EL MUNDO › EL SENADOR SUPERA EN DELEGADOS A SU RIVAL, PERO CLINTON GANA EN SUPERDELEGADOS

Obama y Hillary no se dan ventaja

El senador por Illinois podría seguir sumando victorias hoy martes en Maryland y el Distrito de Columbia, pero no es tan claro en el plato fuerte, Virginia.

 Por Antonio Caño *
desde Washington

Tras un buen supermartes, Barack Obama tuvo un grandioso “súper fin de semana”, en el que lo ganó todo, hasta un premio Grammy por la adaptación audiovisual de su biografía La audacia de la esperanza. Sus victorias en cinco estados muy diferentes entre sí catapultan al joven senador negro hacia previsibles nuevas victorias hoy martes en Virginia, Maryland y el Distrito de Columbia y lo ponen con ventaja en la carrera hacia la candidatura presidencial. En medio de la dura pelea con Hillary Clinton, el senador por Illinois se tomó un tiempo para hablar de Latinoamérica y su postura hacia amigos y enemigos.

Nada es definitivo aún. Incluso ganando hoy, Obama tiene todavía por delante tres enormes obstáculos que sortear, las tres primarias más importantes en los tres mayores estados todavía pendientes: Texas y Ohio, el 4 de marzo, y Pennsylvania, el 22 de abril. Clinton es, por ahora, favorita en todas esas grandes contiendas, donde coinciden los votantes entre los que es más fuerte, mujeres, trabajadores blancos manuales e hispanos. Pero Obama tiene ahora claramente la iniciativa, está recaudando dinero suficiente para intensificar su campaña y podría tener tiempo para acabar imponiéndose allí también.

Obama sumó tras su triunfo anteayer en el estado de Maine un total de 1137 delegados para la Convención Demócrata, prevista para fines de agosto, contra 1134 de la ex primera dama, resultado parcial que, en todo caso, está lejos aún de quebrar el empate en que se encuentra estancada la carrera en las filas demócratas. Las victorias del fin de semana le han dado a Obama una ligera ventaja entre los delegados elegidos directamente en las urnas. Esa ventaja puede crecer hoy, pero no lo suficiente como para que sea determinante. Clinton sigue por delante entre los llamados superdelegados, los delegados que son designados por la dirección del partido. Pero tampoco eso es decisivo por ahora. Ahora mismo lo más importante es ganar elecciones. Si la situación de empate técnico continúa después de Pennsylvania, entonces será momento de comenzar a negociar.

Y el que está ganando en este momento es Obama. “Hemos ganado en la costa atlántica, hemos ganado en el golfo, hemos ganado en el Pacífico y hemos ganado en los estados que están en el medio”, recordó el candidato en otro vibrante discurso de victoria. “Escuchar a Obama cada noche de elecciones se ha convertido en uno de los grandes alicientes del país”, decía el columnista de Time Joe Klein. Obama declaró ayer que si bien no está de acuerdo con las “políticas despóticas” del presidente Chávez, se reuniría con él si es electo presidente de Estados Unidos, dentro de una política de mayor acercamiento generalizado hacia Latinoamérica basada en “dignidad y respeto mutuos”.

“La idea de Latinoamérica como un socio menor” de Estados Unidos, dijo Obama, “es anticuada”.

Obama ha ganado en estados tan diversos como Washington, con blancos educados y progresistas vinculados con la industria tecnológica; Nebraska, con blancos agricultores y conservadores, o Maine, con obreros blancos con carnet sindical. Hasta en Louisiana, de mayoría negra, obtuvo un 31 por ciento del voto blanco. En este momento tiene en su bolsillo más delegados, más estados y más votos (unos 200.000) que Hillary Clinton.

La senadora por Nueva York es, sin duda, consciente de sus problemas. Se notan los nervios en su campaña. Bill Clinton ha dejado de hablar mal de Obama y casi de hablar por completo. La candidata se ha enzarzado en una pelea con la cadena NBC por unas palabras insultantes sobre Chelsea Clinton y se queja con frecuencia de que los medios la tratan injustamente. Es cierto que muchos periodistas no pueden resistirse al magnetismo de Obama y lo que su gesta representa en términos históricos.

Frente a este virtual empate técnico entre ambos aspirantes demócratas, las primarias de hoy –conocidas como primarias del Potomac o de Cheasepeake, que se celebrarán en Maryland (99 delegados), Columbia (38) y Virginia (101)– pueden resultar vitales para las aspiraciones de ambos precandidatos. Los expertos proyectan triunfos del senador por Illinois en Maryland y Columbia.

Clinton espera una victoria el 19 de febrero en Wisconsin, donde pretende obtener el apoyo de los hogares modestos y obreros, mientras que Obama se apoya preferentemente en los estudiantes. Los jóvenes votantes estadounidenses están interesándose como nunca antes en las elecciones primarias. Les atrae el mensaje de cambio con el que ha hecho campaña el precandidato demócrata. “Cuanto más conocen los votantes a Obama y su mensaje de cambio, más lo respaldan, lo cual es una buena señal ante las próximas primarias”, dijo su jefe de campaña, David Plouffe, en un memorándum difundido el domingo.

* De El País de Madrid. Especial para Página12.

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Como es tan reñida la pelea entre Obama y Hillary, cada elección cuenta desde el supermartes.
Imagen: AFP
 
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