EL MUNDO › ARIEL SHARON FUE HOSPITALIZADO Y SE TEME POR SU VIDA

Un halcón con las alas quebradas

En medio de un complejo cuadro político, que incluyó el año pasado la evacuación de Gaza y frente a elecciones decisivas en marzo próximo, el primer ministro israelí Ariel Sharon fue internado ayer por un grave derrame cerebral.

Un Ariel Sharon al borde de la muerte se encontraba hospitalizado con pronósticos poco favorables luego de sufrir una hemorragia cerebral masiva ayer por la noche, en víspera de una intervención quirúrgica programada. El estado de salud del primer ministro israelí obligó a los médicos a conectarlo a un respirador artificial e intervenirlo quirúrgicamente de urgencia. Además, debido a que entró en coma farmacológico, se decidió transferir los poderes de gobierno al viceprimer ministro, Ehud Olmert. Según el diario Haaretz, los médicos son escépticos respecto de las posibilidades de recuperación de Sharon. Este es el segundo infarto cerebral que sufre en menos de un mes. El premier ya había estado hospitalizado el 18 de diciembre, tras sufrir un “ligero infarto cerebral” provocado “por un coágulo de sangre procedente del corazón”. Los médicos le recetaron entonces medicación anticoagulante y le recomendaron bajar de peso, pero con 118 kilos, el premier logró bajar solamente tres.

“Ha sufrido un grave ataque cerebral y está anestesiado”, declaró el profesor Shlomo Mor Yossef, el director del hospital Haddash de Jerusalén, donde fue ingresado. “Un infarto grave significa que ha habido profundos daños”, agregó. Sin embargo, Mor Yossef señaló que esto “no significa necesariamente que (los daños sufridos) tengan un efecto duradero”. Sharon, que en febrero cumplirá 78 años, sufrió un fuerte dolor de cabeza y opresión en el pecho cuando estaba en su rancho en el desierto del Negev, al sur de Israel, por lo que su médico recomendó el traslado inmediato al hospital Haddash de Jerusalén. El diario israelí Haaretz informó además que el premier sufrió la paralización de sus piernas. A su llegada al centro de salud, Sharon estaba consciente y fue ingresado en la sección de “traumatismos” para ser examinado por neurólogos y cardiólogos.

La operación, que había sido programada para hoy, luego de la hospitalización en diciembre, consistía en una angioplastia mediante cateterismo cardíaco, que se realiza introduciendo un pequeño tubo de plástico flexible, el catéter, por una vena para obturar un pequeño orificio congénito de entre uno y dos milímetros en su corazón. En cambio, el premier tuvo que ser sometido a una resonancia magnética e intervenido quirúrgicamente ayer para salvarle la vida. Según los doctores, un coágulo habría obstruido el riego en el cerebro y habría provocado la hemorragia, por lo que fue necesario recurrir a la cirugía para frenarla. Para aliviar la presión en el cerebro, los médicos tuvieron que perforar la masa craneal a fin de introducir un pequeño tubo con el que extraer la sangre almacenada. Eminentes especialistas en neurología y cirugía aseguraron que la intervención a la que fue sometido Sharon es muy complicada, sobre todo porque el primer ministro tomaba medicación anticoagulante, que podía dificultar la acción quirúrgica. Tras una hora y media de intervención, que aún no había finalizado, el portavoz Raanan Gissin anunció que la misma transcurría bien y la situación estaba “estabilizada”.

Asimismo, luego que el secretario de Gobierno de Israel, Yisrael Maimon, anunciara que Sharon entró en un estado de “coma farmacológico”, se decidió transferir los poderes de gobierno por un máximo de 100 días al viceprimer ministro, Ehur Olmert. La decisión fue tomada por el asesor jurídico del Gobierno, Menahem Mazuz, tras entrevistarse con los miembros del equipo médico que atiende al primer ministro.

Esta nueva hospitalización de Sharon se produce a dos meses y medio de las elecciones legislativas israelíes, previstas para el 28 de marzo, y luego de un 2005 movido en el cual el primer ministro logró imponer la retirada de la Franja de Gaza a pesar de una fuerte resistencia política interna. Esta fue una de las razones por las cuales Sharon fundó semanas atrás un nuevo partido, el Kadima (“Adelante” en hebreo), luego de renunciar al bloque nacionalista de derecha Likud. El premier consiguió el respaldo de varios líderes políticos e, incluso, la adhesión de otros miembros del Likud, lo cual lo dejó en buena posición para las elecciones de marzo. Según un sondeo reciente, Kadima ganaría 42 de los 120 escaños del Parlamento (Knesset), logrando tres bancas más de las 39 que le pronosticaban hace dos semanas. La preocupación en el ámbito político, además del futuro de Kadima, pasa por el hecho de que si Sharon sobrevive a esta crisis de salud, sus facultades mentales y físicas podrían llegar al punto de hacer imposible su desempeño como jefe del gobierno.

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Sharon, que en febrero cumplirá 78 años, sufrió un fuerte dolor de cabeza y opresión en el pecho en su rancho en el desierto del Negev.
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