EL MUNDO › JUAN RAMóN QUINTANA, MINISTRO DEL MAS

“Profundizar el proceso”

 Por Sebastián Ochoa

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, contó a Página/12 cuáles son sus impresiones sobre el primer gobierno del MAS. Mencionó los principales logros y avisó cuáles serán las líneas de trabajo para los próximos cinco años. También se refirió al papel de la oposición y del gobierno de Estados Unidos que –según Quintana– retornó a “la política del garrote” con la instalación de bases militares en Colombia y el respaldo al gobierno de facto en Honduras.

–¿Cuál es su balance sobre este primer mandato?

–Como dijo nuestro presidente Evo, hemos tenido la oportunidad de aprender a trabajar por el pueblo boliviano. Son cuatro años de un aprendizaje intenso que nos ha colocado cada día más al servicio del ciudadano. Para los próximos cinco años tenemos un plan de gobierno que apunta a transformar la economía, la sociedad y la política en el país. En los próximos años, Bolivia va a dar muchas sorpresas a sus ciudadanos, pero también a la comunidad internacional. En cuatro años hemos transformado la economía del país, se han generado reservas internacionales, ha crecido el PBI, se ha expandido la economía en los sectores más excluidos, hemos contribuido al mejoramiento de las políticas públicas, de salud, educación e infraestructura. Estamos creando las condiciones para mejorar la distribución de la riqueza. Eso no se logra en cuatro años. Podríamos decir que hasta ahora se han creado las condiciones. Los próximos cinco años vamos a seguir profundizando el proceso.

–¿Cree que la oposición aceptará democráticamente la mayoría parlamentaria del oficialismo?

–La derecha nunca ha sido democrática. Se ha manejado con una conducta de simulación democrática, pero eso ya lo conoce el pueblo boliviano. Hemos tenido cuatro eventos electorales plebiscitarios y el pueblo se ha confesado públicamente, ha dicho lo que ha pensado, ha ratificado este proceso y de alguna manera ha condenado a la derecha.

–¿Considera que la derecha continuará manifestándose con métodos violentos?

–Le diría que en Bolivia la violencia es inherente a la derecha. El programa filosófico-político de la oposición es la violencia. Ha sido el genocidio, ha sido la expulsión, ha sido el racismo, la intolerancia. La derecha se ha manifestado por el camino del desprecio al otro. Ha llegado al extremo de una aventura separatista. La pregunta es ¿qué razón existe para que abandone su programa político histórico? Ninguna, todo lo contrario, porque está hoy más limitada en su maniobra política democrática.

–¿Cómo serán las relaciones con Estados Unidos?

–Esas negociaciones marchan sobre la base de principios que han sido definidos por el gobierno de Bolivia. Esa definición tiene que ver con el ejercicio de la soberanía, el respeto y la reciprocidad, las relaciones de Estado a Estado y, por supuesto, una política clara para evitar toda intromisión, toda injerencia en la política del Estado boliviano. Sobre la base de esos principios podemos suscribir un conjunto de acuerdos, los acuerdos que deseen. La base del acuerdo es: no a la DEA, no a las agencias de inteligencia, no a la intromisión de un embajador. No queremos virreyes, no queremos que los norteamericanos se crean que están en su patio trasero. Estados Unidos se ha acostumbrado a hacer lo que le antoja en cualquier parte del mundo. Que le antoje lo que quiera, pero en Bolivia eso no va a ocurrir.

–¿Cómo evalúa la instalación de bases militares de EE.UU. en Colombia?

–Como parte de una estrategia de guerra silenciosa que ya se inició hace mucho tiempo en América latina. Las bases militares son una provocación y una política de intervención directa frente a la unidad latinoamericana. Tenemos la impresión de que EE.UU. juega a la política del aparente buen vecino, pero en realidad está aplicando la política del garrote.

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