EL MUNDO › OPINION

¡Es el petróleo, estúpido!

Por Félix Herrero *

Muchos analistas estadounidenses eluden la interpretación de que el motivo principal de la guerra contra Irak es la necesidad del petróleo de Estados Unidos. Y esta necesidad del “elemento vital” justificaría cualquier medida fuera del derecho internacional y de la moral entre las naciones. Ya no se trata de la captación económica del petróleo de otros países por las concesiones obtenidas de jeques y sultanes, como lo fue durante la primera mitad del siglo XX. Ahora los ejércitos van decidida y manifiestamente adelante de las compañías petroleras.
Aun cuando, de hecho, la interpretación petrolera ha sido rechazada en Estados Unidos, se siguen dando argumentos que niegan dicha explicación. Se afirma que Estados Unidos no atacaría a Irak si no fuera por las agresiones recibidas el 11 de septiembre de 2001. Este argumento tendría algún sustento si antes de esa fecha Estados Unidos no hubiera actuado ya militarmente para asegurarse las fuentes de hidrocarburos, tanto se trate de yacimientos como de las llamadas “vías del petróleo”. Y en verdad, desde la caída del Muro de Berlín, signo del ocaso del “contrapeso real” al poder norteamericano, muchas son las acciones que los gobernantes norteamericanos llevaron a cabo, especialmente desde la asunción de George W. Bush (que venía de Harken Energy Co., una empresa que explota petróleo en Estados Unidos y Colombia) y Richard Cheney (de Halliburton), quienes a su vez designaron a funcionarios “salidos” de Enron y de otras empresas energéticas, como Karl Rove, que elaboró junto con Cheney el programa energético del gobierno. Muchos europeos piensan que las guerras norteamericanas tienen motivos petroleros: algunos políticos franceses sostienen que no están dispuestos a emprender una guerra para que Estados Unidos, llegado el caso, domine mejor el curso del oro negro.
La sed norteamericana de petróleo surge claramente cuando se comparan los datos acerca de sus reservas y abastecimiento con los del resto del mundo. Estados Unidos comenzó a agotar su petróleo a partir de los años 1965/70, cuando extrajo la mitad de las reservas contenidas en su territorio. Debe recordarse que Estados Unidos sigue siendo un país cuya economía se basa en el consumo de petróleo y de gas natural, a pesar de sus esfuerzos por ahorrarlo e intentar sustituirlo. Estados Unidos consume más de la cuarta parte del petróleo que utiliza el mundo, y consume casi la mitad de las naftas que se producen en el mundo. Pero los pronósticos indican una debilidad norteamericana: se calcula que en menos de 20 años Estados Unidos, que ya ahora produce apenas el 40 por ciento del petróleo crudo que utiliza e importa el 60 por ciento restante, no tendrá prácticamente petróleo en su territorio (sin contar el existente en Alaska), mientras que los países árabes, con los cuales se enfrenta cultural y globalmente, tienen ahora casi las dos terceras partes de las reservas mundiales, reservas que llegarán al 80 por ciento en menos de 20 años. Diez de los 13 países miembros de la OPEP son musulmanes, y otros siete países productores de petróleo son árabes.
Las nuevas guerras petroleras: antes y después del 11 de septiembre el mundo pudo ver la participación de las fuerzas militares norteamericanas en muchos lugares de la tierra en los cuales había yacimientos petrolíferos o que eran vías de transporte del petróleo. Hay que recordar su apoyo a Irak en la guerra Irán-Irak (1980/88), la intervención en Kuwait (1990/1) y en Irak (1998), y el apoyo de grupos económicos norteamericanos al golpe de Estado en Venezuela (15 abril de 2002). Por otro lado, en “defensa” de las vías del petróleo, Estados Unidos intervino en Panamá (1988), en Mogadiscio (Somalia, en 1993), en Afganistán, importante poseedor de gas natural (2001) y ahora está interviniendo militarmente en el oleoducto colombiano de la Occidental Oil (2002).
Muchas de las mencionadas acciones militares fueron encubiertas bajo el nombre de campañas humanitarias. ¿Seguiremos escamoteando las causas reales y los objetivos profundos de los hechos internacionales que ponen en peligro la paz mundial? Es hora de que en nuestro país haya una acción militante a favor de la paz.

* Integrante del Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (MORENO) y del Proyecto Sur.

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