Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá al principio de la interna, cuando todavía sonreían.
Imagen: DyN.

La interna del Peronismo Federal se diluye en el aire, pero las acusaciones no. El de-sacuerdo entre Alberto Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde acerca de si la votación debía realizarse sólo en las capitales provinciales provocó ayer fuertes cruces entre los peronistas disidentes. El puntano ratificó los comicios previstos para hoy en Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero, pero el bonaerense insistió en que fueron suspendidos.

La primera etapa de las internas escalonadas en las que el Peronismo Federal definiría a su candidato se desarrolló con la votación del 3 de abril en la ciudad de Buenos Aires. El resultado fue parejo –Duhalde aventajó a Rodríguez Saá por unos pocos votos– y el dato sorpresivo fue la escasa cantidad de votantes: sólo 30 mil personas se acercaron a las urnas ese domingo. Una semana después, Duhalde volvió a festejar su triunfo en las preinternas que se desarrollaron en Corrientes, Chaco, Misiones y Entre Ríos, donde votaron poco más de 33 mil personas.

La concordia duró poco y ayer sólo hubo lugar para las acusaciones y los reproches. El gobernador de San Luis no coincidió con el calificativo de “papelón” con el que Duhalde se refirió a la suspensión de la interna entre ambos. “El papelón es de él, no de nosotros.” También afirmó de modo contundente que las elecciones se llevarán adelante de todos modos: “Se vota porque no hay ningún órgano que diga lo contrario”.

Rodríguez Saá atribuyó la definición de Duhalde a que fue “sobrepasado por su propia dirigencia”, refiriéndose al titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, y al líder del sindicato de peones rurales Gerónimo Venegas. Además, señaló que la decisión de suspender los comicios de hoy no había sido discutida dentro del Peronismo Federal, sino que respondía a un problema “de metodología interna” del duhaldismo.

Su hermano, el senador Adolfo Rodríguez Saá sumó lo suyo: “Duhalde ha abandonado la cancha, y ningún deportista abandona cuando es ganador”.

Duhalde salió a contrarrestar la idea de que la suspensión de la votación lo deja fuera de carrera. “No me retiro de esta interna”, dijo, y no se quedó atrás: acusó a su adversario de tratar de que se vote sólo en las capitales de provincia “por miedo a perder”. “Si él hubiese pensado eso una semana antes, hubiésemos discutido, le hubiésemos avisado a la gente. Lo que pasa es que él venía de perder por el 65 por ciento en todo el interior y el jueves nos cae con esta sorpresa”, disparó.

El caudillo de Lomas de Zamora admitió que “todo lo que está pasando es una vergüenza”. “Todos los días la gente está viendo un escenario grotesco de la dirigencia política en la cual estoy, desgraciadamente estoy, pero ésa es la verdad”, aceptó Duhalde y agregó que enfrentamientos como el que mantiene con Rodríguez Saá “terminan defraudando a mucha gente de trabajo, humilde. Uno más de la dirigencia, entre la cual me incluyo, por eso digo que es un papelón”.

El cortocircuito entre Duhalde y Rodríguez Saá viene de hace tiempo, pero se profundizó cuando el puntano exigió a la junta electoral del Peronismo Federal la nulidad del resultado de la interna en las provincias del noreste. El gobernador de San Luis denunció que Venegas había convenido con el presidente de la empresa correntina Las Marías que tres mil trabajadores de ese establecimiento fueran a votar. “Cree que los ciudadanos se arrían en un colectivo”, reiteró ayer Rodríguez Saá.