EL PAíS › EL ESPACIO PROGRESISTA ATOMIZA SU OFERTA ELECTORAL EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Todos bien separados, a pedir de Macri

Cuando menos seis candidatos del centroizquierda y la izquierda analizan y preparan sus chances en la ciudad, entre ellos el actual jefe de Gobierno. Si bien aún falta mucho tiempo para las definiciones, hoy las estrategias son diferentes. Zamora todavía no se ha definido pero podría cambiar todo el escenario. Esta dispersión favorece las posibilidades de Macri y Scioli.

 Por José Natanson

El espacio progresista en la Capital, que el Frepaso lideró cómodamente durante los últimos ocho años, amenaza con partirse en mil pedazos. Aunque las elecciones recién se realizarían en junio del año que viene (o incluso más tarde), ya hay al menos seis posibles candidatos: Aníbal Ibarra, que buscará su reelección; Eduardo Jozami, que el sábado pasado fue mencionado por Elisa Carrió como posible postulante del ARI; Luis Zamora, que renunció a la pelea presidencial pero no descarta postularse en la Ciudad; Norberto La Porta, impulsado por el socialismo, incluso por el sector que no quiere acordar con Ibarra; el actor de comedia Luis Brandoni, auspiciado por parte del radicalismo, y Rafael Bielsa, que armó su propia agrupación y cerró un acuerdo con Néstor Kirchner.
Dos meses atrás, cuando Carrió lo convocó para luchar por la renovación de los mandatos, Ibarra se entusiasmó con la posibilidad de convertirse en el candidato del ARI en la Capital. Pero la chaqueña nunca tradujo aquella foto en una alianza electoral: no había prometido nada y con el tiempo quedó claro que sus planes eran otros.
Aunque algunos integrantes del círculo íntimo de Ibarra se encuentran cerca del ARI (entre ellos su hermana, la senadora Vilma Ibarra), la relación hoy es prácticamente inexistente: en el ARI le reprochan al ex fiscal no haberse jugado del todo a favor de Carrió y lo acusan de haber operado a través de los medios para forzar un apoyo.
Una vez que se convenció de que no tenía sentido seguir esperando un gesto que nunca llegaría, Ibarra anunció su voluntad de pelear su reelección. Su objetivo es integrar un frente que reúna a frepasistas, radicales, socialistas y algunos sectores del peronismo.
Tiene algunas ventajas. La Legislatura dispuso que los comicios capitalinos no podrán realizarse el mismo día que los nacionales, pero es el jefe de gobierno quien debe fijar la fecha y, por lo tanto, maneja los tiempos según su conveniencia. Por otro lado, Ibarra tiene chances de llegar a un acuerdo amplio en el que estarán representados varios sectores: además del jefe y el vicejefe de Gobierno, se elegirán diputados nacionales y legisladores de la ciudad.
Pero no es tan sencillo: la intención de Ibarra de incluir bajo su ala a todo aquel que suene a progresismo podría complicarse ante la aparición de otras opciones.
El sábado pasado, Carrió aprovechó el lanzamiento del ARI porteño para asegurar que no está dispuesta a hacer “alianzas partidocráticas” en la Capital, en una referencia –sorpresiva pero clara– a la posibilidad de que asociarse con Ibarra. En esa oportunidad, la chaqueña habló maravillas de Jozami, el encargado de cerrar el acto y a quien reconoció como el principal referente de su partido en la Capital.
El ex funcionario ibarrista es el coordinador de la mesa del ARI porteño, que integran Liliana Chiernajowsky y algunos sectores emigrados del radicalismo, como los Jóvenes por la Igualdad, un desprendimiento de la JR. En privado, Jozami reconoce que quiere ser candidato a jefe de Gobierno por el ARI. “La alianza con Ibarra está descartada. No es algo personal, pero no estamos de acuerdo con muchos aspectos de su gestión. Por eso vamos a trabajar en un programa para la Ciudad”, sostienen.
De todos modos, aseguran que tampoco es bueno atomizar el espacio. “No queremos acompañar a Ibarra, pero tampoco nos gusta la idea de quebrarnos en mil pedazos. Tenemos que sumar”, explican. Quizá por eso, el jueves pasado Jozami almorzó con Raúl Puy, futuro titular del Socialismo unificado en la Capital.
Pero Jozami es, hasta ahora, un dirigente desconocido para el gran público. La postulación más importante, además de la de Ibarra, es la de Zamora. El lunes, el diputado anunció que no se presentará como candidato a Presidente con el argumento de que las elecciones son “tramposas” y “fraudulentas”. Zamora, sin embargo, ha amagado con postularse para la jefatura de Gobierno de la Ciudad. Aunque se trata de una decisión quequizás le resulte difícil de explicar (¿por qué aceptar una elección y no la otra?), el diputado ha dicho que podría servir para implementar procesos de autogestión a nivel metropolitano. “Todavía no tomamos una decisión. Es algo que vamos a definir más adelante”, señaló.
Socialistas
La tercera postulación posible es la de los socialistas. En el Socialismo Democrático, el sector que lidera Héctor Polino es el más proclive a presentar candidatos propios, mientras que otros dirigentes -como Raúl Puy– proponen acompañar a Ibarra. En el Socialismo Popular, la legisladora Clori Yelicic lidera a aquellos que defienden un acuerdo con el ex fiscal, mientras que Roy Cortina propone buscar otras alternativas. Las cosas recién comenzarán a aclararse luego de la interna del PSD del 10 noviembre y de la unificación de los partidos en una sola agrupación. Por las dudas, ya definieron un posible candidato: el eterno Norberto La Porta.
Radicales
Los partidos tradicionales también juegan un papel importante. El radicalismo, que a pesar de la bancarrota mantiene algo de su influencia (y toda su estructura), está dividido en dos sectores: los seguidores de Enrique “Coti” Nosiglia y los restos del delarruismo que lidera Rafael Pascual trabajan en la candidatura de Brandoni: aunque sus socios no son exactamente centroizquierdistas, el actor de “Esa maldita costilla” tiene un discurso de tinte progre, que por momentos parece una copia –más enojada– del Alfonsín versión ‘83. Del otro lado, Jesús Rodríguez, Cristian Caram y el alfonsinismo de Gabriela González Gass defienden la alianza con Ibarra. Los dos grupos disputarán una interna: si gana el primero, Brandoni se convertiría en candidato; si gana el segundo, Caram bajará su postulación a jefe de Gobierno con el objetivo de secundar a Ibarra.
El síndico
La última candidatura es la de Rafael Bielsa, el ex síndico cercano a Chacho Alvarez que armó su propia agrupación, GESTA, junto a un grupo de peronistas liderados por Eduardo Valdés, y que cerró un acuerdo estratégico con Néstor Kirchner.
Es cierto que aún faltan al menos ocho meses para las elecciones porteñas y que es probable que algunos candidatos resignen sus ambiciones, o que aparezcan otros. Además, el panorama porteño depende en buena medida de lo que ocurra en los comicios presidenciales: no es lo mismo ser el candidato del ARI si Carrió es Presidente que si quedó afuera del ballottage. Finalmente, la Constitución de la Ciudad establece un sistema de doble vuelta si ningún candidato obtiene el 50 por ciento de los votos, por lo que las alianzas y coaliciones pueden armarse después de la primera elección. En cualquier caso, y más allá de estas consideraciones, todo indica que son demasiados candidatos para enfrentar a un Mauricio Macri en ascenso.

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