EL MUNDO › OPINION

Carta abierta al gobernador de Texas

Por Michael Moore

George W. Bush
1600 Pennsylvania Ave.
Washington. DC
Estimado Gobernador Bush:

Así que éste es lo que usted llama “el momento de la verdad”. Me alegra saber que este día finalmente llegó. Porque debo decirlo, habiendo sobrevivido 440 días a sus mentiras e intrigas, no estaba seguro de poder soportarlo más tiempo. De manera que me alegra saber que hoy es el Día de la Verdad, porque tengo algunas verdades que me gustaría compartir con usted:
1. Virtualmente no hay nadie en Norteamérica (aparte de los loquitos de los programas de radio y del noticiero Fox) que esté entusiasmado por ir a la guerra. Créame en esto. Salga de la Casa Blanca y vaya a cualquier calle de Norteamérica y trate de encontrar cinco personas que estén apasionadas por matar iraquíes. ¡No los va a encontrar! ¿Por qué? Porque ningún iraquí jamás vino aquí y mató a alguno de nosotros! ¡Ningún iraquí ni siquiera amenazó con hacerlo! Así es como pensamos los norteamericanos promedio: si un cierto fulano de tal no es percibido como una amenaza para nuestras vidas, créalo o no, ¡no queremos matarlo! ¡Curioso que funcione así!
2. La mayoría de los norteamericanos –aquellos que nunca lo eligieron– no se engañan con sus armas de distracción masiva. Sabemos cuáles son los verdaderos temas que afectan nuestras vidas diarias, y ninguno de ellos comienza con I y termina con K. Esto es lo que nos amenaza: dos millones y medio de puestos de trabajo perdidos desde que usted entró en funciones, la Bolsa de Valores convertida en una broma cruel, con nadie que sepa si sus fondos de jubilación van a estar ahí cuando se retire, la gasolina a casi dos dólares, y la lista sigue y sigue. Bombardear Irak no hará que esto desaparezca. Solamente usted debe irse para que las cosas mejoren.
3. Como Bill Maher dijo la semana pasada, ¿cuanto tiene que esforzarse uno para perder un concurso de popularidad con Saddam Hussein? El mundo entero está en contra suyo, Sr. Bush. Y sus norteamericanos están entre ellos.
4. El Papa dijo que esta guerra está mal, que es un pecado. ¡El Papa! Pero aún peor, ¡los Dixie Chicks se han vuelto en su contra! ¿Cuánto tiene todo que empeorar antes que usted se dé cuenta de que usted es un ejército de una persona en esta guerra? Por supuesto, esta es una guerra que usted personalmente no tendrá que luchar. De la misma manera que usted se quedó en casa mientras los pobres eran enviados a Vietnam en su lugar.
5. De los 535 miembros del Congreso, ¡sólo uno (el senador Johnson de Dakota del Sur) tiene un hijo alistado en las Fuerzas Armadas! Si usted realmente quiere defender a Norteamérica, por favor mande a sus mellizas a Kuwait ahora mismo y póngalas en sus uniformes a prueba de armas químicas. Y veamos a cada miembro del Congreso con un hijo de edad militar sacrificar a sus hijos en este esfuerzo de guerra. ¿Qué me dice? ¿No le parece? Bueno, adivine qué: ¡a nosotros tampoco!
6. Finalmente, amamos a Francia. Si, han causado algunos verdaderos líos. Si, algunos de ellos pueden resultar bastante irritantes. Pero ¿se ha olvidado que ni siquiera tendríamos este país conocido como Norteamérica si no hubiese sido por los franceses? ¿Que fue su ayuda en la Guerra de la Independencia lo que la ganó para nosotros? ¿Que nuestros grandes pensadores y padres fundadores, Thomas Jefferson, Ben Franklin, etc., pasaron muchos años en París donde refinaron los conceptos que llevaron a nuestra Declaración de Independencia y nuestra Constitución? ¿Que fue Francia la que nos dio nuestra Estatua de la Libertad, un francés el que construyó el Chevrolet, y un par de hermanos franceses los que inventaron el cine? Y ahora están haciendo lo que sólo un buen amigo puede hacer, decirle la verdad sobre usted mismo, directamente. Deje de mear sobre los franceses y agradézcales el estar en lo cierto por una vez. Sabe, usted debería haber viajado más (una vez, aunque más no hubiera sido) antes deentrar en funciones. Su ignorancia del mundo no sólo lo ha hecho parecer estúpido, lo ha acorralado en un rincón del cual no puede salir.
Bueno, levante el ánimo, hay buenas noticias. Si usted sigue adelante con esta guerra, lo más probable es que termine pronto porque tengo el pálpito que no hay muchos iraquíes deseosos de dejar sus vidas por proteger a Saddam Hussein. Después que “gane” la guerra, disfrutará de un salto en las encuestas de popularidad porque a todos les gusta el vencedor y a quién no le gusta ver como le dan un garrotazo en el culo a alguien de vez en cuando (¡especialmente cuando es un culo del Tercer Mundo!) Así que haga lo posible por cabalgar sobre esta victoria hasta las elecciones del año que viene. Por supuesto, falta mucho tiempo, así que todos podremos reírnos un poco mientras vemos como la economía se hunde por el inodoro!
Pero, quien sabe, quizás lo encuentre a Osama unos pocos días antes de las elecciones! Ve, comience a pensar así! ¡Mantenga viva la esperanza! ¡Mate iraquíes, tienen nuestro petróleo!
Sinceramente, Michael Moore

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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