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“Este es un gobierno de concertación patriótica”

El Presidente habló de la “bomba social”, aceptó que se investiguen las fugas de capitales y habló, por fin, de la situación militar, aunque sin dar mayores detalles.

“Este no es un gobierno del justicialismo, como algunos creen. El mío no es un gobierno de un partido, es un gobierno de una concertación patriótica”, remarcó Eduardo Duhalde durante una entrevista con las agencias de noticias nacionales. En el reportaje, que duró más de un hora, el Presidente volvió a usar el término “concertación patriótica” para definir a su gobierno, y luego aseguró que “el principal adversario” de su gestión es “la humillación en que se encuentran los argentinos que han quedado fuera del mercado”. Además, el jefe de Estado adelantó que “en 30 días” definirá “un nuevo rol de las Fuerzas Armadas”.
Duhalde realizó estas declaraciones a las agencias Télam y DyN. Como hace una semana ante Página/12, el Presidente habló de la situación social, analizó la evolución del plan económico de Jorge Remes Lenicov y se refirió a las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Europa y el Mercosur. Sobre el impacto de la crisis, aseguró que “la bomba social es una bomba mucho más dramática” que el corralito, al que hace unos días había definido como una “bomba activada”.
En relación con este tema, Duhalde subrayó –como en sus declaraciones públicas más recientes– que “los pueblos toleran las instancias más graves, más desventajosas, pero la anarquía no”, aunque luego aclaró que “poner orden en el país no significa bayonetas, policías, gendarmes, ejército”. De todas formas, el mandatario agregó que “los que cometen hechos delictivos, los delincuentes comunes, deben ser castigados inmediatamente”. Algo muy parecido habían dicho los funcionarios del Ejecutivo un día después del cacerolazo del jueves 10 de enero, cuando grupos de manifestantes rompieron las fachadas de bancos extranjeros en los alrededores de la Plaza de Mayo y el Congreso.
En otra parte de la entrevista, el Presidente opinó sobre la investigación de fuga de capitales que está a cargo de los jueces María Romilda Servini de Cubría y Norberto Oyarbide. “Está bien que se investigue. Las denuncias que hay en el Congreso aparecen como serias. Pero lo que no me parece bien es, si no tenemos denuncias que sean serias, producir conmoción innecesaria. Hay que tener mucho cuidado”, advirtió Duhalde. Y luego precisó: “lo que hay que determinar es si la gente sacó las divisas legal o ilegalmente y a partir de cuándo”.
En el reportaje no podía faltar una consulta por la imagen del Presidente en el Exterior:
–¿En su charla con Bush o con miembros de la Cancillería, ¿ha percibido un cambio de actitud con respecto a usted, ya que antes se lo calificaba de nacionalista, populista, estadista? –le preguntaron a Duhalde.
–Embajadores que han estado en el país, empresarios que me conocen, saben que el planteo de nacionalizar empresas, fijar precios máximos, es una práctica que no tiene que ver con la economía moderna. Lo que pasa es que uno habla de protección a lo nacional, algunos quieren evocar el viejo proteccionismo de los países cerrados, lo cual es un absurdo que a nadie en su sano juicio se le ocurriría en esta etapa.
En ese sentido, para no quedar ligado al “viejo proteccionismo” que él mismo mencionó, el primer mandatario elogió varias veces el modelo económico de Chile y Brasil. Es precisamente en materia de política exterior donde se halla una de las grandes apuestas de este Gobierno: la administración duhaldista ha decidido alinearse definitivamente con Brasil para tratar de salir de la crisis económica, y apunta a converger en una moneda única a un mediano plazo. Para eso, uno de los primeros pasos será la pesificación de todos los depósitos y créditos, una de las medidas que está en estudio y que el ministro de Producción, José Ignacio de Mendiguren, apoyó públicamente el sábado en una entrevista a Página/12.
La política militar que tendrá este gobierno es una de las incógnitas hasta ahora no reveladas por Duhalde. En varias de sus declaraciones públicas, el Presidente incluyó una referencia a las Fuerzas Armadas. Ayer, se refirió largamente a este tema cuando lo consultaron por la advertencia oficial de la Unión Europea, que avisó que si la crisisargentina se profundizara, podría desembocar en un golpe de Estado. “Es natural que, visto desde Europa, piensen de los países latinoamericanos lo que es imposible en los países europeos”, tranquilizó Duhalde.
En la entrevista que concedió Duhalde tampoco faltó una pregunta incómoda: lo consultaron por su pésima opinión de los dirigentes políticos (“la dirigencia política argentina es una mierda”, dijo hace unos meses), y el primer mandatario respondió secamente: “Ya no puedo hablar de esas cosas.”

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Duhalde se ocupó de marcar que su gobierno no es del justicialismo sino “de concertación”.
También se esmeró en desdibujar la imagen proteccionista que tiene, elogiando el modelo chileno.
 
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