EL MUNDO › LA ONU NEGO QUE ISRAEL HAYA COMETIDO UNA MASACRE EN JENIN

Ganar una batalla por segunda vez

Después de la intervención israelí en Jenin, en abril, los palestinos denunciaron que se había cometido una masacre, y hablaron de 500 muertos. Ayer un equipo de la ONU los desmintió, en lo que constituye una victoria propagandística para Israel.

Por Jonathan Steele
Desde Jenin

El muy esperado informe de la ONU sobre la reocupación de Israel de las principales ciudades de Cisjordania criticó ayer las tácticas de los militantes palestinos y del Ejército israelí, pero no encontró evidencia que apoyara las acusaciones de que las fuerzas israelíes eran responsables de una masacre en el campo de refugiados de Jenin. El informe criticó a Israel por “la generalizada destrucción de propiedad palestina” en Jenin durante la operación a comienzos de este año, pero dijo que las denuncias palestinas de ese momento de que unos 500 palestinos habían sido asesinados “no estaban sustanciadas”.
La Cancillería israelí alabó el informe, diciendo que aclaraba una “mala interpretación” de que hubiera habido una masacre. Israel negó el acceso al equipo de la ONU que preparó el informe y no le dio ninguna información. El equipo se basó en fuentes publicadas y en declaraciones de observadores de seis gobiernos y de las organizaciones de derechos humanos. Alrededor de 1.500 familias se quedaron sin hogar cuando los tanques y las topadoras israelíes demolieron las casas y negocios en los angostos pasajes en el corazón del campo de refugiados en abril. Funcionarios palestinos, así como reporteros de muchos diarios y canales de televisión del extranjero, dijeron que había habido una “masacre”. La única referencia a la palabra en el informe mismo está en los relatos de los testigos “sobrevivientes a la masacre del campo de refugiados de Jenin” ofrecidos por la misión de la ONU en Jordania. En Jenin, donde el campo de refugiados fue arrasado en varios días de lucha, los palestinos desesperan ante lo que consideran falta de presión internacional sobre Israel para poner fin a los continuos toques de queda y para que se retirara de Cisjordania. “Este informe no aportará nada para el pueblo palestino,” dijo Bassan Sbaihat, el funcionario de la Autoridad Palestina que se contacta con el Ejército israelí, sentado en su oficina cerca de un montón de escombros donde los funcionarios de la ONU creen que permanecen escondidos cinco cuerpos.
El informe de la ONU dijo que 52 muertes palestinas habían sido confirmadas para el 18 de abril, la misma cantidad de muertes informada por Israel. Los hallazgos de la ONU son iguales a los de Human Rights Watch. La mitad de los muertos palestinos pueden haber sido civiles y no combatientes armados, dice, pero es imposible determinar el número exacto. Saeb Erekat, un negociador de alto de alto nivel del líder palestino Yasser Arafat, dijo a mediados de abril que 500 personas habían sido asesinadas. El vocero del Ejército israelí, brigadier Ron Kitrey, añadió a la confusión de ese momento diciendo que más de 200 personas habían muerto en Jenin.
Inicialmente Israel aceptó una investigación de la ONU, pero más tarde declaró que el equipo elegido por Kofi Annan, el secretario general, y conducido por el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari no apuntaba a una genuina averiguación de los hechos. El gobierno israelí tomó ayer la falta de corroboración de una masacre para decir que toda la investigación se había hecho “como resultado de la falsa propaganda palestina”. “El informe abrumadoramente niega esta invención palestina y repudia las maliciosas mentiras difundidas con respecto al tema”, dijo el canciller.
Pero el equipo de la ONU tiene varias críticas a la incursión israelí, su mayor despliegue militar en dos décadas. Dice que en por lo menos tres ocasiones las fuerzas israelíes hicieron blanco sobre ambulancias. Su empleo de armamento pesado y de helicópteros artillados en áreas civiles densamente pobladas fue desproporcionado. Civiles fueron arrestados arbitrariamente y obligados a desnudarse. Los toques de queda de 24 horas durante varios días dejaban a la gente sin las provisiones vitales y sin asistencia médica. Los militantes palestinos son acusados de violar la ley internacional al acopiar armas y situar a combatientes en medio de campos densamente poblados. Aunque se desató por la disputa sobre Jenin, donde las fuerzas israelíes se encontraron con mayor resistencia de los palestinos que en cualquier otra ciudad, el informe es sobre toda la reocupación de Cisjordania. Entre el 1 de marzo y el 7 de mayo, dice el informe, 497 palestinos habían sido muertos en Cisjordania. Durante el mismo período Israel soportó aproximadamente 16 ataques terroristas con bomba, mayormente ataques suicidas. Más de 100 personas murieron y montones resultaron heridas.
Annan dijo que confiaba en que el informe era una “justa representación de una compleja realidad”. Pero señaló que se trataba de abusos que continúan. “Mientras algunos hechos pueden estar en discusión, creo que es claro que la población palestina sufrió y está sufriendo consecuencias humanitarias que son muy serias –dijo–. Espero que ambas partes aprendan las lecciones correctas de este trágico episodio”.

De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère

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Socorristas palestinos buscan sobrevivientes en Jenin, en esta foto de abril.
 
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