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La estampida que rompió el dique de la paciencia chiíta en todo Irak

Después de meses de provocaciones sunnitas armadas a la mayoría chiíta en Irak y de advertencias de que todo el proceso podría naufragar en una guerra civil, esta amenaza empezó a cobrar forma ayer.

 Por Kim Sengupta *

La lucha sectaria entre chiítas y los sunnitas se expandió por todo Irak en medio de renovadas advertencias de que el país está cayendo en una guerra civil. Las tensiones por la nueva Constitución del país, aprobada por los chiítas y los kurdos pero rechazada por los sunnitas, así como la ira que prosigue en torno a la estampida mortal de casi mil peregrinos chiítas, de pronto se convirtió en violencia. Después de meses de ataques a blancos chiítas por insurgentes sunnitas destinados a desatar, según declaró el gobierno, un conflicto religioso, llegaron las primeras señales de una reacción chiíta.
Una niña fue muerta ayer en una batalla armada en Bagdad que ocurrió luego de una marcha de cientos de chiítas en el puente Al Aima, donde tuvo lugar la mayoría de las muertes causadas por la estampida. Los soldados que vigilan el puente abrieron fuego contra los manifestantes. Los sunnitas del otro lado del río Tigris, creyendo que estaban bajo fuego de los chiítas que marchaban, abrieron fuego a su vez, provocando el fuego de los hombres armados chiítas. Dos explosiones separadas en un barrio sunnita dejaron dos muertos y los residentes sunnitas dijeron que habían sido objeto de fuego de francotiradores y ataques con bombas de nafta.
Hombres armados abrieron fuego sobre los musulmanes que iban a las oraciones del viernes en dos mezquitas en el sur de Bagdad, matando a dos personas e hiriendo a cuatro, dijo la policía. El primer ataque ocurrió cuando un tirador solitario entró a la mezquita de Mizael Basha, cerca de la ciudad de Zubeir, a 20 kilómetros al sudoeste de Basora, y ametralló a los fieles durante las oraciones del amanecer. Un hombre resultó muerto y cuatro heridos, dijo el coronel de la policía Nouri al Fayadh. Otra mezquita sunnita, la Rashidiya, fue atacada más tarde por un grupo de hombre armados que mataron a un guardia.
Los sunnitas en el sur controlado por los británicos dicen que la fuerza de policía local ha sido fuertemente infiltrada por las milicias chiítas y estaban alentando activamente una campaña sectaria. Un periodista estadounidense que investigaba las acusaciones fue muerto por disparos después de ser llevado por hombres en uniformes de policía. Ali Mohammed, un maestro sunnita, dijo: “Los ataques se han vuelto peores. La policía entra en nuestras mezquitas y roba el dinero y los valores”.
Mientras tanto, las familias enterraban a los muertos en la estampida y hubo airadas acusaciones de que insurgentes sunnitas estaban detrás de la masacre. Ahmed Chasib, de 31 años, cuya esposa y hermana murieron en el desastre, afirmó que sunnitas armados habían atacado a los peregrinos chiítas durante uno de los días más religiosos del año. “Estábamos viajando juntos, pero cuanto estábamos cerca del puente, las mujeres adelante de nosotros fueron impactadas por productos químicos que venían de Aadhamiya”, dijo. Jamal al Hakin, que perdió a su hijo de 12 años, agregó: “Ellos (los sunnitas) primero nos atacaron con morteros y luego comenzaron a hacer correr el rumor que había terroristas suicidas. Eso comenzó el pánico”.
En una demostración de fuerza chiíta, por lo menos 5 mil personas marcharon ayer en apoyo a la nueva Constitución en Basora. La marcha, organizada por el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak y el partido chiíta Dawa, era más grande que las manifestaciones contra la Constitución organizadas por los sunnitas árabes en otros lugares del país en las últimas semanas. Los dos partidos son los mayores grupos políticos chiítas en Irak y sus representantes han jugado un rol clave en la redacción del nuevo borrador que será presentado a los votantes en un referéndum el 15 de octubre. Las autoridades iraquíes han decidido la fecha del 19 de octubre para el comienzo del juicio a Saddam Hussein, dijo ayer un funcionario hablando en condición de anonimato. Las autoridades quieren que el juicio comience en cuanto los iraquíes terminen su referéndum.

* De The Independent de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Chiítas iraquíes con carteles de su líder islámico radicalizado Moqtada al Sadr.
 
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