EL MUNDO › LA UE, EE.UU. Y JAPON, CON SEDE DE UN REACTOR

Unión para ganar más energía

Por John Lichfield *
Desde París

Francia y la Unión Europea ganaron ayer una larga batalla para llevar a cabo un programa internacional de 10.000 millones de euros para desarrollar una nueva forma de energía nuclear limpia e ilimitada. Los gobiernos de todo el mundo acordaron que el proyecto ITER, un intento de recrear la energía en el interior del sol , debía construirse en Cadarache, cerca de Aix-en-Provence, en el sur de Francia.
Si es exitoso el experimento, que será financiado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, China, Japón y Corea del Sur, transformará la energía y, ecológicamente, la perspectiva para la humanidad. En años recientes, sin embargo, fue víctima de la capacidad de mezquindad de la humanidad. El acuerdo final fue demorado por una batalla entre los franceses y los japoneses sobre cuál de los países debería albergar la principal sede experimental y el reactor de prueba. Estados Unidos, continuando su pelea con París sobre la guerra contra Irak, apoyó a Japón.
En una reunión de seis patrocinadores en Moscú decidieron ayer ubicar el reactor en Francia. En compensación, a Japón se le prometió el 20 por ciento de los contratos de construcción y 20 por ciento de los 1000 puestos permanentes de investigación y administración en la sede de Provence. La decisión fue muy bien recibida por el gobierno francés como prueba de que la Unión Europea podía entregar los bienes por Francia, aunque demasiado tarde para alterar el ánimo euroescéptico del pueblo francés que rechazó la Constitución de la Unión Europea el mes pasado.
El presidente Jacques Chirac, quien visitará mañana la existente estación de investigación atómica en la sede Cadarache, dijo: “Este es un gran triunfo para Francia y Europa”. Le agradeció a la Comisión Europea, a otros miembros de la UE, a Rusia y China por su “sostenido” apoyo a la apuesta francesa. ITER (sigla en inglés que significa: Reactor Experimental Termonuclear Internacional) será el segundo proyecto científico internacional nunca antes llevado a cabo, después de la Estación Espacial Internacional.
La esperanza es que, dentro de 30 o 40 años, el proyecto brindará una forma de energía limpia, barata, segura y virtualmente inagotable, fusionando átomos en lugar de fragmentarlos. Los grupos ecologistas y algunos científicos han sembrado la duda sobre el valor del proyecto, señalando que esos intentos previos de controlar la “fusión” energética no han conducido a nada. En fusión nuclear, los átomos son llevados a chocar y fusionarse dentro de un reactor a temperaturas extremadamente altas, liberando calor que puede ser controlado para producir electricidad. Si el proceso puede ser controlado, su principal combustible serían isótopos de hidrógeno que se encuentran en agua de mar en cualquier lugar del mundo.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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