque aligerar las tensiones con Taiwan recrudecidas por la aprobación de la ley antisecesión.