EL PAíS › LOS RAELIANOS, CON EL SEGUNDO BEBE

La clonación mística

Aunque los científicos desconfían, los seguidores de Rael siguen adelante con su plan de satisfacer la demanda mundial de clones. Sus secretos.

Por Eduardo Febbro
Desde París

Poco después de haber anunciado en los Estados Unidos el nacimiento del primer bebé clonado de la historia, Eva, la secta de los raelianos reveló el nacimiento de un segundo clon, pero esta vez en Europa. La científica francesa Brigitte Boisselier, presidenta de la empresa Clonaid, la estructura mediante la cual la secta realiza sus ambiciones místicas, precisó que este nuevo nacimiento tuvo lugar en un país del Norte de Europa y que sus “padres” eran una pareja de lesbianas.
Según informaciones detalladas por el entorno de los raelianos, la segunda niña es el clon de la mujer que la trae al mundo y fue concebida mediante la fusión del ovocito de su madre con el núcleo de una de las células de la piel. Boisselier afirmó que las dos lesbianas eran holandesas y que la niña, nacida el viernes a las 10 de la noche con un peso de 2,7 kilos, había venido al mundo “por vías naturales”. Estos dos nacimientos no serían, además, los únicos. La responsable de Clonaid adelantó que en el curso del mes de enero habrá “tres nacimientos más”, dos de ellos en Asia.
Lejos de hacerse eco de los temores y las legítimas especulaciones escatológicas que rodearon los anuncios de los bebés clonados, Brigitte Boisselier explicó que “en algún momento será preciso que la opinión pública, en vez de manifestar miedos y dudas, se empiece a interrogar sobre el hecho de saber en qué medida esta nueva ciencia puede servirnos. La ciencia está al servicio de la humanidad y no de su destrucción. La edad de las sombras son las guerras que se preparan, es la violencia desatada en nombre de Dios”. Por asombroso que parezca, la obstinación de la presidente de Clonaid no es sino el reflejo de los postulados y delirios místico-científicos de los raelianos. Su trayectoria, la personalidad del fundador, la colosal fortuna que maneja y la radicalidad de su discurso hacen de esta secta fundada en los años ‘70 por el francés Claude Vorilhon un caso único en la historia.
Vorilhon, alias Rael, es un ex periodista deportivo convencido de que, hace 25 mil años, la humanidad fue concebida en un laboratorio y luego exportada a la tierra por los marcianos. Rael explicó hace unos meses que en el curso de los años 1973 y 1975 entró en contacto con un grupo de extraterrestres que aterrizó en el centro de Francia. Vorilhon los describió con pelo largo, ojos almendrados, de no más de un metro treinta de altura y piel verde. Según argumenta, esos marcianitos le anunciaron que él sería su profeta en esta tierra. Fuera de los poco más de 50 mil adeptos que tiene en el mundo, la secta de los raelianos nunca fue tomada en serio. Pero la realización de varios bebés clonados demuestra que esos sueños o fantasías nutrieron un proyecto que terminó haciéndose realidad. Rael estima que “la clonación no es más que una etapa” y que “la última será la creación de un ser totalmente artificial”.
La misión principal de los raelianos consiste en obtener seres humanos a través de la clonación, clave “suprema de la vida eterna”. Los adversarios de Rael, es decir, quienes pugnan por el mismo objetivo, el italiano Severino Antonori y el chipriota Panos Zavos, aseguran que “todo eso no son más que palabras, no existe ninguna prueba sobre el nacimiento de los clones”.
A la espera de las polémicas pruebas ADN capaces de garantizar que la primera niña, Eva, es producto de una clonación, los raelianos han lanzado sus sueños en mar abierto. Brigitte Boisselier explica que “hoy se conoce mucho mejor la reproducción asistida de un ser humano. Por eso resulta más fácil clonar un ser humano que un mono. Nuestros proyectos son muy claros: aspiramos a abrir un laboratorio en todos los continentes para hacerle frente a la demanda”. Vestido con su túnica blanca intergaláctica, Rael constituyó un jugoso tesoro producto de las donaciones de los miembros de la secta. Estos están obligados a “entregar” voluntariamente el 10 por ciento de lo que ganan. Para el gurú francés, el dinero no es un problema, ni tampoco sus emblemas: “Estamos a favor del dinero y en contra de la pobreza”, dice. “El lujo es un motor del progreso de la humanidad.”

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Rael durante una de sus
conferencias para difundir
la clonacion.
 
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