EL MUNDO › EL REPUBLICANO HUCKABEE GANA EN EL DEBUT ELECTORAL EN EE.UU.

Ventaja de Barack Obama en Iowa

Los sondeos del caucus proyectaban un triunfo del demócrata afroamericano y del pastor anglicano en el arranque de la campaña.

 Por Antonio Caño *

La carrera hacia la Casa Blanca empezó anoche con las elecciones indirectas en el estado de Iowa. Al cierre de esta edición, con el 85 por ciento de los votos escrutados, Barack Obama se imponía con el 37 por ciento, mientras Hillary Clinton y John Edwards aparecían empatados con el 30 por ciento de los votos. Entre los republicanos, con el 65 por ciento de los votos contados Mike Huckabee se imponía con el 34 por ciento, seguido por Mitt Romney con el 25 y Fred Thompson con el 14.

Iowa marca el inicio de un nuevo ciclo político en Estados Unidos. Aunque los resultados de los caucus celebrados el jueves no pueden anticipar todavía el nombre del futuro presidente en una carrera extraordinariamente disputada y emocionante, sí suponen el comienzo de un largo período electoral que concluirá, cuando menos, con el fin de un cierto modelo conservador representado por George Bush.

El retorno a las prioridades de la política doméstica y la renuncia a ciertas fantasías de política exterior, como Irak, son algunas de las características de estos nuevos tiempos.

Todos los candidatos que concurrieron ayer a las urnas en Iowa defienden, en diferente modo y medida, un programa de cambio. Parece indudable en el campo demócrata, donde tanto Hillary Clinton como Barack Obama ofrecen, de entrada, innovaciones tan significativas como la llegada, por primera vez, de una mujer o un afroamericano, a la presidencia. El tercero en discordia, John Edwards, aunque no resulte en sí mismo una novedad, sí propone el más ambicioso proyecto de transformaciones sociales que se conoce en esta campaña.

Cualquiera de los tres puede ganar en Iowa. Sólo el orden de colocación y las diferencias entre ellos permitirán hacer predicciones sobre su suerte futura. Pero, probablemente, pase lo que pase, todos ellos esperarán hasta la siguiente cita electoral (el próximo martes, día 8, en New Hampshire) antes de arrojar la toalla.

También los candidatos republicanos representan, a su modo, propuestas renovadoras. Ninguno de ellos, para empezar, tiene ni quiere el apoyo de George Bush. Todos ellos intentan modelos diferentes. Ni siquiera el único que defiende en la actualidad la guerra de Irak, John McCain, puede ser identificado con Bush, al que ha criticado por la planificación de la guerra, por la estrategia llevada hasta ahora y por una amplia gama de asuntos que van desde la política ecológica a la política fiscal.

Entre el resto, puede haber alguno aún más conservador que Bush, como Mike Huckabee, pero incluso este pastor protestante muy a la derecha en cuanto a moral y valores, defiende posiciones más realistas (quizá aislacionistas) en política exterior. Mitt Romney es un pragmático que sabe adaptar sus opciones a las necesidades del momento. Y Rudy Giuliani es un seguidor y admirador de Bush en todo lo que se refiere a la guerra contra el terrorismo, pero no cuenta, como el actual presidente, con una agenda impuesta por la derecha cristiana.

Sólo Huckabee y Romney parecen tener opciones de victoria en Iowa. Pero un tercer puesto sería un gran éxito para McCain –que no existía en las encuestas hace apenas un mes– y ningún resultado aquí puede sacar de la carrera a Giuliani, que ha renunciado a hacer campaña en Iowa y espera a mejores oportunidades en otras primarias. En realidad, la batalla republicana seguirá estando muy abierta después de estos caucus.

La campaña en este estado ha servido, no obstante, para certificar los cambios ocurridos en las preocupaciones de los votantes. El miedo a las amenazas terroristas y, especialmente, la preocupación por Irak han menguado, mientras que aumentan la incertidumbre económica y el deseo de mejoras sociales en educación y atención sanitaria.

“El barril de petróleo a 100 dólares es el mejor recordatorio posible del enorme desafío económico y de la privilegiada posición de la que disfrutan las grandes corporaciones”, afirmó Edwards en sus últimos actos electorales en Iowa. “Estamos ante una situación repleta de desafíos dentro de nuestro propio país”, confirmó McCain.

“La guerra de Irak siguen siendo un asunto importante, pero es verdad que la inseguridad económica ha crecido y que se han incorporado a las preocupaciones ciudadanas otros asuntos”, opinó David Axelrod, principal estratega de la campaña de Obama.

Mitt Romney ha dedicado más tiempo en sus últimos discursos al problema de la seguridad social y ha tratado de convencer a los electores de que “no se trata de un asunto que sólo preocupe a los demócratas”.

Hoy día un 55 por ciento de los posibles votantes, según diferentes encuestas, se identifica a sí mismo como demócrata, mientras que sólo un poco más del 30 por ciento se presenta como republicano. Esto no tiene por qué ser decisivo en un país donde los votantes cruzan frecuentemente las líneas del partido, pero sí resulta muy significativo del deseo de cambio.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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Barack Obama, el candidato demócrata que lidera en Iowa, en campaña en Des Moines.
Imagen: AFP
 
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